¿Preparados? Falta muy poco para que la humanidad habite en la Luna
El éxito de la misión Artemis I aviva el optimismo de los ingenieros de la NASA, que aseguran que muy pronto habrá personas viviendo y haciendo ciencia en la Luna.
La conquista del espacio es una realidad. Telescopios, sondas y misiones a la Luna anticipan un futuro que tendrá a los seres humanos transitando por la galaxia. Ahora que la misión Artemis I marcha con éxito, se confirma el optimismo: habrá humanos habitando en la Luna “en esta década”. Así lo pronosticó a la BBC Howard Hu, gerente del programa Orion de la NASA.
“No sólo estamos trabajando en llevar a la gente a la Luna y establecerla en la superficie. Además, tienen que tener la infraestructura, tienen que tener hábitats para vivir, vehículos Rovers para trasladarse. En última instancia no se trata sólo de vivir, sino de hacer ciencia”, afirmó.
El 16 de noviembre despegó Artemis I, la misión orbital lunar integrada por la nave espacial Orión y el cohete Space Launch System (SLS). Su principal objetivo en el viaje de ida y vuelta a la Luna es probar la nave Orion y su escudo térmico de reingreso a la Tierra. Se trata del primer vuelo del Programa Artemis de la NASA.
Pero la Agencia ya está trabajando en las próximas misiones, luego de que Artemis I se complete con éxito el 11 de diciembre. Según explicó Hu, Artemis II hará un vuelo de prueba con tripulación, y luego, Artemis III aterrizará nuevamente en la Luna, por primera vez desde la misión del Apolo 17, en diciembre de 1972.
Según detalló el directivo, después vendrán Artemis IV, V y VI. Hu explicó que una vez que los humanos estén instalados en la Luna, se podrá explorar el polo sur para investigar si, como indican algunas teorías, hay hielo y agua que se pueda extraer y utilizar. “Será enorme. Pensamos en la posibilidad de convertir eso en combustible para nuestros sistemas de propulsión, pero también es interesante por los aspectos geológicos, para conocer aún más”.
Moonkain Campos, el maniquí que colecta datos
La NASA busca minimizar los riesgos y garantizar la seguridad de los astronautas de las próximas misiones tripuladas. Por eso, en el asiento del comandante del módulo de la tripulación del Artemis I viaja un maniquí -llamado Moonakin Campos- equipado con sensores para registrar todo lo que experimentará la tripulación.
Los ingenieros compararán los datos del vuelo de Artemis I con las pruebas de vibración hechas en tierra, y con seres humanos, para analizar su desempeño antes del viaje de Artemis II. La tripulación experimentará 2,5 veces la fuerza de gravedad durante el ascenso y 4 veces la fuerza de gravedad durante el perfil de reingreso a la Tierra.
Uno de los momentos más críticos de estas misiones es el reingreso a la Tierra, a una velocidad superior a los 38.000 km/h, atravesando la atmósfera con una temperatura que alcanza casi los 3000 °C. Hu destacó la importancia de la prueba del escudo térmico de la cápsula del Orion, ya que es un componente fundamental para sobrevivir el ambiente de reingreso.
Orión retornará a la Tierra el 11 de diciembre. “Este es el vehículo que nos llevará de regreso a la Luna y creo que es uno de los momentos más importantes cuando pensamos en lo que ha hecho la generación Apolo y ahora la generación Artemis”, afirmó Hu.