Platos brillantes: ¿a qué temperatura debes programar tu lavavajillas? ¿Cuál es la duración ideal del lavado?

Utilizar sabiamente el lavavajilla es clave para maximizar sus beneficios: te contamos cómo ajustar la temperatura y el tiempo de lavado para conseguir resultados brillantes.

Lavavajillas
¿A qué temperatura debe lavarse la vajilla?

En el centro del ajetreo diario de la vida doméstica se encuentra un electrodoméstico que, desde su invención, ha revolucionado nuestra forma de gestionar las tareas del hogar: el lavavajillas.

En un momento en que la búsqueda de la eficiencia va de la mano de la conciencia ecológica, el lavavajillas se está convirtiendo no sólo en un instrumento de confort, sino también en una elección responsable. De artículo de lujo a compañero indispensable, su historia refleja la evolución de los hogares hacia una mayor practicidad y sostenibilidad.

Los orígenes del lavavajillas se remontan a los últimos años del siglo XIX, y con el paso de las décadas se generalizó su uso, reflejando cambios sociales y tecnológicos.

En este artículo, develaremos los secretos de este electrodoméstico, que hoy en día ocupa un lugar central en nuestras cocinas, y responderemos a algunas preguntas prácticas sobre su uso.

Primer lavavajillas patentado en 1850

El primer lavavajillas fue patentado en 1850 por Joel Houghton, pero fue Josephine Cochrane quien perfeccionó el diseño en 1886, dando lugar a la producción de un modelo funcional y comercializable.

El precio medio de un lavavajillas actualmente en Europa oscila entre 300 y 1000 euros, en función de la marca, las prestaciones y la eficiencia energética.

En cuanto al consumo, un lavavajillas moderno utiliza una media de 10 a 15 litros de agua por ciclo, una clara mejora respecto a los 30 a 40 litros de los modelos antiguos.

En cuanto al consumo de energía, los aparatos más económicos consumen entre 0,8 y 1,05 kWh por ciclo. Estos avances tecnológicos forman parte de un planteamiento de desarrollo sostenible, que responde a la creciente demanda de los consumidores.

¿Cómo funciona?

El lavavajillas limpia eficazmente utilizando una cantidad limitada de agua (de 10 a 15 litros), que primero se calienta y luego se mezcla con el detergente. Esta agua se pulveriza sobre la vajilla a través de brazos aspersores giratorios para garantizar una limpieza potente y uniforme.

En lugar de reponerse constantemente, el agua se filtra y se reutiliza a lo largo del ciclo para evitar el derroche, antes de vaciarse finalmente y sustituirse por agua limpia para el enjuague.

Temperatura y tiempo de lavado

La temperatura ideal de lavado depende del grado de suciedad de la vajilla. Para el lavado diario, basta con 50-55 °C, mientras que para los utensilios más sucios puede ser necesario un programa a 65-70 °C.

Lavavajillas
Para un secado óptimo y una vajilla impecable, puede abrir la puerta al final del ciclo.

Un ciclo medio dura entre 1h30 y 2 horas, pero los programas rápidos pueden limpiar eficazmente en 30 minutos, siempre que haya menos suciedad y una carga reducida.

¿Cómo evitar las marcas blancas?

Las marcas blancas suelen ser el resultado de un exceso de cal o de producto de lavado. Para evitarlas, conviene dosificar correctamente el producto y ajustar el nivel de sal regeneradora y abrillantador, sobre todo en zonas con agua dura. También es necesario limpiar regularmente los filtros y los brazos aspersores para mantener un rendimiento óptimo.

Algunos consejos para un secado óptimo

Para un secado eficaz, abrir la puerta del lavavajillas al final del ciclo es un consejo sencillo y que ahorra energía. Así se libera el vapor y permite que circule el aire, evitando las marcas de agua que pueden formarse al enfriarse lentamente la vajilla.

Muchos modelos recientes incorporan sistemas de secado mejorados que hacen este paso menos necesario, pero para quienes buscan maximizar la eficiencia energética, esta práctica sigue siendo relevante.