El Obelisco de Buenos Aires, símbolo de la identidad de la Argentina
No se trata solo de un atractivo turístico, sino también de un símbolo de la identidad porteña y la historia argentina, convirtiéndose además en un importante punto de encuentro y un emblema cultural para residentes y visitantes de la ciudad.
El Obelisco de Buenos Aires es uno de los monumentos más icónicos y reconocidos de Argentina: ubicado en el corazón de la ciudad, fue inaugurado el 23 de mayo de 1936 con el propósito de conmemorar el cuarto centenario de su primera fundación por Pedro de Mendoza.
Presente en numerosas postales, películas y referencias culturales, la ubicación y visibilidad hacen del Obelisco un punto de referencia clave en la ciudad de Buenos Aires, utilizado generalmente también para orientarse en el amplio entramado de la capital argentina.
Características arquitectónicas
El Obelisco de Buenos Aires fue diseñado y construido con concreto armado y revestido con placas de piedra caliza. Debido a daños causados por el clima, contaminación y actos vandálicos provocados a lo largo de sus más de 80 años de existencia, este monumento ha requerido varias restauraciones, siendo una de las más significativas en el año 2005, cuando se reemplazaron las placas exteriores de piedra caliza.
En cuanto a su fisonomía, cuenta con una estructura en forma de monolito cuadrangular con una base de 49 metros cuadrados y una altura de 67,5 metros (equivalente a 221 pies). Cada lado del Obelisco mide aproximadamente 3.5 metros de ancho en la base y se estrecha a medida que asciende, con una punta con aspecto piramidal.
Principales curiosidades del Obelisco de Buenos Aires
Este punto es habitual para manifestaciones, celebraciones deportivas, y eventos nacionales, habiendo sido el mayor protagonista de un emotivo registro viral sobre las celebraciones de la más importante victoria futbolística de los últimos años con el triunfo de la Copa Mundial de la FIFA 2022.
Entre algunas otras curiosidades en torno a este monumento es posible mencionar:
- Primera “piedrita”: durante la construcción se colocó una piedra fundamental simbólica con una placa que hoy se puede ver en el monumento.
- Diseñado por el arquitecto argentino Alberto Prebisch, la construcción fue realizada en un tiempo récord de 31 días por la empresa alemana G.E.O.P.E.
- Cada cara del obelisco tiene inscripciones que conmemoran momentos históricos importantes de Buenos Aires, constatando en su cara Norte el momento de la primera fundación de Buenos Aires en 1536; en su cara Este, la segunda fundación de Buenos Aires en 1580; en su cara Sur, la declaración de la Ciudad de Buenos Aires como capital de Argentina en 1880; y en su cara Oeste, la inauguración del Obelisco en 1936.
- Tres años después de su inauguración, es decir alrededor de 1939, el Concejo Deliberante sancionó su demolición, utilizando como argumentos diferentes razones de seguridad, estéticas y económicas. Finalmente, la decisión fue cuestionada por el entonces presidente de la Nación Roberto Ortiz y luego vetada por el intendente de la ciudad Arturo Goyeneche.
- En el año 1986, con motivo del 50° aniversario del Obelisco, se enterró una cápsula del tiempo con diversos objetos y documentos de la época. Este recipiente hermético espera ser abierto recién en el centenario del monumento, previsto para 2036.
- Tal como ocurre con monumentos históricos y patrimonios culturales en países de todo el mundo, el Obelisco a menudo se ilumina con colores específicos para conmemorar eventos o fechas especiales, como el Día de la Bandera, campañas de concientización, o la celebración del Día de la Independencia.
- El interior del obelisco contiene una escalera de 206 escalones que lleva a una pequeña ventana en la punta desde donde es posible disfrutar vistas únicas de la ciudad de Buenos Aires. Desafortunadamente, no está abierto al público en general.
¿Cómo llegar al Obelisco de Buenos Aires?
La ubicación estratégica del Obelisco en pleno centro porteño, precisamente en lo que se conoce como Plaza de la República, en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Corrientes en el barrio de San Nicolás, lo hace fácilmente accesible a pie desde muchos puntos de interés de la ciudad de Buenos Aires.
Para llegar al Obelisco en metro, la estación de subte más cercana es la que lleva el nombre “9 de Julio”, perteneciente a la Línea D. También hay varias líneas de autobuses que pasan por las inmediaciones, principalmente los que realizan recorridos hacia Constitución y Retiro, ambas estaciones terminales de ferrocarril y principales centros de trasbordo de la ciudad de Buenos Aires.