Por la falta de lluvias y las extensas heladas, la cosecha de trigo perdió potencial de rendimiento

Hay regiones en las que no se registraron lluvias durante el mes de julio y el cereal sufrió la falta de agua y las bajas temperaturas. En el caso del maíz, se termina una campaña para el olvido.

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Trigo en expansión foliar en San Pedro, Buenos Aires - Gentileza Pilar Moreda y Bolsa de Cereales de Buenos Aires

La posibilidad de que el trigo sea el protagonista de una gran campaña ya casi es parte del pasado. Según el último reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), del total sembrado en la región centro, el 2 % está en mal estado, un 8 % se encuentra regular y un 15 % se mantiene en muy buen estado y la gran mayoría sólo se puede calificar como bueno.

Por la falta de precipitaciones y largas horas de frío, la zona más afectada es el norte de Buenos Aires, específicamente el NE. En Pergamino el impacto del invierno seco destruyó las plantas de cebada y arveja aunque el trigo es el cultivo más está resistiendo.

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Lote con trigo en etapa de desarrollo vegetativo, con escasa a nula disponibilidad de humedad en los primeros cm del suelo, en el centro del departamento General Obligado

Los agrónomos que reportan información a la entidad rosarina advirtieron que los trigo se ven “pequeños, con poca biomasa, retrasados en su crecimiento, con un macollaje muy demorado”. Hacia el NO bonarense, los lotes más críticos son las siembras de julio, que están en riesgo por la falta de agua y por posibles nuevas heladas después de estos días de temperaturas primaverales.

Cada día que pasa sin agua se pierde rendimiento potencial y si bien ya no se espera una gran campaña, si llueven entre 15 y 20 mm en los próximos 15 días los trigos podrían retomar el crecimiento y se reducirían las pérdidas.

Deberían caer -al menos- unos 10 mm. en los próximos días ya que estas lluvias permitirían reactivar el crecimiento para que el cultivo desarrolle raíces y aproveche la humedad disponible en niveles subsuperficiales del suelo. Por otra parte, las precipitaciones son determinantes para que los productores que fertilizaron logren la incorporación de nutrientes al suelo y no queden los cultivos limitados con el rendimiento potencial.

Dejamos atrás un período completamente seco

Julio fue un mes terrible para el campo: hay localidades de la zona centro en las que no llovió, como General Villegas, Canals o Rufino, por eso el promedio regional no llega a 1 milímetro. La falta de agua se conjugó con una intensa y persistente ola polar sumergió los termómetros entre los –4 y los –8ºC por casi diez días seguidos.

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Lote con trigo en desarrollo vegetativo, con síntomas de déficit hídrico, en el centro del departamento Castellanos, Santa Fe - Gentileza: Bolsa de Cereales de Santa Fe

A nivel nacional y según el Panorama Agrícola Semanal que emite la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), se da por terminada la siembra de trigo con 6,3 MHa. Si bien restan algunas hectáreas por incorporar en sectores del sur del área agrícola, no impactarían en la actual estimación.

La bolsa porteña coincide con el diagnóstico de la BCR y advierte que “el cultivo manifiesta algunos daños por frío, amarillamientos y en casos extremos pérdida de stand de plantas, pero también se observan buenos enraizamientos como consecuencia de las bajas temperaturas”. Lo que podría mejorar esta situación, son las lluvias que podrían registrarse sobre el margen este del área agrícola.

Nadie olvidará la campaña de maíz 2023/24

La cosecha de maíz grano comercial ingresó en la recta final: se cosechó el 92 % del total estimado con un rinde medio nacional de 64,8 qq/Ha. La falta de humedad y las heladas aceleraron el proceso de secado y sumado a esto, las zonas afectadas por el complejo de virus y bacterias asociado a Dalbulus maidis provocaron el adelantamiento de las labores de cosecha para evitar el riesgo de vuelco del cultivo.

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Maíz en madurez fisiológica en Carlos Tejedor, Buenos Aires, Gentileza - Dante Garciandia y Bolsa de Cereales de Buenos Aires

La zona menos afectada por la chicharrita fue la región centro, donde el complejo de enfermedades sólo le arrebató 1 millón de toneladas al maíz. Vale la pena recordar que en el resto de las regiones productivas (fundamentalmente en el norte del país) esta enfermedad se llevó cerca de 10 millones de toneladas.

De esta manera, en la región centro el maíz tardío aportó 3,7 Mt (un 25 %) a la producción total de maíz de la región (14,5 Mt). Sin el ataque de la chicharrita, el tardío hubiese contribuido con 15,5 Mt, superando el record de 15Mt de la campaña 2019/20.

El sorgo, a punto de finalizar la campaña

La cosecha de sorgo granífero, al igual que maíz, transita la etapa final con el 95,7% de los lotes ya cosechados, con rinde medio nacional que se ubica un 23,7% por encima de la campaña anterior. Solo resta superficie por cosechar en el sur del área agrícola, aunque el aporte del cereal en esta región es escaso.

Se dan por finalizadas las cosecha en el norte (NEA y NOA) con un rinde medio 31,3 qq/Ha. y en la provincia de Córdoba, donde finalizaron con mejores resultados en torno a los 41,5 qq/Ha. En este contexto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires mantiene la proyección de producción en 3 MTn, unas 500 por encima de lo alcanzado la campaña anterior.