8 cosas que le pasan a tu cuerpo cuando viajas en avión, y ¡cómo evitarlas!

No todo es dolor de oídos o hinchazón de piernas cuando estamos a miles de metros sobre el nivel del mar. A veces el volar no es un placer.

Volar puede resultar doloroso para tu cuerpo
Volar no es algo natural para el ser humano. Hacerlo nos afecta a todos, y de diferentes maneras.

Volar es una experiencia diferente para cada uno de nosotros. Y no estamos hablando de vuelos con mal tiempo o turbulencias, sino de todo lo que produce el permanecer varias horas en un espacio reducido, con un ambiente controlado y con una presión atmosférica diferente a la que estamos acostumbrados

Más allá de la mayor o menor comodidad que pueden presentar diferentes aeronaves, todos los vuelos comerciales a gran altitud lo hacen con la cabina presurizada. Esto significa que se bombea aire comprimido en la cabina para garantizar la seguridad y confort de los ocupantes simulando estar a una presión similar a la que tendrían a 2500 m de altura. Sin esta presurización, los pasajeros podrían sufrir mal de montaña o incluso hipoxia (déficit de oxígeno en sangre, células y tejidos del organismo).

A continuación, veremos ocho formas en que nuestro cuerpo se ve afectado al volar, y algunos consejos para que tu experiencia en vuelo sea lo más agradable y saludable posible.

1) Flatulencias

Si alguna vez te ocurrió durante un vuelo, no hay por qué avergonzarse. De hecho, la mayoría de las personas emite flatulencias unas 12 veces al día, y esos gases son producto del alimento que no fue absorbido por el intestino y que es fermentado por bacterias.

Al volar, y debido a que por la presurización la presión disminuye dentro de la cabina, esos gases intestinales se expanden, aumentando hasta un 30% su volumen, por lo que se hace necesario liberarlos. Además de la hinchazón del vientre, esto ocasionalmente puede producir dolor abdominal.

Pasajero dolor intestinal
La presurización de la cabina hace que nuestro cuerpo sufra efectos indeseados al volar

Consejos: NO se recomienda retenerlos, ya que los sistemas de aire acondicionado de los aviones cuentan con filtros de aire que son muy eficientes y eliminan casi la totalidad de los olores, virus y bacterias que hay en él. Además, el aire de la cabina se renueva por completo cada tres minutos. Evitar consumir alimentos como el brócoli o la coliflor, bebidas gaseosas, comidas grasas y no mascar chicle previo al vuelo, ayudan.

    2) Hinchazón de pies y piernas

    Al pasar tantas horas sentados e inmóviles, por acción de la gravedad se acumula líquido en los miembros inferiores provocando hinchazón en piernas y tobillos. Esto, en algunos casos, puede provocar coágulos o trombos y tiene nombre: Síndrome de Clase Turista

    Consejos: levantarse para "estirar las piernas" con cierta frecuencia, especialmente en vuelos largos. También se aconseja descalzarse y usar medias.

    3) Deshidratación

    En la cabina, la humedad relativa del aire suele ser menor al al 20%, por lo que en un vuelo largo podemos llegar a perder más de un litro de agua. La deshidratación puede llegar a producir estreñimiento o dolor cabeza, irritación ocular y resecamiento de piel y labios.

    Agua a bordo
    Se recomienda beber al menos 250 cc de agua (un vaso) por cada hora de vuelo.

    Consejos: beber agua con frecuencia (al menos un vaso lleno por hora de vuelo), evitar el uso de lentes de contacto y usar bálsamo labial y crema hidrante para la piel. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, que deshidratan.

    4) Pérdida del gusto

    El aire seco de la cabina afecta nuestras fosas nasales y, por consiguiente, nuestro sentido del gusto. También las papilas gustativas se ven afectadas en su sensibilidad, reduciéndose hasta un 30%. Por este motivo, la comida de los aviones nos parece aburrida y sosa.

    Consejos: aunque no lo parezca, las aerolíneas tratan de contrarrestar este efecto condimentando de más sus platos. Usar gotas para humectación nasal puede ayudar.

    5) Dolor de cabeza y fatiga

    La presión en una cabina de avión en vuelo es similar a la que puedes sentir en alta montaña, y también dispones de menos oxígeno y menos humedad. Eso puede causar dolor de cabeza y afecta a la respiración, haciendo que nos sintamos más fatigados.

    Dolor de cabeza en vuelo
    El dolor de cabeza se produce porque tu cuerpo no está acostumbrado a las condiciones ambientales (especialmente presión y humedad) de la cabina.

    Consejos: estar tranquilos y relajados ayuda. Las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares e hipertensos deberán prestar atención a sus medicamentos el día de vuelo.

    6) Mal aliento

    Como hemos visto, al volar el metabolismo de tu cuerpo cambia. La producción de saliva se reduce y como consecuencia, aumentan las bacterias en la boca y tienes mal aliento.

    Consejos: NO consumir azúcares, y tener a mano un enjuague bucal o pastillas mentoladas.

    7) Aerotitis

    Sí, es el dolor de oídos que sucede con mayor frecuencia durante el aterrizaje del avión. Es provocado por el aumento de presión en la cabina en la fase de aterrizaje. El aire que se encuentra fuera del oído no puede entrar en él para igualar la presión interior. Ese vacío genera ese dolor tan peculiar y es el causante de los llantos de los bebés al aterrizar, que no pueden hacer nada para evitarlo.

    Avión dolor de oídos
    El dolor de oídos que sucede con mayor frecuencia durante el aterrizaje del avión

    Consejos: mastica chicle cuando el avión está a minutos de aterrizar, bosteza o mueve las mandíbulas. Y si esto no da resultado, intenta expulsar el aire de tus oídos tapándote la boca y tu nariz al mismo tiempo.

    8) Estreñimiento

    Decíamos que, por la presurización de la cabina, los pasajeros sufren de gases. A esto hay que sumarle que por pasar tanto tiempo sentado, es probable que la digestión y los movimientos intestinales se ralenticen, disminuyendo nuestra necesidad de ir al baño. Esta situación es empeorada por la deshidratación producida por la sequedad del ambiente. Y si consideramos que la distancia recorrida también influye en el tránsito intestinal, el resultado es la consecuencia es constipación.

    Consejos: la constipación mejorará una vez en tierra y si aplicamos medidas como el aumento de la ingesta de líquidos y de alimentos ricos en fibra (fruta y verdura). Tomar abundante agua, y realizar algún tipo de actividad física es un plus. Se desaconseja el uso de laxantes sin antes consultar a un médico.