Regresan casos de malaria autóctona a los Estados Unidos
Casos autóctonos de malaria han regresado al sur de los Estados Unidos luego de 20 años. Los especialistas creen que ello se debe a un conjunto de cosas de las que no se puede descartar el cambio climático con noches más cálidas y persistentes.
La malaria es una enfermedad transmitida por un mosquito y había sido erradicada de los Estados Unidos. Pero ahora, algunos casos autóctonos han aparecido, lo que hace que esta enfermedad esté nuevamente presente en ese país. Se están tratando de investigar las causas, aunque los especialistas apuntan, entre otras cosas a la migración mundial y al aumento de las temperaturas por el cambio climático.
A este combo de cosas se le suman los escasos fondos públicos que se destinan para evitar que enfermedades como estas estén de regreso. De acuerdo a un informe de Wired, al menos cuatro personas del estado de Florida y una de Texas han sido diagnosticadas de malaria. Ninguna de ellas han viajado fuera del país, incluso no se movieron de sus estados.
Estos datos indican claramente a las autoridades sanitarias que se tratan de casos autóctonos, y que la enfermedad está circulando dentro del país, ya que son casos alejados geográficamente unos de otros. Ahora los especialistas se preguntan cuántas más personas pueden estar enfermas, y que capacidad tienen los médicos para reconocerla.
Hasta ahora eran todos casos importados
Como sea el resultado, es un paso atrás y el regreso de una enfermedad que se creía desaparecida. Si es cierto que no algo que no ocurra cada año. Unos 2.000 residentes la contraen, pero porque viajaron a un lugar donde es endémica, allí les picó un mosquito infectado y enfermaron al volver a casa. El paludismo adquirido localmente es extremadamente raro.
La enfermedad local surge de una cadena de transmisión que posiblemente empieza cuando un mosquito estadounidense pica a un turista, emigrante o refugiado que ha estado en un país endémico y lleva la infección en la sangre. A continuación, el insecto la transmite picando a otra persona. Esto no ha ocurrido en Estados Unidos desde 2003, o sea ya hace 20 años.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente a nivel mundial se producen unos 247 millones de casos de paludismo, transmitidos por el mosquito. En el medio, los humanos son el huésped natural de la enfermedad. Los mosquitos pican a personas enfermas y la traspasan a otras personas. Es por eso que cuando alguien es diagnosticado con paludismo, los especialistas buscan saber quién más ya ha estado enfermo.
El efecto del aumento de la temperatura
En las zonas donde aparecieron los casos se han recolectado mosquitos para analizarlos, y se está desinfectando la región. Y las personas afectadas han sido tratadas y se están recuperando. La malaria fue erradicada como enfermedad de presencia permanente en 1951 luego de una gran campaña tras la finalización de la segunda guerra mundial. Los casos de 2003 fueron casos locales pero se lograron focalizar. El problema para médicos que no están acostumbrados a tratarla, es que los síntomas se enmascaran con los de la gripe común, con fiebre y decaimiento.
Los riesgos que plantean enfermedades como el dengue, el zika, el virus del Nilo Occidental, y la malaria, han hecho que los especialistas estadounidenses empiecen a pensar en el impacto del cambio climático sobre las enfermedades transmitidas por mosquitos. Las especies de mosquitos que las propagan parecen estar ampliando sus áreas de distribución, y las fuertes tormentas y las noches cálidas provocadas pueden hacer que las zonas sean más propicias para el avance.
Según consigna Wired, los viajeros pueden prevenir la infección por paludismo tomando una dosis diaria o semanal de fármacos que matan al parásito cuando circula por la sangre o se reproduce en el hígado. Sin embargo, casi todos los antipalúdicos tienen efectos secundarios, desde leves como malestar estomacal y dolores de cabeza hasta sueños vívidos y destellos de psicosis, por lo que la gente suele renunciar a ellos.