Mortífera e histórica ola de calor azota India y Pakistán
Las altas temperaturas y la falta de precipitaciones están afectando al sur de Asia en una época del año en la que aún no se han visto los patrones climáticos asociados con la primavera. Esta situación podría poner en riesgo a millones de personas.
El mes de abril está mostrando una ola de calor sin precedentes en algunas regiones del continente asiático, que afecta gravemente a dos de los países más densamente poblados del continente, India y Pakistán. Más de mil millones de personas pueden estar experimentando temperaturas superiores a los 38 °C , y las previsiones meteorológicas para los próximos días y semanas no son muy alentadoras: se prevé un empeoramiento de la situación, pudiendo llegar a alcanzar los 45 °C el mercurio en determinadas regiones.
Las condiciones descritas anteriormente, de temperaturas máximas por encima de lo normal, viene ocurriendo desde finales de marzo y han ido empeorando a lo largo del mes. También se sabe que las olas de calor son comunes en los países señalados, principalmente antes de la temporada de los monzones, entre abril y junio, sin embargo, iniciar marzo con estas condiciones es una novedad que está sorprendiendo tanto a los lugareños como a los meteorólogos. Algunos llaman al año 2022 “el año sin primavera”.
Para que se tenga una idea de la magnitud de este evento, la temperatura media de marzo, en la India, fue de 33 °C, lo que supone un récord de temperatura media más alta jamás registrada desde 1902 (año en el que se produjo este tipo de registros).
El intenso calor también se está sintiendo en otras partes del continente asiático: en China y Taiwán se registraron temperaturas máximas muy cercanas a los 35 °C, mientras que Corea del Sur registró en partes de su territorio alrededor de los 30 °C. Estos son valores que rondan los récords de cada país, para el mes de abril .
Las próximas semanas serán críticas
Los modelos de pronóstico no son alentadores, ni para los indios ni para los pakistaníes: el cierre de esta semana indica que algunas regiones fronterizas entre India y Pakistán pueden registrar temperaturas máximas del orden de los 50 °C. En algunas ciudades grandes y políticamente importantes, como la capital india, Nueva Delhi y la ciudad fronteriza pakistaní de Lahore, los termómetros pueden alcanzar fácilmente los 45°C durante el día.
Es importante señalar que estos valores de temperatura son aproximadamente 10 °C superiores a las temperaturas promedio de esa región en el mes de abril, estando muy cerca de los valores récord absolutos de este mes. La sensación de calor puede ser aún más sofocante en áreas metropolitanas superpobladas debido al efecto isla de calor urbano generado por la quema de combustibles fósiles. El calor en las ciudades será aún más violento en relación a las zonas rurales aledañas.
Según las previsiones, y lo que ha vivido la población en las últimas semanas, se han emitido algunas advertencias relacionadas con el calor para al menos diez ciudades importantes de la India. Así, algunos de los distritos más afectados tomaron medidas prácticas para proteger a la población, como por ejemplos a los niños y jóvenes, cerrando los establecimientos educativos por un período de cinco días.
Además del calor, la falta de lluvia
La población de las citadas zonas, además de hacer frente al intenso calor, tiene otro grave problema que solucionar: la falta de lluvias que se viene produciendo desde principios de marzo. Según el Departamento de Meteorología de la India, gran parte del territorio indio está recibiendo un 99% menos de lluvia respecto a los valores que eran normales para los meses de marzo y abril.
Esta situación puede causar serios problemas a la población, ya que afecta gravemente la productividad agrícola. Con una producción agrícola menos constante, la posibilidad de escasez y falta de alimentos es real en las poblaciones más desfavorecidas de ambos países.
Además de los problemas con las actividades económicas y la alimentación de la población, las olas de calor son la causa de millones de muertes en todo el mundo anualmente, especialmente en las poblaciones más vulnerables. Cada vez hay más presión sobre los sistemas de distribución de electricidad y agua potable, ya que existe una mayor necesidad de utilizar equipos de refrigeración como el aire acondicionado.
En términos históricos, en 2015 el subcontinente indio experimentó un calor intenso, con calor suficiente para derretir las carreteras, y en ese período hubo alrededor de 500 víctimas mortales.