Ola de calor extrema calcina al noroeste de USA y el oeste de Canadá
Una ola de calor extraordinaria generó temperaturas cercanas a los 50 °C en la Columbia Británica, y arriba de 44 °C en el noroeste de USA. Las temperaturas registradas quebraron todos los récords históricos, y paralizaron a numerosas ciudades generando decenas de muertos.
Una ola de calor sin precedentes ha calcinado al noroeste de los Estados Unidos y el oeste de Canadá durante los últimos días, con temperaturas dignas del Sahara o de Medio Oriente. En muchos casos se quebraron récords históricos de temperatura. En Lytton, Columbia Británica, la temperatura alcanzó los 49,7 °C el 29 de junio, superando en casi 5 grados los valores históricos para esa zona. Pero no fue un dato aislado. Toda la región experimentó varios días con registros superiores a los 37 °C, y muchos lugares tuvieron máximas recurrentes por encima de los 40 °C.
En el noroeste de los Estados Unidos las cosas no resultaron muy diferentes. En Portland, en el estado de Oregon, de acuerdo a datos del National Weather Service (NWS), el lunes 28 se registró el récord histórico de 44,4 °C, mientras que en la zona urbana se alcanzaron los 46,7 °C. Esos valores quebraron los récords para la zona desde la década de 1940. Más al norte, en Seattle, estado de Washington, la máxima llegó a totalizar 41,6 °C.
Ciudades como Seattle y Oregon se caracterizan por climas con una gran influencia marítima, y son reconocidos por su persistente cobertura de nubes y temperaturas normalmente más bajas. Pero en este caso, un gran domo de calor cubrió toda la región, potenciado por una situación de circulación extraordinaria que persistió durante varios días.
Las causas de la ola de calor
Las temperaturas extremas estuvieron generadas a partir de un gran sistema de alta presión en niveles medios y altos de la atmósfera que actuó como una tapa que atrapó el calor y lo fue potenciando a medida que sus movimientos de descenso lograron comprimirlo aún más. Pero en niveles cercanos al suelo ocurrieron cosas que ayudaron a potenciar el evento.
Un sistema de baja presión térmico se ubicó sobre la costa, alejando el efecto marítimo y permitiendo que domine flujo de aire desde el continente, el que estuvo asociado a movimientos de descenso desde las cadenas montañosas, lo que calentó aún más el aire, y permitió que además las mínimas sean usualmente alta.
Michael E. Mann, científico del clima de la Universidad Estatal de Pensilvania, en diálogo con CNN expresó que el cambio climático está haciendo que las olas de calor sean más frecuentes e intensas. “Si calientas el planeta, verás una mayor incidencia de extremos de calor”. Mann, quien es uno de los autores de un estudio sobre los efectos del cambio climático en las olas de calor, sostuvo que se está observando un cambio en el comportamiento en la corriente en chorro en la atmósfera superior, por lo que la dinámica de estos calentamientos es notoriamente diferente a lo que se observaba hace algunas décadas.
Calor y muerte
Esta ola de calor se da en momentos que en la otra costa, la este, millones de americanos estaban bajo los efectos de otro eventos de temperaturas elevadas. En el caso del noroeste de Estados Unidos y Canadá, muy pocas personas tienen aire acondicionados en sus casas, por lo que la letalidad de este tipo de eventos ha sido muy grande. Aunque es complicado evaluar rápidamente la cantidad de muertes a efectos del calor, varias decenas de personas han fallecido como causas asociadas a este.
Las ciudades han tenido que habilitar centros de enfriamiento para que la gente pueda acudir en estos días. En algunos edificios el calor extremo ha roto cristales y se ha colapsado la venta de elementos para poder enfriar las casas. El lunes, Amazon, cuya casa central se encuentra en Seattle, anunció que iba a abrir sus instalaciones como punto para refrescarse con una capacidad de 1.000 plazas, según lo reportado por el diario El Mundo.
Meteorólogos de Washington Post han afirmado que las características de esta ola de calor es tan extraordinaria, que el patrón de circulación que la produjo tiene una tasa estadística de ocurrencia de una vez cada 1000 años. Otro efecto de esta ola de calor han sido algunos incendios forestales que se iniciaron en el área. Para tener contexto de la envergadura de estas temperaturas, la máxima promedio para junio en Seattle es de 19 °C. Un día con 21 o 22 °C es un día cálido para sus habitantes. De allí, esta ola de calor los llevó a temperaturas superiores a los 40 °C. Muchos cubrieron las ventanas de sus casas con sábanas húmedas, en un intento de bloquear el calor impactante que cubría la ciudad.