Profunda ola de calor en el norte de Escandinavia pulveriza récords
El norte de Escandinavia ha vivido una de las semanas más calurosas de su historia con valores más típicos de España. En algunos casos las máximas se aproximaron a los 35 °C.
Si es que efectivamente Papá Noel vive en Laponia, en el norte de Finlandia, es probable que esté teniendo problemas para poder soportar el calor extremo que vive esa zona. Nada de postales de nieve, o de usar ese traje tan abrigado. Pero la deben estar pasando los renos. Hasta sería posible pensar en un cambio de look con la barba tan grande. Ironías aparte, efectivamente los termómetros quebraron varios récords al norte del círculo polar Artico, en el extremo septentrional de Finlandia y Noruega.
En Noruega, la estación de Lakselv-Banak, sobre los 70 grados de latitud norte, reportó el lunes pasado unos 34,3 °C, quebrando récords anteriores de 33 °C que se habían registrado en 1988 y 2018. Según reportaba Etienne Kapikian, meteorólogo de Meteo France, el récord por encima de 70 °N es de 36,7 °C en Hatanga, Rusia, del 1 de julio de 1979. La diferencia es que ese punto tiene un clima mucho más continental que el extremo norte de Escandinavia.
Por su parte en Utsjoki Kevo, Finlandia, se registraron 33,6 °C, quebrando el récord anterior de 33,4 °C del 18 de julio de 2018. Para contextualizar estas temperaturas es importante aclarar que se ubicaron entre 10 y 15 grados por encima de los promedios climáticos. Las máximas esperables deberían rondar valores de entre 23 y 25 °C para esta época del año. Según indicó eldiario.es, en algunos puntos de Laponia se registraron los valores de temperatura más altos desde 1914. El Instituto de Meteorología de Finlandia tiene estadísticas comparable desde 1844.
Posible conexión con la ola de calor de Norteamérica
Una de las ciudades de Laponia que vio quebrar récords fue Kevo, que registró una temperatura máxima de 33,6 grados el domingo último, y fue el día más caluroso desde 1914, cuando se registraron 34,7 grados. Aunque todavía queda mucho por analizar, Michael Reeder, profesor de Meteorología en la escuela de la Tierra, la Atmósfera y el Medio Ambiente en la Universidad de Monash (Australia), ha dicho que los acontecimientos en los continentes europeo y norteamericano están relacionados.
Reeder ha indicado, sobre las condiciones meteorológicas que dieron lugar a la formación de la ola de calor norteamericana, que una depresión tropical en el Pacífico occidental, cerca de Japón, perturbó la atmósfera, creando ondas alrededor del hemisferio. Esa onda rompió al oeste de Canadá, desencadenando las condiciones para la ola de calor.
En el caso del norte de Escandinavia, un anticiclón de bloqueo ubicado al este de Europa permitió un profundo flujo persistente del sur que sirvió de vía para que aire cálido llegue tan al norte. Esa corriente de aire cálido logró comprimirse por acción de las altas presiones, logrando alcanzar los valores récords mencionados. Esta ola de calor se da luego de una primera, ocurrida aun en primavera, que generó calor extremo sobre parte de Europa oriental y Rusia, con temperaturas holgadamente por encima de los 40 °C.
El calor extremo cada vez más recurrente
Reeder usó un ejemplo musical para hacer entendible lo que señalaba: "Es como puntear la cuerda de una guitarra. La perturbación se propagó a lo largo de la corriente en chorro, llegó a Norteamérica, se amplificó y produjo un gran sistema de alta presión en la parte media de la atmósfera. En su línea de análisis agrega que eso había desencadenado otra ola sobre el Atlántico Norte que luego se rompió y produjo las condiciones para las altas temperaturas en las regiones nórdicas.
En el caso de Suecia, junio fue el tercero más caluroso a nivel nacional. En otros lugares del mundo las altas temperaturas extremas se han hecho recurrentes este 2021. En Nueva Zelanda, junio fue el mes más caluroso registrado, aun siendo el inicio del invierno. En todos los casos, el comportamiento de la corriente en chorro ha sido uno de los desencadenantes de los valores extremos.
Mientras, condiciones extremas podrán registrarse en parte del centro y sur de España este fin de semana, con máximas que podrán ubicarse incluso por encima de los 42 °C. Esta irrupción de aire caluroso que llegará desde el Sahara será muy corta, y no alcanzaría las condiciones para ola de calor. Pero escondería un récord impactante para los meteorólogos. La mayoría de los modelos estiman temperaturas del orden de los 32 °C en el nivel de 850 hPa. (a unos 1500 metros de altura), un valor que nunca se ha observado desde que hay registros.