Sequías reducen las colonias de abejas y amenazan los cultivos
Uno de los efectos directos de las sequías es la reducción de las colonias de abejas. Ese efecto impacta directamente sobre los cultivos que necesitan de las abejas para lograr la polinización.
Estados Unidos es uno de los principales productores de miel del mundo, y el estado que más produce es Dakota del Norte, que limita con Canadá en el norte de las Grandes Llanuras. Esta región registra una sequía prolongada, solo con algunas tormentas típicas del verano. El invierno pasado tampoco se caracterizó por recibir importantes nevadas.
Una de las consecuencias de esta sequía prolongada es el descenso en la producción de miel, de acuerdo a lo reportado por Big News Network. La falta de agua produce mayor mortandad de abejas, y por consiguiente menos miel y de menor calidad. Una menor población de abejas también impacta en otros productos, ya que su trabajo en la polinización es crucial.
Por ello, la escasez de abejas en el centro de Estados Unidos también ha puesto en peligro los cultivos de la Costa Oeste, como las almendras, las ciruelas y las manzanas, que dependen de la polinización de las abejas transportadas en camión desde Dakota del Norte durante los meses de invierno. De los 2,7 millones de colonias de abejas melíferas que hay en Estados Unidos, el 20% se encuentra en Dakota del Norte.
Una serie de eventos encadenados
De acuerdo a datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), los estados de Dakota del Norte y del Sur, Montana, y Minnesota fueron los encargados de producir el 46% de toda la producción de miel en 2020. Los apicultores suelen transportar parte de sus colmenas a California y a los estados vecinos durante el otoño y el invierno, y alquilan sus colonias a granjas de frutas y frutos secos para que polinicen los cultivos.
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Por todo ello, hay una fuerte conexión entre lo que ocurre en verano en algunos estados con lo que resultará en otros en invierno. En diálogo con Reuters, John Miller, propietario de Miller Honey Farms sostuvo que "lo que ocurre en Dakota del Norte en agosto tiene un impacto directo en lo que ocurre en California en febrero".
Las colonias de abejas son muy sensibles a las variaciones del ambiente y esa sensibilidad se observa en la productividad. Miller dijo que anticipa que recibirá menos de 13 kilogramos de miel por colonia este verano, en comparación con los 23 kilogramos de los últimos años.
El impacto sobre abejas silvestres
Las abejas han demostrado ser muy sensibles al cambio climático, y sus efectos se hacen sentir en cascada sobre varios sectores de la economía. Una falta de lluvias desencadenan varios hechos en cadena. Por un lado las floraciones son menores, y como resultado las abejas no se pueden alimentar correctamente y aumenta la mortandad en las colonias.
Pero el impacto no es solo sobre las abejas melíferas. Según un artículo de la Agencia Sinc, por ejemplo, Chile alberga cerca del 2% del total de abejas silvestres de todo el mundo, es decir unas 440 especies que se caracterizan por no ser sociales, no vivir en familia y no producir miel. Pero esas abejas son resultan vitales para el sustento de los ecosistemas naturales y el bosque nativo.
Estos insectos son especialmente vulnerables al cambio climático ya que tienen poca capacidad de reacción ante los desastres naturales, cada vez más frecuentes en la región, donde los incendios forestales son cada vez más frecuentes. Todavía no existen estudios sólidos que puedan demostrar el efecto sobre la biodiversidad de esos ambientes ante la menor presencia de abejas silvestres.