¿Quién se robó mi lluvia? El mito de los cañones antigranizo y los aviones rompertormentas
Un reclamo permanente de productores en ciertas regiones del planeta es que se prohíban los cañones antigranizo. Afirman que impiden que llueva... ¿Qué hay de cierto en ello?
En la Europa del siglo XIV, la gente pensaba que podía evitar que se produjera una granizada al hacer sonar las campanas de la iglesia o disparar cañones. Para fines del siglo XIX, había cientos de cañones antigranizo protegiendo los viñedos de Italia, Francia y Austria.
En 2010, productores rurales de Argentina presentaron una acción colectiva de amparo ambiental ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para que prohíba el uso de cañones antigranizo en áreas frutícolas, afirmando que disipan las tormentas y las lluvias, acentúan la sequía y perjudican las explotaciones agropecuarias
En 2017, una granizada dañó los autos fabricados por la planta de Volkswagen en Puebla, México, causando pérdidas por 20 millones de dólares. En 2018, la automotriz instaló tres cañones antigranizo en la que es la segunda mayor fábrica de la empresa fuera de Europa.
En 2024 y después de 30 años, la provincia de Mendoza abandona la lucha antigranizo mediante la siembra de nubes. Las dudas sobre su efectividad fueron el factor decisivo para desactivar este método para disminuir el riesgo de daños por granizo.
La lucha antigranizo parece ser efectiva para algunos, pero para otros es una fuente de problemas. La lucha antigranizo sólo genera polémica en la sociedad, no así en la comunidad científica: no hay pruebas de que sea efectiva.
¿Qué es un cañón antigranizo?
Los promotores de los cañones antigranizo en Europa, admitieron que no eran efectivos luego de que numerosas granizadas arrasaran regiones en Austria, Francia e Italia entre 1902 y 1904. Pese a esos desastres y a la falta de respaldo científico, los cañones antigranizo han reencarnado en una versión más sofisticada, y su uso se ha extendido a todo el planeta.
De acuerdo con los entusiastas de este sistema, esas ondas de choque interfieren el proceso de formación del granizo impidiendo que el agua se cristalice, haciendo que la precipitación sea líquida en lugar de sólida.
Al momento, no hay evidencia científica que indique que este, ni cualquier otro sistema de modificación artificial del tiempo sea efectivo. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) indica que hay más de 50 países que ejecutan programas operativos para modificar artificialmente el tiempo, pero por la complejidad y variabilidad de los sistemas meteorológicos, los resultados aún son inciertos, como difícil es verificar la eficacia de la técnica.
Cañones de guerra
Productores del sur bonaerense, Río Negro y La Pampa, elevaron un reclamo a la Corte Suprema de la Nación, pidiendo se prohíban los cañones antigranizo ya que generaban la “evaporación artificial de tormentas de lluvia, la acentuación de la sequía y un perjuicio hacia sus explotaciones”.
El máximo órgano judicial se declaró incompetente en noviembre de 2010, señalando que el planteo debe ser ventilado ante la Justicia local que corresponda, en consideración a las autonomías provinciales, y sin otro tipo de consideración sobre su efectividad o perjuicios.
En marzo de 2024, el gobierno de San Juan se basó en un informe de la Universidad Nacional de San Juan que, en línea con el consenso científico mundial, indica que su uso “es una pérdida completa de dinero, tiempo y esfuerzo”. Sin embargo, el mismo reporte sugiere que, “a fin de evitar conflicto entre Naciones, Regiones, Provincias, Departamentos y/o vecinos de un lugar”, se los prohíba en todo el ámbito provincial y nacional al considerarlos “armas de guerra, y su uso es considerado como una práctica hostil”’.
Esta conclusión es contraproducente, ya que les confiere una efectividad y alcance que no tienen ni los cañones antigranizo, ni la lucha antigranizo llevada a cabo por los denominados “aviones rompetormentas”. Sólo deja tranqueras abiertas a un campo fértil para los amantes de las teorías conspirativas.
En Junio de 2024, ante el reclamo de productores agrícolas, el gobierno de la provincia de Córdoba estableció un protocolo para analizar “posibles manipulaciones” del clima. Nuevamente, en lugar de ser tajantes en cuanto a desarmar las teorías conspirativas (en este caso la de los supuestos “aviones rompetormentas que adulteran el clima para afectar los ciclos hidrológicos naturales”), se les da entidad.
¿Los cañones antigranizo espantan la lluvia?
Las comunidades campesinas colindantes a la planta de Volkswagen en Puebla, comenzaron a culpar a la automotriz de la falta de lluvias. Es que desde que comenzaron a oírse las explosiones de los cañones antigranizo, notaron que llovía menos de lo necesario para sus cultivos. “Esos cañones queman las nubes y espantan la lluvia”, decían los campesinos.
Ante la sequía evidente, en junio de 2018 más de 100 campesinos bloquearon la planta, exigiendo ser recibidos. No fue suficiente que se les explicara que no hay pruebas científicas de que los cañones puedan reducir las lluvias. Y el conflicto continuó.
Si bien los funcionarios locales y nacionales estaban convencidos que no hay correlación entre el uso de cañones antigranizo y la sequía, el conflicto escaló: eran cerca de 800 los campesinos inconformes bloqueando autopistas y la planta. Movimientos y organizaciones campesinas, motivaban a los vecinos a manifestarse en contra de la empresa. Ante este escenario, Volkswagen y el gobierno estatal decidieron acordar que se dejaran de usar los cañones de forma automática.
La navaja de Ockham
No es coincidencia que en todas las regiones del planeta donde se presentan quejas similares, sean zonas áridas o semiáridas. El Estado de Puebla, es potencialmente vulnerable en un 85 % de su territorio a la sequía en algún grado. Esto es por la variabilidad en la precipitación, baja humedad del suelo, altas temperaturas y evapotranspiración dada en la vegetación en zonas áridas y semiáridas.
Las provincias argentinas donde se denuncia la presencia de cañones antigranizo o aviones rompetormentas que se utilizan “para que no llueva”, por parte de individuos no identificados y con fines desconocidos, se encuentran en la denominada “diagonal árida de América del Sur”, macrorregión fisiográfica natural caracterizada por su pronunciada aridez. Argentina tiene cerca del 75 % de su territorio con zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, y se ubica entre los países con mayor riesgo de desertificación, motorizado entre otros motivos, por el cambio climático.
Hipócrates decía: “La ciencia es el padre del conocimiento, pero las opiniones son las que engendran la ignorancia”.
Debemos hacerle caso a Hipócrates. De otro modo, volveremos a creer que un campanazo de iglesia puede evitar que caiga granizo.