Sequía: soluciones alternativas para ahorrar agua en el agro
La profunda y extensa sequía que está atravesando Argentina deja graves consecuencias para el campo. Te presentamos soluciones alternativas para reducir el consumo de agua en la agricultura.
La escasez de agua es un problema presente en todos los continentes, y sobre todo en los países en desarrollo que suelen estar ubicados en regiones áridas y dependientes de la agricultura. Los cultivos agrícolas absorben casi un 70% del agua disponible para el consumo humano, según el informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo. La cantidad de agua destinada a la agricultura podría duplicarse de aquí al año 2050.
Es por eso que los científicos e investigadores de todo el mundo están trabajando desde hace décadas desarrollando soluciones inteligentes para reducir la escasez de agua; trabajar en los pilares de la Agricultura Climáticamente Inteligente (CSA), es una de las claves.
A continuación te presentamos soluciones alternativas para reducir el consumo de agua en la agricultura.
Tratamiento de aguas residuales
Un claro ejemplo de excelente gestión del agua puede ser tomado de Israel, que practica la valoración de las aguas residuales como un recurso agrícola, motivado porque el 60% de su territorio es desértico. Este país utiliza técnicas innovadoras y ha revolucionado con un sistema de reciclaje de agua para abastecer el 25% de su uso agrícola.
En la actualidad, casi el 90% de sus aguas residuales se depuran para ser usadas en riego en Israel (cuatro veces más que en cualquier otro país del mundo), obteniendo un recurso de alta calidad que se usa principalmente en agricultura.
El reciclaje se realiza a través de pequeñas plantas municipales de tratamiento o por grandes plantas como Shafdan, la más grande del país. Esta trata 130 millones de metros cúbicos de aguas residuales al año y riega más del 60% de la agricultura en el Négev.
Otro país destacado en la política y desempeño hídrico y fuente de inspiración es Australia, que tiene un 70% de su superficie árida o semiárida y sólo el 6.7% de la tierra cultivable. Este escenario se ha complicado por la grave sequía de las últimas décadas, así cobró un gran interés la estrategia de gestión del agua.
Riego de alta tecnología
El riego inteligente utiliza tecnología de bajo costo automático basado en la información obtenida a través de sensores, estos calibran la humedad del suelo y permiten el riego y la aplicación de fertilizantes solo cuando los cultivos lo necesitan realmente.
Cada vez son más las empresas alrededor del mundo que capacitan agricultores para que puedan tomar las mejores decisiones para su campo, respaldadas por información, datos reales del estado del suelo y sus cultivos, para que logren reducir el consumo de agua (hasta en un 30%) gracias a los sensores de humedad del suelo.
Riego por goteo
Una manera práctica y económica de ahorrar agua en el agro es sin dudas el sistema de riego por goteo, exitoso en regiones áridas y semiáridas para la producción de hortalizas, cultivos y mantenimiento de árboles. La técnica consiste en riego frecuente en cantidades pequeñas y específicas, en la mayoría de los casos se cavan tuberías por debajo de la tierra y se abren pequeños orificios cerca de las raíces de las plantas, lo que garantiza que se pierda una cantidad mínima de agua por evaporación.
Las tuberías conducen el agua con frecuencia a intervalos cortos para proporcionar agua a las plantas justo donde las necesitan, optimizando el recurso, los emisores (goteros) incrementan la productividad y el rendimiento por unidad de superficie.
Puede usarse tanto a cielo abierto como en siembras bajo invernadero. Se recomienda para cultivos como huertas, montes frutales, agricultura orgánica, jardinería y sistemas agroforestales
Acuaponía
La acuaponía una solución destacada cuando el recurso del agua escasea. Se trata de la combinación de dos subsistemas: la acuicultura (la cría de peces), y la hidroponía (el cultivo de plantas en agua sin suelo). Estos sistemas pueden reducir el consumo de agua en un 90%, en comparación con la agricultura tradicional con tierra, y además no se utilizan agroquímicos ni fertilizantes.
Se trata de un círculo virtuoso entre peces y plantas, con un tercer organismo fundamental para el éxito que son las bacterias. Estas transforman los desechos de los peces, los mineralizan y nitrifican para convertirlos en nutrientes para las plantas. Luego el agua vuelve al contenedor donde crecen los peces sin residuos tóxicos. Por lo tanto, los residuos de un subsistema son aprovechados por el otro, y ambos conforman un sistema cerrado de recirculación, que produce proteína animal y hortalizas de calidad.
Agricultura regenerativa
Científicos especialistas en el agro avanzan investigando sobre la "agricultura regenerativa", una manera de recuperar el suelo al producir cultivos que tiene como objetivo aumentar la biodiversidad, enriquecer los suelos, mejorar las cuencas hidrográficas y mejorar la salud del ganado y la vida silvestre.
El fundamento se concentra principalmente en la salud del suelo, en lugar de las semillas que se plantan. Los campos resultan más resistentes durante condiciones de sequía u otro tipo de estrés.
La agricultura regenerativa promueve un sistema circular y holístico de la producción donde suelo/planta/animales/humanos conforman un todo indivisible.
Almacenamiento de agua
Es muy necesario realizar un trabajo de capacitación y ayuda centrada sobre todo en los pequeños y medianos agricultores, para que puedan adaptarse y logren reducir los efectos de la sequía, teniendo en cuenta que se prevé que las olas de calor y las sequías se produzcan cada vez con mayor intensidad y frecuencia debido al cambio climático
Es fundamental que exista un trabajo previo de canalización del agua, para que pueda entrar en funcionamiento cuando se den las lluvias. Estos desvíos se deben realizar de manera adecuada, con un trazado de canales dispuestos inteligentemente y con planificación, teniendo en cuenta múltiples consideraciones locales-regionales y haciendo uso de las nuevas tecnologías.
Uno de los errores típicos ocurre cuando algunos productores realizan espontáneamente canales de desagote de manera clandestina en el momento que atraviesan exceso de lluvias, para que el agua drene hacia otro sitio. Se desvía en ese momento el agua porque es una amenaza, causa pérdidas y molestias, pero sin tener en cuenta que en un futuro no muy lejano ese mismo recurso puede escasear.
Una recolección adecuada del agua de lluvia, y posterior almacenamiento eficiente hacia depósitos o tanques para que pueda ser utilizada en tiempos de escases de precipitaciones, es una de las soluciones más espontáneas.
Una forma de almacenamiento de agua de lluvia es a través de los conocidos “tanques australianos” de chapa galvanizada, un instrumento agrícola que actualmente se construye con una alta tecnología para mejorar su eficiencia y capacidad.
Son ideales para productores que dentro de su terreno no tienen problemas de espacio disponible, consiste en captar el agua de lluvia, que baja inclusive desde techos, a través de conexiones realizadas previamente, y se pueden cubrir con fundas para que el agua almacenada largos períodos.
Otro sistema de almacenamiento, pero que requiere una inversión más grande, es el “tanque cisterna enterrado”. Se necesitan conexiones específicas que transportan el agua hasta el tanque y no ocupa lugar sobre el terreno. Este contenedor de agua se fabrica en materiales que resisten a la intemperie y la corrosión, garantizan que el agua no se contamine y evita la proliferación de algas y bacterias.
Otro tipo de sistema de almacenamiento son los dispensadores, aunque su capacidad de almacenamiento es más limitada. Los hay en materiales como polietileno virgen reforzados con fibra de vidrio, con protección UV, suelen ser muy ligeros y libres de agentes corrosivos. Es un recurso más económico y no ocupa demasiado espacio.