Roland Garros: ¿cómo se reciclan las pelotas de tenis usadas?
Cada año se utilizan cientos de miles de pelotas de tenis en torneos como el Abierto de Francia. Por desgracia, muchas de ellas acaban en basureros, donde permanecen cientos de años antes de descomponerse.
El torneo Roland Garros comenzó el pasado fin de semana en París, y las miles de pelotas de tenis que se utilizan cada día plantean un verdadero problema medioambiental: ¿cómo pueden reciclarse?
Operación Pelota Amarilla
Las pelotas de tenis están formadas por un núcleo de caucho y un exterior de fieltro, lo que dificulta su degradación. De hecho, una pelota de tenis puede tardar más de 400 años en descomponerse por completo si acaba en un vertedero.
Un torneo como Roland Garros puede utilizar hasta 100.000 de estas pelotas de tenis, que se cambian tras sólo nueve partidos, cuando se estropean y pierden presión. Por ello, su reciclaje se está convirtiendo en una cuestión clave, para evitar que se acumulen en vertederos o en el medio ambiente, un asunto que la FFT (Federación Francesa de Tenis) aborda desde 2009 con la Operación Pelota Amarilla.
Desde entonces, la FFT ha instalado más de cincuenta puntos de recogida de pelotas de tenis en toda Francia para recuperar y reciclar un gran número de pelotas usadas. Una vez recogidas, sólo se recicla el núcleo de caucho de las pelotas, que se transforma en grava para fabricar pavimentos deportivos, que luego se instalan en lugares con vocación social y solidaria.
La Operación Pelota Amarilla ya ha dado lugar a la creación de 47 pistas deportivas en todo el país. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer antes de que todos los balones sean realmente reciclados. De los 17 millones de balones que se venden cada año en Francia, la asociación sólo procesa un millón.
El reciclaje aún está lejos de ser suficiente
Además del número de pelotas que maneja la FFT, que es demasiado pequeña en comparación con la cantidad de pelotas vendidas cada año, también está el problema del fieltro, que no se recicla en absoluto. Por tanto, es importante encontrar nuevos mercados para estas pelotas de tenis.
Algunas start-ups ya han ideado otros métodos de reciclaje, como convertir pelotas en parlantes Bluetooth o utilizar los cordajes de las raquetas para confeccionar ropa, pero todo esto sigue siendo anecdótico. Renewaball, una start-up con sede en los Países Bajos, ha encontrado una solución a una escala mucho mayor produciendo pelotas de tenis y pádel «circulares», el 25% de las cuales se fabrican a partir de pelotas usadas.
Renewaball recoge pelotas usadas de los clubes de tenis de toda Europa y utiliza el caucho de las mismas para fabricar pelotas nuevas. En cuanto al fieltro, la start-up utiliza lana de oveja para fabricar sus pelotas nuevas, mientras que el fieltro recuperado de las pelotas viejas se reutiliza en la industria del mueble. La iniciativa es, pues, prometedora y ya ha sido aprobada por la Federación Internacional de Tenis (ITF). Sin embargo, aún no se utiliza en torneos de la ATP como Roland Garros.
No obstante, la ITF se toma muy en serio el problema de la contaminación de las pelotas de tenis, y ha puesto en marcha un grupo de trabajo sobre el tema en 2022, con el objetivo de encontrar soluciones sostenibles y a gran escala para intentar limitar al máximo su impacto medioambiental.
Mientras tanto, puedes encontrar nuevos usos para tus pelotas de tenis usadas, como minijardineras, guirnaldas para las fiestas, juguetes para mascotas o incluso ejercicios de fisioterapia, todo ello con el objetivo de mantenerlas fuera de nuestros vertederos, donde permanecerán durante cientos de años.