Se siguen perdiendo bosques a nivel global pero a menor ritmo que en años anteriores
Si bien las tasas de pérdidas de bosques primarios siguen altas, se observa un decrecimiento respecto de años anteriores. La pérdida de bosques cae en Brasil y Colombia, pero se mantiene alta en paises como Bolivia o la República Democrática del Congo.
Los datos concretos indican que entre 2022 y 2023, Brasil y Colombia experimentaron una disminución considerable del 36 % y el 49 % en la pérdida de bosques primarios, respectivamente. Sin embargo, a pesar de estas reducciones dramáticas, la tasa de pérdida de bosques primarios tropicales en 2023 se mantuvo acorde con la de años recientes, según los datos nuevos del laboratorio GLAD de la Universidad de Maryland y que está disponibles en la plataforma Global Forest Watch del World Resources Institute (WRI).
En el informe se hace mención a que dado que algunos países demuestran voluntad política para reducir la pérdida de bosques y otros no, las fronteras respecto a estas pérdidas están cambiando. Por caso, se contrarrestaron las reducciones considerables en Brasil y Colombia con los aumentos fuertes de pérdida de bosques en Bolivia, Laos y Nicaragua, y con aumentos más moderados en otros países.
Pero tal vez, este es el dato más impactante: la pérdida total de bosques primarios tropicales en 2023 alcanzó un total de 3,7 millones de hectáreas, lo que equivale a perder casi 10 campos de fútbol en bosques por minuto. Si bien esto representa una disminución del 9 % con respecto a 2022, la tasa en 2023 fue casi idéntica a las de 2019 y 2021.
Toda esta pérdida de bosques produjo 2.4 gigatoneladas (Gt) de emisiones de dióxido de carbono en 2023, una cifra que equivalente a casi la mitad de las emisiones anuales de combustibles fósiles de Estados Unidos.
La importancia de los bosques tropicales
Líderes de 145 países se habían comprometido a detener y revertir la pérdida de los bosques. Solo faltan seis años para el 2030, año para el cual debía ser realidad esa promesa. Si bien las disminuciones de pérdida de bosques en Brasil y Colombia son prometedoras para lograr ese compromiso, está claro que el mundo no está alcanzando sus objetivos.
En el gráfico que observamos por encima de este párrafo vemos que entre los 10 países con la mayor pérdida de bosques tropicales primarios en 2022 y 2023 Brasil sigue encabezando la lista seguido por la República Democrática del Congo. La mayor tasa de deforestación o la eliminación permanente de la cobertura arbórea causada por el hombre ocurre en los trópicos. Es allí donde se concentra el 96% de la pérdida mundial. Los bosques son tanto una fuente como un sumidero de carbono, ya que eliminan dióxido de carbono del aire cuando están de pie o vuelven a crecer y lo emiten cuando se talan o degradan.
Aproximadamente 1600 millones de personas, entre las que se incluyen casi 70 millones de personas de pueblos originarios, dependen de los recursos del bosque como fuente de sustento. La deforestación, particularmente en los trópicos, también afecta la temperatura y la precipitación locales de forma que puede agravar los efectos locales del cambio climático global, con consecuencias para la salud humana y la productividad agrícola.
El caso de Brasil
La importancia de los bosques radica en que albergan más biodiversidad que cualquier ecosistema en la Tierra y, a su vez, las especies que viven en los bosques tienen un papel importante ya que mantienen saludables a los ecosistemas, los recursos y los servicios de los que dependen las personas. El caso de Brasil es importante para el análisis por ser el que contiene la mayor superficie de selvas del planeta, y dentro del problema aparece una luz de esperanza.
Comparado con 2022, Brasil perdió un 36 % menos de bosques primarios en 2023, lo que representó el nivel más bajo desde 2015. Esa reducción se traduce en una disminución dramática en el porcentaje de la pérdida total de los bosques tropicales primarios de Brasil: de un 43 % del total tropical en 2022 a solo un 30 % del total en 2023. El bioma amazónico experimentó el mayor descenso, con un 39 % menos de pérdida de bosques primarios en 2023 que en 2022. Esto concuerda en gran medida con las cifras oficiales del gobierno, las cuales observan una disminución del 22 % en la deforestación amazónica de 2022 a 2023.
Estas noticias optimistas llegan en un momento en el que la Amazonia experimenta la peor sequía de la historia. Aunque, en general, la pérdida de bosques por incendios no aumentó en la Amazonia brasileña en 2023, en las áreas que rodean la ciudad de Manaos hubo incendios sin precedentes y el estado de Roraima experimentó una cifra récord de incendios en febrero de 2024. Crece la preocupación por el círculo vicioso entre la deforestación, el aumento de las temperaturas y la sequía, ya que puede resultar en un “punto crítico” más allá del cual ciertas partes de la Amazonia no podrían seguir siendo una selva tropical y se convertirían en una sabana.