La NASA quiere usar materiales de la Luna para construir en su superficie
El programa Artemis que piensa poner humanos en la Luna antes del final de la década está en marcha. Para ello se está trabajando para que una vez allí se construya utilizando directamente el suelo lunar cubierto de regolito, el material que cubre la superficie.
La intensión de la NASA de volver a la Luna bajo el programa Artemis está en desarrollo. Y esto implica no solamente el viaje final sino una serie de programas que la agencia espacial americana piensa desarrollar. Por caso, durante este mes de junio una tripulación compuesta por cuatro personas entrará en un hangar del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, en Texas, y pasará allí un año dentro de un edificio impreso en 3D.
El Mars Dune Alpha cuenta con habitaciones para la tripulación, espacios compartidos, zonas dedicadas a la atención médica y al cultivo de alimentos. Su estructura también apunta a ser usada en Marte en un futuro. Toda la estructura está construida con una pasta que antes de secarse parecía una línea infinita de helado, según consigna WIRED. El espacio de unos 158 metros cuadrado y del color del suelo marciano, fue diseñado por el estudio de arquitectura BIG-Bjarke Ingels Group e impreso en 3D por Icon Technology.
Dentro de esta estructura se trabajará sobre los problemas de salud física y conductual a los que se enfrentarán las personas durante residencias de larga duración en el espacio. También se trata de la primera estructura construida para una misión de la NASA por el equipo de Tecnología de Construcción Autónoma Planetaria de la Luna a Marte (MMPACT), que apunta a los primeros proyectos de construcción en un cuerpo planetario más allá de la Tierra.
Construir directamente en la Luna
Como parte del programa Artemis los humanos regresarán a la Luna, y allí vivirán primero en lugares como una estación espacial en órbita, en un módulo de aterrizaje lunar o en hábitats inflables en la superficie. Pero el equipo de MMPACT se está preparando para la construcción de estructuras sostenibles y duraderas. Claro que construir en la Luna transportando material desde la Tierra tendría un costo muy elevado en combustible y cohetes.
Para poder sortear ese dificultad, el proyecto apunta a utilizar material lunar y construir en el lugar. Para ello se utilizaría el regolito, que es la capa de material suelto que descansa sobre la roca. El proceso apunta a convertirlo en una pasta que puede imprimirse en 3D, en capas finas o con diferentes formas. Hay que recordar que el primer proyecto del equipo fuera del planeta está previsto para finales de 2027.
En esa misión se utilizará un brazo robótico con una excavadora, que se acoplará al lateral de un módulo de aterrizaje lunar. Con ello se podrá clasificar y apilar el regolito, según explica a WIRED el investigador principal Corky Clinton. Las misiones siguientes se centrarán en el uso de excavadoras semiautónomas y otras máquinas para construir viviendas, carreteras, invernaderos, centrales eléctricas y escudos antiexplosiones que rodearán las plataformas de lanzamiento de cohetes.
El programa tiene que sortear muchas dificultades
Jennifer Edmunson, jefa del equipo MMPACT, destacó que el primer paso hacia la impresión 3D en la Luna consistirá en utilizar láseres o microondas para fundir el regolito. Como segundo paso, debe enfriarse para permitir la salida de gases; de lo contrario, el material puede quedar plagado de agujeros como una esponja. Después, el material puede imprimirse en las formas deseadas. Aún se está decidiendo cómo ensamblar las piezas acabadas. Para mantener a los astronautas fuera de peligro, Edmunson plantea que el objetivo es que la construcción sea lo más autónoma posible.
De todas formas, en algunas fases de la construcción y el mantenimiento si tendrán que implicarse directamente los astronautas. Y hay otros factores que hay que tener en cuenta al construir en la Luna, ya que muchas cosas pueden salir mal. Uno de ellos la gravedad lunar, que es mucho más débil. También existe la posibilidad de que se produzcan terremotos lunares que pueden crear vibraciones de hasta 45 minutos, y las temperaturas en el polo sur pueden alcanzar los 54 grados centígrados a la luz del Sol y los -256 grados centígrados por la noche.
Otro punto es el polvo lunar muy abrasivo que puede obstruir las juntas de la maquinaria y hacer que los equipos se detengan por completo. Durante las misiones Apolo, el regolito dañó los trajes espaciales y la inhalación de polvo provocó en los astronautas síntomas similares a los de la rinitis alérgica. "Construir el primer hogar de la humanidad en otro planeta será uno de los proyectos de construcción más ambiciosos de la historia y llevará la tecnología, la ingeniería, la ciencia y la arquitectura a nuevas cotas", declaró Ballard a WIRED.