ONU: combaten el hambre con semillas de mijo en plena crisis del trigo
La agencia sobre alimentación de la ONU ha impulsado la cosecha del mijo, y consideran a estas semillas como una poderosa arma en la lucha contra el hambre. Te contamos sus cualidades, dónde y por qué comenzaron con esta gran iniciativa, y cómo puede resultar frente a la actual crisis del trigo.
Una iniciativa respaldada por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU se está arraigando en Odisha, India. Consiste en entregar semillas de mijo a personas vulnerables, contribuyendo a combatir el hambre y mejorar los medios de vida.
La semilla de "mijo africano" tiene muchísimas bondades, comenzando porque es resistente a las altas temperaturas , necesita poca agua para su producción y, además, beneficia la calidad del suelo.
El mijo es "pura ganancia"
El "mijo africano" es un cereal anual con semillas que pertenece a la familia de las gramíneas. La altura de una planta madura varía entre 30 y 150 cm en las regiones frías y de gran altitud de África y Asia, donde se cultiva por sus semillas. Estas pueden ser de color blanco, marrón claro o café oscuro, se consumen en una variedad de formas, incluido el pan sin levadura hecho de harina molida. Varios tipos de gachas de avena y bebidas alcohólicas también se preparan a partir de las semillas.
La planta del mijo africano tiene una alta tolerancia al calor (hasta 64 °C), y requiere menos agua que los cultivos de trigo y arroz, (dos alimentos básicos de la dieta india, por ejemplo). Los mijos de temporada corta crecen fácilmente sin fertilizantes, esto los convierte en una opción más saludable y segura, tanto para el consumidor como para la tierra donde se cosecha. El cultivo intercalado de mijo con otros cultivos también beneficia la calidad del suelo, ya que ayudan a controlar la escorrentía del agua y la conservación del suelo en áreas propensas a la erosión.
En la actual crisis climática que estamos atravesando con sequías e inundaciones sin presidentes, el mijo africano es una opción adecuada para los agricultores en una era de cambio climático y agotamiento de los recursos naturales.
El mijo no contiene gluten, es rico en hierro y calcio. Se puede almacenar hasta dos años sin necesidad de plaguicidas nocivos y sirve así de reserva alimentaria durante la temporada de escasez. Sus excelentes cualidades para el malteado potencian su empleo en la elaboración de distintos alimentos.
El representante del Programa Mundial de Alimentos y director en India, Bishow Parajuli, expresó que: “Además de ser una rica fuente de nutrientes y un cultivo resistente al clima, el mijo puede diversificar el sistema alimentario, contribuir a resiliencia y la adaptación, y mejorar los medios de subsistencia de los pequeños agricultores, incluidas las mujeres, a nivel nacional y regional”.
El mijo no es "comida de los pobres"
El consumo regular de mijo reduce el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y trastornos relacionados con la digestión al tiempo que mejora la salud respiratoria y los sistemas muscular y neural.
A pesar de todas las bondades enumeradas, esta semilla todavía se percibe como un alimento de los pobres y los desfavorecidos, un problema de imagen que debe abordarse a través de promociones, campañas en las redes sociales y mensajes de concienciación de las celebridades, explican desde la ONU.
Este cultivo necesita el apoyo del consumidor urbano para encontrar el lugar que le corresponde en las estanterías de las tiendas de alimentación, y dejar de ser la comida de los que tienen un poder adquisitivo menor.
"Grano a grano", un cambio de vida
Odisha es un lugar donde la vida de la población ha cambiado “grano a grano”, explica la ONU. La "Misión Odisha Millets" fue lanzada en 2017 y es la primera iniciativa agrícola de su tipo que fomenta el cultivo de mijo rico en nutrientes en India oriental.
En cuatro años esta misión se ha extendido a 84 bloques en 15 distritos, en más de 15 mil aldeas y 110 mil agricultores. La misión está resultando exitosa, y para reforzarla la Asamblea General de la ONU en 2021 ejercer una resolución patrocinada por la India, declarando 2023 como el Año Internacional del Mijo, sin saber que este 2022 tiene al abastecimiento mundial de trigo en crisis, debido al conflicto bélico desatado por la invasión de Rusia a Ucrania.
El objetivo es fortalecer los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de los pequeños agricultores alentándolos a adoptar cultivos resistentes al clima y, al mismo tiempo, descubriendo la demanda del producto.
Tal vez este proyecto del mijo tenga su gran oportunidad de crecimiento debido a la crisis del trigo, que es un "competidor" directo. Recordemos que la brutal invasión rusa a Ucrania ha provocado enormes subidas de los precios de los alimentos y agravado el riesgo de que escaseen.
La inseguridad alimentaria aumenta inevitablemente la inestabilidad y las desigualdades. Se espera que la semilla de mijo, y ahora mucho más, se convierta en una herramienta para abordar la desnutrición, junto con otros esfuerzos en curso, especialmente entre las comunidades tribales más vulnerables.