Satélite detecta dónde están las mayores fugas de metano en el mundo

Las imágenes capturadas por un satélite fueron usadas para detectar los puntos del mundo que son ultraemisores de metano y las fugas de este gas de efecto invernadero son alarmantes.

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Los satélites se convirtieron en grandes herramientas para detectar las fugas de metano.

Un satélite europeo revela los sitios del mundo que son "ultraemisores" de metano. Los más grandes de ellos son parte de la industria petrolera y se encuentran en las principales cuencas productoras de petróleo y gas. El metano es un potente gas de efecto invernadero y reducir estas fugas podría contribuir notablemente a combatir el cambio climático.

Se cree que las pérdidas son, en su mayoría, involuntarias, y repararlas sería un paso importante para ganar tiempo adicional para frenar la emisión de gases de efecto invernadero. "Sabíamos antes sobre explosiones de gas individuales, pero este trabajo muestra la verdadera huella de metano de las operaciones de petróleo y gas en todo el planeta", explica Riley Duren, autor del artículo y director ejecutivo de Carbon Mapper, que rastrea las emisiones de metano.

El metano suele escaparse de las instalaciones de petróleo y gas durante las operaciones de mantenimiento, mientras se repara una válvula o una tubería, por ejemplo, o de las estaciones de compresión, instalaciones que mantienen el flujo y la presión del gas natural. También se produce en los vertederos, la agricultura y la producción de carbón. Esta investigación se centró en detectar fugas de petróleo y gas que pueden ser tapadas si las empresas invierten en prevención.

Entre las casi 400 millones de toneladas de emisiones de metano relacionadas con el hombre cada año, se estima que la producción de petróleo y gas representa alrededor de un tercio.

Las imágenes detectaron fugas de más de 25 toneladas de metano por hora. Eso es “muchísimo”, dice Steve Hamburg del Environmental Defense Fund (EDF), una organización estadounidense sin fines de lucro. “En conjunto, contribuyen con alrededor de 8 millones de toneladas de metano al año, alrededor de una décima parte de las emisiones anuales totales de la industria del petróleo y el gas para 2019-20”, comentó.

En conjunto, contribuyen con alrededor de 8 millones de toneladas de metano al año, alrededor de una décima parte de las emisiones anuales totales de la industria del petróleo y el gas para 2019-20.

Según el informe, Turkmenistán fue el mayor ultraemisor de todos, liberando más de un millón de toneladas de metano entre 2019 y 2020. Rusia ocupó el segundo lugar con poco menos de un millón de toneladas, seguida de Estados Unidos, Irán, Argelia y Kazajistán. El recuento de EE.UU. es probablemente bajo porque excluyó una importante región de petróleo y gas. El estudio también encontró que los sitios ultra emisores están liberando tanto metano, que podría venderse y que debería ser rentable resolverlo.

Los satélites como aliados en el monitoreo

El Dr. Lauvaux y sus colegas descubrieron que podían detectar lugares con emisores grandes, los que liberan más de 25 toneladas por hora, en datos de un sensor a bordo de un satélite europeo, Sentinel 5. Utilizando datos de 2019 y 2020, localizaron aproximadamente 1.200 de estos alrededor del mundo.

El satélite no está en todas partes todo el tiempo, por lo que los hallazgos se basan en una instantánea y es posible que algunos puntos de emisiones no hayan sido detectados. Los científicos dicen que si bien el alcance global de la investigación es bienvenido, vale la pena recordar que los ultraemisores son solo una pequeña parte del problema del metano del petróleo y el gas.

Hasta hace poco, la identificación de los principales emisores de metano se hacía en gran medida a través de sensores remotos de aviones, drones o equipos de superficie, que solo pueden detectar emisiones en áreas relativamente pequeñas, generalmente durante períodos cortos. Los satélites pueden proporcionar una cobertura continua mucho más amplia, pero con una resolución más baja lo que dificulta la identificación de las fuentes de emisiones.