Soja y dólares: impacto de la sequía sobre el cultivo estrella de Argentina
En el contexto de la crisis económica actual del país, la falta de lluvias en las últimas tres campañas agrícolas terminó de consolidar un escenario sombrío. La reciente campaña gruesa ha sido la peor de los últimos años en materia de rendimiento, producción y exportaciones.
El complejo soja es desde hace tiempo el principal generador de divisas en la economía argentina, pero que en las últimas tres campañas agrícolas viene sufriendo el duro embate del clima: una sequía histórica y extendida como pocas veces en algunos sectores de la región núcleo y el Litoral, asociada en gran medida al fenómeno de La Niña que recientemente acaba de culminar.
La falta de lluvias en algunos de los sectores más productivos del país fue (y sigue siendo) asfixiante. Basta con entender que en algunas localidades ha llovido en los últimos tres años apenas lo que debería llover en un único año, bajo condiciones normales.
Así es como semana a semana los organismos especializados van recortando las estimaciones de la cantidad de soja que finalmente se va a cosechar en la reciente campaña gruesa, números que reflejan que ha sido el peor de los últimos años en materia de rendimiento, producción y exportaciones.
Área perdida, rendimiento y producción del cultivo soja
Según un informe de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario (Red Gea), la superficie perdida, equivalente al área que no se va a cosechar, alcanza la cifra histórica de 3,58 millones de hectáreas y triplica prácticamente el máximo anterior de la campaña 2015/16, cuando fue de 1,22 millones de hectáreas.
Además, el rendimiento promedio nacional de cosecha está estimado en el actual ciclo sojero en 18,56 quintales por hectárea. Se trata del más bajo en más de 25 años.
Respecto a la producción, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) actualiza continuamente las estimaciones finales. En la última actualización, se recortó en 4 millones de toneladas y se pasó de un escenario de 27 a 23 millones de toneladas. Además, se determinó que hasta el momento se ha perdido el 53% de lo que se esperaba producir a principios de campaña.
Las 23 millones de toneladas que se esperan producir en la campaña representan una caída de más del 40% en relación con la campaña pasada, y más de la mitad de lo que se produjo en promedio en los últimos 10 años (50 millones de toneladas).
Si se considera la situación particular en la zona núcleo, el corazón productivo de la Argentina, la BCR sostuvo que “por lejos, será la producción más baja”, donde se estima una cosecha total de 4,1 millones de toneladas contra los 19,18 millones de toneladas que se esperan en el inicio de la campaña. Es decir, que se cosechará solo el 20% de lo que se proyectaba.
Argentina cedería su posición dominante en el mercado de harina de soja
Según las estimaciones de la BCR, las exportaciones en 2023 del complejo soja podrían ubicarse en torno a las US$ 17.568 millones de dólares, lo que significaría una caída del 30% en relación con 2022, rondando los US$ 7.300 millones de dólares. Las exportaciones de poroto de soja son las que mayor caída concentrarían en términos porcentuales, agregaron.
El artículo de la BCR destaca la perdida de participación en los mercados de aceite y harina de soja a nivel global, y afirma además que Argentina perdería su posición cómo primer exportador mundial de harina de soja en la campaña 2022/23.