Nubes de incendios forestales tienen un gran impacto en la estratósfera
En los últimos años los grandes incendios forestales aumentaron notoriamente. Ahora se estableció que el humo de estos eventos inyectado a la estratósfera tiene un gran impacto y muy duradero.
La conclusión de un nuevo estudio es alarmante, porque ha demostrado que la influencia climática de los grandes incendios dura más de lo que se pensaba. A este resultado llegó un equipo de científicos atmosféricos dirigido por la NOAA que ha demostrado que estos grandes penachos verticales de humo de incendios forestales tienen un importante impacto a largo plazo más allá de la troposfera, al alcanzar la estratosfera. Al alcanzar esta capa más estable de la atmósfera, su impacto sobre el clima puede ser más perdurable.
Grandes incendios cada año ocurren especialmente en Estados Unidos, el norte de Rusia, Australia, y en América del Sur desde el Amazonas hasta el centro y norte de Argentina. La información que ha sido dada a conocer por NOAA, señala que las tormentas eléctricas provocadas por incendios, sobre nubes llamadas pirocumulonimbus, se generan cuando el intenso calor de un incendio forestal desencadena una enorme tormenta eléctrica que transporta el humo a la estratosfera.
En 2017, la trayectoria de vuelo de una misión aerotransportada de la NASA para estudiar la atmósfera de fondo sobre los océanos remotos, la misión de Tomografía Atmosférica (ATom), se cruzó con el humo del mayor evento de pirocúmulos observado en la era satelital hasta esa fecha sobre el noroeste de los Estados Unidos. En esa ocasión, la inyección de humo fue tan grande que los instrumentos de teledetección de todo el planeta la vigilaron durante más de ocho meses.
El aporte de carbono a la estratósfera
De acuerdo a la información relevada por NOAA, las mediciones mostraron que ese año, junto con otros episodios de pirocumulonimbus en el hemisferio norte, dominaron las aportaciones de carbono negro y carbono orgánico a la estratosfera inferior, cuyo efecto neto fue el enfriamiento del planeta. Aun así los valores globales de temperatura se ubicaron por encima de los valores promedio.
Los resultados finales del trabajo han sido publicados en la revista Science. Joshua Schwarz, científico de la NOAA, señaló que “estas nubes de fuego son cada vez más grandes y más frecuentes, con eventos récord en 2017, 2019 y 2020. Sus impactos recientes en la estratosfera han sido impresionantes. Ahora hemos aprendido a rastrear esos impactos durante períodos de tiempo más largos de lo que antes reconocíamos como significativos. Esto significa que ahora podremos seguir los cambios en sus impactos a medida que evolucione el clima."
Los científicos que trabajan en este proyecto están interesados en saber más sobre las pirocumulonimbus porque su humo permanece en la atmósfera más tiempo que el de los incendios típicos, afectando al clima a una escala diferente. Los resultados también aportan información sobre el comportamiento de los aerosoles procedentes de los volcanes, la aviación o los posibles esfuerzos futuros de geoingeniería solar.
Efectos más duraderos
Un hallazgo sorprendente fue el descubrimiento de una capa extremadamente gruesa sobre las partículas de carbono negro generadas por los incendios forestales. La gruesa capa de carbono negro, junto con su tamaño, y la masa, era una característica notablemente estable del humo de pirocumulonimbus que los investigadores se dieron cuenta de que podría utilizarse para "tomar huellas dactilares" de estas partículas en la estratosfera inferior.
A partir de estas huellas dactilares, reexaminaron los datos de un total de 12 misiones aerotransportadas que se remontaban a 2006 en ambos hemisferios para estimar las influencias a largo plazo del esos eventos en la estratosfera inferior en nuestro clima reciente. Con esta información descubrieron que incluso en aquellos años con relativamente pocos de estos pirocumulonimbus, antes de las temporadas de incendios más activas a partir de 2020, el impacto del humo fue muy significativo, contribuyendo aproximadamente con el 20% de todo el carbono negro estratosférico y el carbono orgánico en la estratosfera inferior en la década anterior.
Los investigadores afirman que esos indicadores no son un parpadeo que rápidamente desaparece, sino que los efectos perduran por mucho tiempo. La conclusión general es que los pirocumulonimbus contribuyen a la composición de la estratosfera más de lo que se pensaba. El carbono procedente de grandes incendios permanece en ella más tiempo.