Nuevo terremoto en Santorini, sismos también en Croacia, Marruecos y en el Etna: ¿qué está pasando en el Mediterráneo?

En la mañana del 12 de febrero se registró un nuevo terremoto de magnitud 5,0 en Santorini, el enésimo de los últimos días. En las últimas horas también se han producido seísmos en Croacia y Marruecos, mientras que el Etna ha vuelto a entrar en erupción. ¿Qué está ocurriendo en el Mediterráneo?

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Nuevos seísmos en Santorini, otros eventos sísmicos también en Marruecos y Croacia. ¿Qué está ocurriendo?

Un nuevo sismo de magnitud 5,0 se registró en la mañana de miércoles 12 de febrero, en la zona del Dodecaneso de Grecia, a pocos kilómetros de la isla volcánica de Santorini. Se trata de un nuevo sismo registrado en las últimas horas y que confirma que la actividad sísmica en la zona sigue siendo muy intensa.

En las últimas horas también se han producido movimientos sísmicos en otras zonas del Mediterráneo, desde Croacia a Marruecos, pasando por el volcán Etna, que ha vuelto a entrar en erupción. En este artículo veremos qué está pasando y qué dicen los geólogos.

Terremotos en las últimas horas en Santorini: tres de magnitud 5,0

Mirando la lista de terremotos recientes en la zona, es realmente impresionante ver cuántos eventos sísmicos con una magnitud mayor a 4.0 se han registrando en un corto período de tiempo.

A las 2.14 de la madrugada se produjo un evento de magnitud 5,4, seguido en las horas siguientes por nueve eventos con magnitudes entre 4,4 y 5,0. Tres de los eventos de las últimas horas tuvieron magnitudes superiores a 5,0.

Desde la segunda quincena de enero se han registrado más de dos mil terremotos en esta zona del mar Egeo, muchos de ellos con magnitudes entre 4,0 y 5,0. Las secuelas de estos eventos sísmicos en la isla de Santorini provocaron que cientos de personas huyeran de la isla y la Defensa Civil griega declarara el estado de emergencia.

Esta situación de fuerte actividad sísmica se viene produciendo desde hace días, y sigue a la nueva intensificación registrada a partir del domingo 9 de febrero.

Desde la segunda quincena de enero se han registrado más de dos mil terremotos en esta zona del mar Egeo, muchos de ellos con magnitudes entre 4,0 y 5,0. Las secuelas de estos eventos sísmicos en la isla de Santorini provocaron que cientos de personas huyeran de la isla y la Defensa Civil griega declarara el estado de emergencia.

Los geólogos apuntan al afloramiento de fluidos profundos como posible causa de esta secuencia sísmica, pero todavía hay incertidumbre sobre las causas exactas. Lo que sí saben con certeza los geólogos es que los terremotos se producen en una zona donde en el pasado se han producido terremotos muy fuertes, incluso de magnitud superior a 7,0, capaces de generar tsunamis en el Mediterráneo.

El terremoto más destructivo registrado recientemente en la zona ocurrió el 9 de julio de 1956 con una magnitud de Mw 7,1, seguido de una fuerte réplica de magnitud Mw 6,9. Este terremoto provocó graves daños y un tsunami que afectó a muchas zonas del Mediterráneo oriental.

Otra cosa que se sabe es que Santorini está situada a lo largo del arco volcánico del sur del mar Egeo, una zona donde se encuentran estructuras volcánicas como resultado de la compleja interacción entre placas tectónicas.

Grecia terremoto
Santorini está situada a lo largo del arco volcánico del sur del mar Egeo.

Fue en Santorini donde, hace aproximadamente 3500 años, se produjo una erupción volcánica muy potente, generando un tsunami devastador y teniendo un fuerte impacto en la historia de las poblaciones de esa época, como la civilización minoica.

Terremotos en las últimas horas en Italia, Croacia y Marruecos

Mientras todas las miradas están centradas en lo que ocurre en el archipiélago griego del Dodecaneso, la atención se ha desplazado en las últimas horas hacia otras zonas del Mediterráneo, tras algunos eventos sísmicos que se sintieron en varios países.

El martes 11 de febrero, un terremoto de magnitud 4,9 ocurrido en el norte de Marruecos se sintió también en el sur de España, desde Sevilla hasta Cádiz, aunque de forma leve y sin consecuencias.

Unas horas más tarde, un terremoto de magnitud 4,5 que sacudió la costa del norte de Croacia se sintió también en Italia, en la costa adriática.

También cabe mencionar los frecuentes enjambres sísmicos que siguen sacudiendo la zona de Nápoles, con epicentro en la zona de la caldera volcánica de Campi Flegrei, y el terremoto de magnitud 4,8 de la semana pasada en el archipiélago de las Islas Eolias, frente a las costas de Sicilia.

También en estos momentos continúa la actividad volcánica del Etna, con una erupción que está vertiendo lava en las mayores altitudes, y se ha registrado un enjambre sísmico en la zona del volcán siciliano, con el terremoto más fuerte alcanzando magnitud M 3,7 , claramente sentido en Linguaglossa.

Este pequeño enjambre sísmico no está relacionado con la erupción sino que estaría vinculado a una falla conocida en la zona.

¿Qué está sucediendo? La geología nos lo explica

Juntando todas estas noticias y acontecimientos geológicos, uno podría tener la sensación de una situación anómala y preocupante, pero la geología nos enseña que no es así. Todos ellos son fenómenos que no están directamente relacionados entre sí y que están absolutamente en consonancia con la naturaleza dinámica del mar Mediterráneo.

Recordemos que esta cuenca marina está situada en una zona de colisión entre las placas tectónicas africana y euroasiática. Esta colisión se produce localmente de forma compleja, con un número infinito de fallas, líneas de ruptura y puntos donde una placa se hunde debajo de otra. Todo esto ha generado terremotos, pero también actividad volcánica, durante decenas de miles de años.

La actividad sísmica y volcánica de las últimas horas es por tanto absolutamente normal en una zona geológicamente activa y dinámica como el Mediterráneo.

Dicho esto, no debemos bajar la guardia: la única arma que tenemos contra los terremotos es la prevención. Sabemos qué zonas están en riesgo y podemos protegernos, por ejemplo, con edificios antisísmicos y conociendo las normas de conducta en caso de terremoto o tsunami.