Se cerró el excepcional agujero de ozono aparecido en el Ártico

El agujero de ozono ártico que sorprendió a científicos llega a su fin. Diferente a su par antártico, la explicación está relacionada con fuertes corrientes de los oestes y nubes estratosféricas.

Nubes estratosféricas
Las nubes estratosféricas ayuydan a deteriorar rápidamente a las moléculas de ozono.

A principios de abril en Meteored Argentina habíamos informado sobre el agujero de ozono que se había formado sobre el polo norte. Un evento muy poco frecuente en el hemisferio norte y que alcanzó valores récord. El adelgazamiento de la capa de ozono sobre el Ártico ha tenido una génesis diferente al que cada año se desarrolla sobre el polo sur.

En el caso del hemisferio sur, el debilitamiento en la capa protectora de ozono está relacionado con la presencia de gases clorofluorocarbonos (CFC) que destruyen la presencia molecular del gas. El ozono, conformado por tres átomos de oxígeno es altamente inestable, y los CFC lo desintegran hacia formas más estables.

El fenómeno de la caída en la concentración de ozono en el Ártico se relacionó con fuertes vientos del oeste que mantuvieron aire muy frío dentro del vórtice polar. Esto dio lugar al desarrollo de mayor cantidad de nubosidad estratosférica que potenciaron reacciones químicas que destruyeron el ozono. Al avanzar la primavera, esa situación se ha ido degradando.

EL COVID-19 no tiene nada que ver

Según lo informado por EuroNews, el agujero de ozono sobre el Ártico se ha cerrado después de mantener en vilo a los científicos. Si bien Antje Innes, científico del proyecto Copernicus, comenta que el vórtice polar puede reforzarse en los próximos días, no se prevé que la caída en los niveles de ozono se repitan.

Los científicos también aclaran que el cierre de este agujero en la capa de ozono no tiene relación con la reducción de contaminación que ha permitido el confinamiento en gran parte del mundo para frenar la pandemia de COVID-19. En realidad ha sido posible debido a la disolución del vórtice polar que se ha dividido en dos, y la suba de temperaturas sobre el Ártico, que ya alcanzó hasta 20°C por encima de los valores promedios para esta época del año.

El sitio LiveScience detalla que los vientos intensos del vórtice polar, encerraron aire muy frío que permitieron una masiva formación de nubes a gran altitud en la región. Estas nubes se mezclaron con contaminantes artificiales como el cloro y el bromo, destruyendo al ozono y formando un círculo con valores muy bajos que alcanzó tres veces el tamaño de Groenlandia. Al cambiar la situación de circulación, este especial agujero de ozono fue desapareciendo.

La historia llega a su fin

Para el Atmosphere Monitoring Service, parte del proyecto Copernicus de la Unión Europea, la última vez que se observó un agotamiento químico del ozono en el Ártico de similar intensidad fue durante la primavera de 2011, pero el de este 2020 ha resultado más intenso. La circulación polar en ambos hemisferio tienen grandes diferencias que hacen que los procesos también sean diferentes.

La estratosfera del Ártico por lo general está menos aislada que su contraparte antártica porque la presencia de masas de tierra y cordilleras cercanas perturba los patrones climáticos más que en el hemisferio sur. Según se señala desde el Copernicus Atmosphere Monitoring Service, esto explica por qué el vórtice polar en el hemisferio norte suele ser más débil y más perturbado que en el hemisferio sur, y las temperaturas no bajan tanto.

Sin embargo, en 2020 el vórtice polar ártico ha sido excepcionalmente fuerte y de larga vida. Además, las temperaturas en la estratosfera ártica fueron lo suficientemente bajas durante varios meses a principios de este año para permitir la formación suficiente de nubes estratosféricas que resultó en grandes pérdidas de ozono. Esa historia parece haber llegado a su fin.