Muro en el antiguo Perú se construyó para protegerse contra las lluvias de El Niño
Los muros encontrados en el antiguo Perú y pertenecientes al pueblo Chimú fueron construidos para protegerse contra las intensas lluvias producidas por El Niño. También lograron relacionar esta construcción con sacrificios humanos, especialmente de niños.
Los resultados de una investigación reciente lograron comprobar que una una muralla antigua en una zona desértica del norte de Perú se construyó para proteger tierras de cultivo y canales de los estragos de las inundaciones provocadas por El Niño.
Este muro se conoce como Muralla La Cumbre y está situado cerca de Trujillo. Los arqueólogos que han trabajado allí sugerían que el muro fue construido por el pueblo Chimú para proteger sus tierras de las invasiones de los incas, con quienes mantenían una larga enemistad. Ahora, de acuerdo a lo que relata Live Science, las últimas investigaciones confirman la teoría de que el muro de tierra, que se extiende 10 kilómetros a través del desierto, se construyó para contener las devastadoras inundaciones durante las fases más húmedas del ciclo meteorológico del norte de Perú.
Las fuertes lluvias asociadas a El Niño en Perú y Ecuador se han producido por miles de años y han sido un gran peligro para pueblos como los Chimú. El trabajo de investigación ha sido realizado por un equipo de investigación arqueológica de la Universidad de Florida. Los resultados son más que interesantes porque vinculan los efectos meteorológicos con etapas anteriores en el desarrollo humano.
Muro para proteger cultivos
Haciendo historia, Live Science destaca que el reino Chimor al que perteneció el pueblo Chimú surgió alrededor del año 900 después de Cristo en los territorios que una vez ocupó el pueblo Moche. Es por ello que el período Moche es a veces llamado "Chimú Temprano". Esta cultura adoraba a la Luna, una diferencia sustancial con los incas que centraban su culto en la adoración al Sol. Lograron ser independientes casi 6 siglos, hasta que alrededor de 1470 fueron conquistados por los Incas, pocos años antes de que los españoles llegasen a América.
En la actualidad, los chimú son conocidos por su cerámica y metalistería, así como por las ruinas de su capital, Chan Chan, declaradas Patrimonio de la Humanidad por las Naciones Unidas. El arquólogo Gabriel Prieto, parte de esta investigación, ha examinado el muro de La Cumbre, de 2,5 metros de altura, y ha hallado capas de sedimentos de inundación sólo en su lado oriental, lo que sugiere que se construyó para proteger las tierras de cultivo chimú situadas al oeste, junto a la costa.
Las fechas de radiocarbono de las capas más bajas revelan que el muro se empezó a construir hacia 1100, posiblemente después de una gran inundación provocada por El Niño en esa época por aquel entonces, que los ha llevado a prevenirse hacia el futuro. El muro se levantó sobre dos cauces secos que se desbordan durante las lluvias de El Niño. Evitar las inundaciones en las tierras de cultivo también habría protegido Chan Chan, que estaba conectada a ellas por una red de canales. Prieto ha considerado que hasta cierto punto, el muro funcionaba como una especie de presa. La investigación todavía no se ha publicado a la espera de ser revisada por pares.
La relación con sacrificios rituales
La actividad de investigación de Prieto en la zona tiene sus antecedentes, ya que había encontrado pruebas de sacrificios masivos de niños en yacimientos chimú, incluidos los restos de 76 víctimas en Pampa La Cruz, cerca de Huanchaco, a unos kilómetros al noroeste de Trujillo. Prieto cree que las inundaciones provocadas por El Niño, que obligaron a construir el muro del desierto, también pueden estar relacionadas con los sacrificios.
Con la datación por radiocarbono el investigador pudo determinar que una de las capas de sedimentos a lo largo de la pared es de alrededor del año 1450 que corresponde al sacrificio de más de 140 niños y 200 llamas en otro sitio Chimú. Con estos datos Prieto cree que es probable que los chimú conocieran los peligros de las inundaciones provocadas por El Niño, que se producían cada pocos años, y que los dirigentes de su sociedad aprovecharan el desastre recurrente para consolidar su autoridad con sacrificios.
El pueblo chimu descendía de personas que habían vivido en esta región durante 10.000 años, por lo que conocían claramente el comportamiento del clima. Más allá del efecto directo de El Niño, no descartan que hubiera un juego político detrás de las acciones que se iban tomando. Otros investigadores adhieren a la idea de Prieto con el uso de defensa hidrológica del muro, pero no descartan que también haya servido como muro de defensa.