¡No te pierdas la próxima lluvia de estrellas!
La noche del 6 de mayo será “la mejor” para ver la lluvia de las Eta Acúaridas, teniendo en cuenta su frecuencia. Dependemos de varios factores para poder disfrutarlas, en esta nota te damos los tips para no perdértelas.
Entre el 19 de abril y este 28 de mayo las Eta Acuáridas se dejan ver en el firmamento nocturno. Dentro de ese periodo existe un momento en donde su frecuencia de aparición es mayor, la noche de este próximo lunes 6 es la “mejor noche” con su pico de actividad máximo.
En esta oportunidad las Eta Acuáridas compartirán el cielo con la Luna prácticamente en fase Nueva (sólo un pequeño porcentaje iluminada), por lo tanto su brillo estará prácticamente ausente y eso colaborará muchísimo a la hora de querer observar esta lluvia de “estrellas”, porque no tiene competencia de luz. La Luna este lunes 6 no sólo colabora con su fase sino que además se oculta a las 19.38 hora local, por ejemplo en Buenos Aires, prácticamente toda la noche sin Luna.
Esta lluvia de meteoros tiene una frecuencia aproximada de 55 por hora, con una velocidad entorno a los 66 km/h. Se podrá observar en ambos hemisferios, con “nivel medio” en el hemisferio norte y con mayor fortuna en el hemisferio sur, en donde el nivel es bueno.
El asteroide asociado a este evento es nada más y nada menos que uno de los más populares: 1P/Halley. A medida que la Tierra orbita durante el año alrededor del Sol, va atravesando distintas porciones del Sistema Solar. Durante las semanas de finales de abril y principios de mayo, nuestro planeta se encuentra transitando la zona que pertenece a una parte de la órbita de Halley, la cual se encuentra llena de pequeños escombros.
Cuando estas partículas (del tamaño de granos de sal, arroz o arena), entran en contacto con nuestra atmósfera terrestre protectora, se incineran. Dejan trazos en el cielo a los que llamamos “estrellas fugaces”, por su similitud con el tamaño relativo que tienen las verdaderas estrellas vistas con nuestros ojos desde la Tierra.
Hacia donde mirar
Estos meteoros reciben el nombre de Eta Acuáridas porque su radiante (o sea el punto del cielo desde donde parecen brotar las estrellas fugaces) es la constelación de Acuario. No necesariamente deben mirar sólo hacia la dirección del radiante para ver estos meteoros, porque pueden aparecer en cualquier parte del cielo, aunque si miran hacia ese punto tendrán mayores chances de ver desde pequeños trazos de luz, hasta las más grandes como “bolas de fuego”.
La constelación de Acuario se ubica en una región comúnmente llamada el Mar o Aqua, y está cerca de otras constelaciones asociadas con el agua como: Cetus (la ballena), Piscis (el pez), Eridanus (el río). Para ubicar a la constelación de Acuario es útil saber que ocupa un área de 980 grados cuadrados, se encuentra en el cuarto cuadrante del hemisferio sur y se puede ver en latitudes entre + 65° y -90°.
La noche avanza y las constelaciones que se encuentran más cerca (bajo la eclíptica) se ocultan por el oeste, y eso es porque parte de la Tierra en donde estamos parados ya giró y bloqueó nuestra vista de algunas de las constelaciones. Lo ideal para observar la lluvia de estrellas es aguardar a que la constelación radiante (Acuario en este caso), se encuentre a una altura considerable despegada del horizonte, para poder apreciar mejor el evento.
A la hora de planear la observación de la lluvia de estrellas no hay que olvidar que la meteorología juega un rol fundamental, necesitamos en lo posible noches con cielos claros. Por eso deben estar atentos al pronóstico de nubes, por ejemplo para el este de la provincia de Buenos Aires se espera escasa nubosidad durante la noche del lunes, es una excelente noticia. Podes chequear el pronóstico para tu zona aquí.
Recuerde siempre que, cuanto más alejado de los centros urbanos se encuentren mucho mejor será el avistaje de estos meteoros, porque la contaminación lumínica de la ciudad compite con el brillo de lo que estamos esperando ver.
Dime el color y te diré su química espacial
Las estrellas fugaces pueden ser de diversos tamaños y sus colores varían según la composición química del meteoro. Cuando la partícula entra en la atmósfera sus átomos reaccionan según el elemento químico que la forma, y como resultado deja un trazo de distintos colores.
Cuando la estela es de color rojizo indica que en su composición tenía nitrógeno y oxígeno, los tonos más amarillentos responden al contenido de sodio, el verde al magnesio, azulados al hierro y si tiene mucha presencia de calcio el trazo queda en colores violetas y rosados.