Misterioso virus Alaskapox: primera muerte en Estados Unidos y alerta sanitaria, ¿debemos preocuparnos?
Ante una amenaza emergente, el virus Alaskapox acaba de cruzar un umbral alarmante con su primera muerte humana en enero de 2024. Este artículo revela qué hay detrás de este misterioso virus, cómo se transmite y las cruciales medidas preventivas que hay que tomar.
En enero de 2024, la viruela de Alaska, un virus hasta entonces poco conocido desde su primera identificación en Alaska en 2015, atrajo tristemente la atención internacional tras la muerte de su primera víctima humana en los Estados Unidos.
Este virus, hasta ahora relativamente desconocido para el público en general, suscita actualmente serias preocupaciones sobre su transmisión y sus impactos en la salud humana.
Este artículo pretende descifrar los misterios de la viruela de Alaska, desde su descubrimiento hasta la reciente alerta sanitaria, pasando por sus síntomas, su modo de transmisión y las medidas de prevención a adoptar.
Un descubrimiento reciente y una primera muerte
La viruela de Alaska se identificó por primera vez en 2015, cuando una mujer en Fairbanks, Alaska, presentó lesiones cutáneas desconocidas que luego se atribuyeron a este virus.
Los expertos sospechan de una transmisión zoonótica, principalmente a través de pequeños mamíferos como ratones de campo y musarañas.
Desde entonces, el número de casos ha sido extremadamente limitado: hasta hace poco sólo se habían notificado siete casos.
La primera muerte, que se produjo en enero de 2024, fue la de un hombre inmunodeprimido que vivía aislado, lo que pone de relieve la particular vulnerabilidad de determinadas poblaciones al virus.
Modo de transmisión y huéspedes reservorios
El modo de transmisión de Alaskapox sigue sin estar claro, aunque los expertos sospechan que se trata de una transmisión zoonótica, principalmente a través de pequeños mamíferos como ratones de campo y musarañas.
El hombre fallecido tuvo interacciones con un gato salvaje que se alimentaba de estos pequeños mamíferos, lo que sugiere un posible vínculo en la cadena de transmisión. Sin embargo, hasta la fecha no se ha documentado ninguna transmisión de persona a persona.
Síntomas y gravedad
Los síntomas de la viruela de Alaska incluyen erupciones cutáneas, inflamación de los ganglios linfáticos y dolor en los músculos y las articulaciones.
Hasta el caso fatal de enero de 2024, las infecciones se consideraban leves y se resolvían solas al cabo de algunas semanas sin requerir hospitalización. Sin embargo, una muerte reciente destaca un mayor riesgo en personas inmunodeprimidas.
¿Qué medidas de prevención hay que tomar?
En respuesta a esta primera muerte, las autoridades sanitarias de Alaska han intensificado las campañas de concientización, aconsejando precaución en el contacto con animales domésticos y salvajes que podrían ser portadores del virus.
También recomiendan cubrir cualquier lesión cutánea con un vendaje para minimizar el riesgo de transmisión.
El caso mortal de Alaskapox en Alaska pone de relieve la importancia de la vigilancia permanente de las enfermedades infecciosas emergentes y la preparación de los sistemas de salud pública para responder a tales acontecimientos.
Aunque el riesgo general para la salud pública parece bajo, esta muerte sirve como recordatorio de que las poblaciones vulnerables pueden sufrir graves consecuencias.