Se reanalizó la radiación en la zona de exclusión de Chernobyl
El accidente de la Central Nuclear de Chernobyl en 1986 provocó graves daños y la evacuación de cientos de miles de personas, dejando esa región prácticamente desierta. Ahora, se vuelve a analizar la radiación debido a los animales que allí viven.
Más de 30 años después del accidente en la central nuclear de Chernobyl, un radio de 30 km desde la central eléctrica permanece casi completamente desprovisto de actividad humana, creando un refugio para la vida silvestre.
Sin embargo, los científicos no están de acuerdo sobre los efectos de la radiación persistente en las poblaciones de animales en esta región, llamada Zona de Exclusión. Un nuevo análisis, basado en una estimación de las dosis reales que reciben los animales en varias partes de este sitio, apoya la hipótesis de que las áreas con mayor radiación tienen menos mamíferos.
"Los efectos que vimos son consistentes con la sabiduría convencional sobre la radiación", dice el biólogo de la Universidad de Carolina del Sur, Timothy Mousseau, coautor del nuevo estudio, publicado en Scientific Reports. "Lo que es sorprendente es que tomó mucho tiempo comenzar a analizar esto de una manera rigurosa y completa".
Los diversos estudios
El nuevo estudio volvió a analizar los datos recogidos en 2009. En ese año, los mismos investigadores utilizaron rastros en la nieve para estimar la abundancia de 12 especies de mamíferos, desde caballos hasta jabalíes, de 161 sitios en unos 480 km2 en la Zona de Exclusión.
Se encontraron menos mamíferos en áreas con mayor radiación de fondo. Sin embargo, en los estudios posteriores no encontraron ninguna correlación significativa entre los niveles de radiación y la abundancia de los mamíferos. Pero Mousseau y su equipo dicen que los tres estudios analizaron la exposición a la radiación de manera muy superficial.
Los estudios anteriores se han basado únicamente en mediciones de radiación ambiental. Para este nuevo análisis, los investigadores utilizaron sus recuentos originales de mamíferos, pero estimaron las dosis totales de radiación que estos animales probablemente recibirían a lo largo de sus vidas, combinando datos sobre cada especie (incluido el tamaño, la dieta y la esperanza media de vida) con niveles de radiación basados en muestras de suelo y cálculos.
De esta forma, el equipo descubrió que los sitios indicados como más radiactivos tenían menos mamíferos. Muchos estudios anteriores han relacionado la exposición a la radiación, en estos niveles estimados, con efectos destructivos genéticos, fisiológicos y reproductivos, dijo Mousseau.
Pero, según el ecologista de vida silvestre de la Universidad de Georgia, James Beasley, coautor de estudios contradictorios anteriores, el artículo adolece de "fallas críticas", principalmente en la forma en que los autores estimaron la abundancia de animales, ya que los sitios de medición, enfatiza, no estaban espaciados adecuadamente o no eran lo suficientemente extensos como para sacar conclusiones sobre toda el área.
Karine Beaugelin-Seiller, autora principal del estudio y radioecóloga del Instituto de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear de Francia, está de acuerdo en que persiste la incertidumbre. Aún así, dice Seiller, el estudio proporciona una forma más precisa de establecer la conexión entre la exposición a la radiación y los efectos, lo que podría conducir a futuras y mejores investigaciones.