Santa Rosa le podría dar un impulso clave al campo: hay cultivos que dependen de las lluvias de este fin de semana
Este fin de semana podría se determinante para miles de productores que buscan avanzar en el ciclo productivo. La próxima semana podrían reactivarse las labores de siembra y aplicación de insumos.
Las lluvias que se están registrando en distintas zonas agrícolas, podrían cambiarle la cara a la campaña agrícola y por supuesto impactarán en el ánimo y el semblante de miles de productores agropecuarios que intentan tomar decisiones certeras en una campaña desafiante por donde se la mire. El escenario es complejo, porque no hubo lluvias en los últimos días y sin agua sólo resta mirar al cielo: no se puede sembrar, no se puede fertilizar y sólo crecen la angustia y la desesperación.
Sin embargo, este evento de lluvias que se esta registrando en la región centro -dependiendo de cuántos milímetros deje en las zonas agrícolas- podría despertar el interés de los agricultores y dinamizar un mercado que hasta ahora estaba paralizado. Que se genere un evento de lluvias cuando la siembra maicera está a punto de arrancar, es música para los oídos de un productor.
No hay tiempo que perder, porque nadie quiere arriesgarse a no poder sembrar temprano. Las fechas de siembra tardía, en especial las de diciembre, están descartadas por los productores por los efectos que provocó el paquete de enfermedades transmitidas por la chicharrita.
Sembrar o no sembrar, esa es la cuestión
El último reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario anticipa que “luego de las lluvias del fin de semana, comenzará la siembra de maíz en la zona”. Advierte además que, más allá de las previsiones de agua y temperatura del suelo que son importantes para asegurar una emergencia pareja, la decisión esta tomada.
La caída de la intención de siembra del maíz de este año era impensable un año atrás, ya que el cultivo venía de una tendencia muy clara de crecimiento constante. En los últimos 10 ciclos, el maíz no paró de ganar en área, tecnología, inversión aplicada y rindes frente al cultivo de la soja en la región núcleo: pasó de 700.000 ha en la 2014/15 a casi 2 millones en la reciente campaña.
Luego de crecer casi interrumpidamente, el efecto combinado de la chicharrita, la “Niña” y la baja de los precios internacionales casi duplicaría la reducción de área en esta próxima campaña frente a la del 2023/24. Se estima que la caída de área para el ciclo que esta comenzando seria de 600.000 ha, o 30 % menos y de concretarse, sería la mayor caída del cultivo en los últimos 17 años.
Este dato catastrófico, sólo podría verse morigerado si las lluvias de este fin de semana son abundantes y heterogéneas, como para incentivar al productor a volcarse a un maíz temprano que de todas maneras no tendría la inversión en paquete tecnológico que tuvo años atrás. Hoy nadie se plantea hacer maíz tardío y lo que no se siembre con el cereal, se sembrará con soja.
El trigo, en estado de alerta
El otro cultivo que espera lluvias es el trigo. Los expertos de la BCR detallaron en el último informe de avance de campaña que “con más de 20 mm, el potencial de rendimiento de trigo se salva”, pero además de la llegada de las lluvias deberían dejar de producirse heladas tan violentas que a partir de ahora podrían resentir la productividad”.
En cuanto al desarrollo del cereal, la entidad bursátil indicó que “el 10 % comenzó el encañazón y tras otra semana sin lluvias, desaparecieron los lotes que estaban en excelente condiciones y aumentaron los de estado regular, que ahora totalizan el 12 %. Los lotes muy buenos se mantienen en el 30 % del área y los muy buenos, en el 58 %”.
De hecho, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires advirtió en el último Panorama Agrícola Semanal que “las bajas temperaturas demoran el desarrollo y limitan el crecimiento del trigo” en coincidencia con lo explicado por la entidad rosarina. Los números a nivel nacional son similares, ya que el cultivo sostiene una condición normal a excelente en el 83,5 % de las 6,3 MHa estimadas.
Las lluvias dan esperanza, porque impulsarían el crecimiento del cultivo de cara a la entrada en estadios reproductivos. En las zonas alcanzadas por las lluvias de las semanas previas se observaron mejoras en el estado general de las plantas, sobre todo en aquellos sectores donde se logró una correcta incorporación de los fertilizantes aplicados.
Buen panorama para el girasol y el sorgo
Según la BCBA, la siembra de la oleaginosa marcó un progreso intersemanal de 3 p.p. cubriendo el 5,2 % del área proyectada en 1,85 MHa. Tras las lluvias de la semana pasada, las labores se concentraron sobre el margen este del NEA, donde el progreso regional superó los 20 p.p., mientras que sobre el centro norte de Santa Fe y centro este de Entre Ríos la falta de humedad demora la entrada de las sembradoras.
En tanto, la cosecha de sorgo granífero finalizó luego de haberse recolectado los lotes que restaban en el sur del área agrícola alcanzando la proyección de 3 MTn. El rendimiento medio se ubicó en los 36 qq/Ha, lo que significa una mejora del 18 % respecto a la campaña anterior y similar al promedio de los últimos cinco años.
Según el análisis realizado por la entidad porteña, “la zona que mayor volumen aportó fue el NEA, con unas 700.000 Tn, lo que se encuentra dentro del promedio del último quinquenio. El centro norte de Santa Fe aporto 580.000 Tn, situándose 13 % por encima del promedio 2018/23 y la tercera región en importancia fue el centro norte de Córdoba, que aporto 286.000 Tn, situándose un -15 % por debajo del promedio zonal.