Sequía severa y calor extremo en Buenos Aires: alerta por cianobacterias
El impacto de un evento “Triple La Niña” está golpeando duramente a la Argentina, y en particular a la provincia de Buenos Aires donde suman 78 los partidos bajo condiciones de “sequía severa”.
No hay un criterio único para definir “sequía”. De hecho, podemos encontrar más de 150 definiciones de sequía en la literatura científica.
El diccionario indicará que es un “Tiempo seco de larga duración”. El Servicio Meteorológico Nacional Argentino la define como “un desbalance entre la oferta y la demanda de agua, lo que lleva a un cambio abrupto en el ciclo hidrológico en alguna región determinada".
Pero cualquiera de nosotros puede identificar claramente los rasgos distintivos de una sequía con sólo verla, y de hecho, hasta podemos clasificarlas por su impacto: agrícola, cuando los suelos presentan déficit de humedad; hídrológica, cuando los niveles o caudales son inferiores a los habituales; meteorológica, cuando las precipitaciones son inferiores a las normales; o socioeconómica, cuando la escasez de agua afecta a las personas y a la actividad económica.
En el caso de “sequía severa”, se puede definir como un evento cuyo impacto abarca los cuatro rasgos principales, ya que está relacionado con las probables pérdidas en cultivos o pastos, alto riesgo de incendios y escasez de agua por la que se deben imponer restricciones en su uso. En el caso de la provincia de Buenos Aires, de los 135 partidos que la componen, 78 están en esta condición, y ya se están viendo algunos de los efectos indeseados de la sequía severa.
Efectos colaterales: las cianobacterias
Las cianobacterias, también conocidas como algas verdes-azules, son un grupo de bacterias fascinantes y muy importantes para la vida en nuestro planeta. De hecho, hace 3.600 millones de años desarrollaron el mecanismo de fotosíntesis y gracias a ellas la vida en nuestro planeta ha podido evolucionar. A ellas les debemos el oxígeno en la atmósfera, la clorofila en las plantas terrestres y entre otras cosas más, las podemos encontrar en cualquier parte del planeta. Pero, aunque su aspecto es similar al de las algas, son bacterias… y mucho más grande que la mayoría de las bacterias.
Lo más importante de estas bacterias es que realizan la fotosíntesis oxigénica: utilizan los electrones del agua para convertir energía lumínica del sol en energía y compuestos químicos inorgánicos, como el dióxido de carbono (para crear el efecto invernadero que permite que la temperatura se mantenga en un rango óptimo para la vida), el nitrógeno (nutriente usado por las plantas para producir hojas y mantener un buen color verde) el fósforo (usado por las plantas para ayudar a formar nuevas raíces, producir semillas, frutos y flores) y compuestos químicos orgánicos como el oxígeno (no creo que haga falta destacar su importancia).
Algunas cianobacterias soportan condiciones ambientales extremas y viven en ambientes tan inhóspitos como desiertos, aguas termales, glaciares, aguas muy alcalinas e incluso en el espacio exterior. Pero bajo determinadas condiciones ambientales, puede observarse un crecimiento muy rápido o explosivo, llamado “bloom” o “floración” cianobacterial.
Receta para un "bloom" cianobacterial
En el caso de cianobacterias presentes en agua, la floración o bloom puede ocurrir cuando hay abundante luz solar, días con altas temperaturas y poco viento, condiciones que se están registrando en estos días en gran parte del país. Si, además, como sucede debido a la condición de sequía severa registrada en parte de la provincia de Buenos Aires, el nivel de los arroyos ha disminuido drásticamente (muchos espejos de agua están a menos del 20% de su nivel habitual), hay menos oxigenación del agua y si la mano del hombre interviene al romper el equilibrio de nutrientes como el fósforo o el nitrógeno en el agua al volcar efluentes industriales o por el uso intensivo de fertilizantes, el resultado está cantado.
Si bien no todas las cianobacterias son tóxicas, en ocasión de una floración es posible que estén presentes las que son potencialmente tóxicas, y en ese caso es un peligro potencial para la salud de personas y animales.
El “cianosemáforo”
La Subsecretaría de Recursos Hídricos de la provincia de Buenos Aires desarrolló el Sistema de Alerta Temprana por Cianobacterias, donde se podrá observar el estado de estas en el territorio provincial.
Es que al practicar un deporte acuático, nadar, ingerir o estar en contacto con aguas que tengan presencia de cianobacterias, sus toxinas pueden causar náuseas, vómitos o diarrea; mal gusto en la boca; letargo, dolor de cabeza o fiebre; sangre en orina u orina oscura; disminución del apetito; contracción muscular, dificultad respiratoria; inflamaciones en la piel y conjuntivitis
Si no podés acceder al cianosemáforo y estás por entrar a un curso de agua, presta atención a ella y a la arena: si sobre el agua flotan unas partículas verde-azules, marrón-verdosas, rojizas o verde brillante, debemos evitar el contacto con el agua y la arena.
Al momento, y de acuerdo a este cianosemáforo, hay varios lugares en la provincia de Buenos Aires donde se debe evitar el contacto con el agua. El caso más destacado, es el de la Laguna de Lobos, donde además se ha observado una gran mortandad de peces. Se recomienda NO usar su agua para consumo de forma directa o para higiene personal, NO consumir alimentos que provengan de la laguna y alejar a los niños y mascotas hasta que la floración desaparezca.