Sin retorno: se secó el segundo lago más grande de Bolivia
Varias causas confluyen para que esta vez los especialistas estimen que este lago de agua salada ubicado a 3700m de altura ya no pueda recuperarse. Perdidas enormes en la biodiversidad y migración de las comunidades locales.
El lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia después del Titicaca, se ha convertido en los últimos años en un desierto y los especialistas aseguran que ya no hay vuelta atrás.
Ubicado en el departamento occidental de Oruro, en el Altiplano boliviano a 3700m de altura, el lago de agua salada Poopó fue antaño una fuente de vida para los lugareños, que pescaban en sus abundantes aguas y cultivaban a lo largo de sus orillas, donde ahora parece existir un desierto.
El Lago Poopó es un lago alargado que recibe su caudal del río Desaguadero, que a su vez recibe sus aguas del Lago Titicaca, el mayor de Bolivia.
En distintos momentos el lago ha dado señales de alarma debido a su bajo caudal, como en 2015. Ahora, se aducen distintos motivos que hacen pensar que esta vez se está ante un punto de no retorno.
Por un lado, los especialistas apuntan a la disminución del caudal de agua aportado por el derretimiento de glaciares andino. Además, en un contexto con cada vez más temperaturas y menos lluvia, la evaporación de las aguas del lago Poopó se incrementó.
Por otra parte, el lago ha sido víctima durante décadas de la desviación intencional de sus aguas para necesidades regionales, principalmente hacia la industria minera y hacia la agricultura.
Graves consecuencias en la región
La actual sequía del Poopó está obligando a las comunidades que alguna vez se asentaron en sus orillas a abandonar el lugar. "Las familias decidimos salir de la isla, porque no podemos sobrevivir sin agua, ya no hay vida", se lamenta Benedicta Uguera, una mujer indígena de la localidad de Untavi.
Además, se cree que en total unas 200 especies de seres vivos, entre peces, mamíferos, reptiles, aves e incluso plantas desaparecieron de esta geografía andina a causa de la evaporación.
Jorge Molina, investigador de la Universidad Mayor de San Andrés, indicó que en los Andes se viene superando el aumento de temperatura promedio mundial, sobre todo de día, lo que se traduce en un aumento de la evaporación, una amenaza realmente seria para un lago poco profundo como es el Poopó.
"Ya no es un lago funcional. Un lago que se seca con demasiada frecuencia ya deja de ser funcional para la fauna, la flora y la biodiversidad", agregó.