Solsticio de invierno: ¡se acerca el día más corto del año!

El comienzo del invierno astronómico en el hemisferio sur tendrá lugar este miércoles 21 de junio cerca del mediodía. Te contamos de qué se trata.

solsticio invierno
Con el solsticio de invierno comienza oficialmente la nueva estación.

Durante 365 días, el planeta Tierra realiza un viaje alrededor del Sol (movimiento de traslación) que da lugar a variaciones climáticas estacionales, ya que la trayectoria elíptica y el eje vertical inclinado del planeta con respecto al plano del sistema solar hacen que la luz solar llegue a la superficie terrestre con ángulos diferentes.

¿Qué es el invierno astronómico y cuándo comienza?

A diferencia del invierno climatológico, que dura entre el 1 de junio y el 31 de agosto y se basa convencionalmente en el ciclo anual de temperaturas y precipitaciones, el invierno astronómico tiene en cuenta la posición de la Tierra respecto al Sol y comienza cuando se produce el instante del solsticio de invierno. Por eso, aunque tengan un nombre similar, no significan lo mismo, ya que una de las denominaciones se refiere a la climatología (ciencia que estudia el clima) y otra a la astronomía (ciencia que estudia los astros).

En 2023, el solsticio de invierno tendrá lugar el miércoles 21 de junio a las 11.57 (hora en Argentina), y a partir de ese momento comenzará la estación invernal, desde el punto de vista astronómico en el hemisferio sur.

Este año el solsticio de invierno tendrá lugar el miércoles 21 de junio a las 11.57 (hora en Argentina)

El día del solsticio el Sol estará lo más bajo posible en el cielo, produciendo el día más corto del año para el hemisferio sur. A partir de ese instante, los días comenzarán a alargarse gradualmente, aunque a un ritmo casi imperceptible (hasta que estemos más cerca del primavera). El invierno durará 94 días, hasta el próximo equinoccio de primavera, el 23 de septiembre de 2023.

¿Por qué ocurre esto? La Tierra y el Sol estarán en una posición en la que los rayos solares caerán perpendicularmente sobre el Trópico de Cáncer sobre el hemisferio norte, lo que hace que la energía esté más concentrada, y con el Polo Norte inclinado unos 23° hacia el Sol en relación con el círculo de iluminación. Así, los días serán más largos (mayor incidencia de la luz solar) en ese hemisferio, y contrariamente, más cortos en el hemisferio sur.

¿Qué es el solsticio de invierno?

El solsticio de invierno es el momento en que el Sol alcanza su mayor declinación en latitud, medida desde el ecuador. A partir de ese momento, comienza oficialmente el invierno desde el punto de vista astronómico para el hemisferio sur..

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En cuanto a la etimología de "solsticio", esta palabra procede del latín y se compone de la combinación de las palabras sol y sistere (que no se mueve). Este término alude al hecho de que, visto desde la Tierra, el Sol da la impresión de estar inmóvil, manteniendo una posición fija cuando sale y se pone, algo que ocurre durante algún tiempo.

Solsticio: la magia de un momento lleno de significado para la humanidad

El hombre siempre ha buscado explicaciones a los fenómenos naturales, a veces trágicos, que ocurren en la Tierra, y desde la antigüedad han proliferado cuentos, historias y leyendas en torno a lo desconocido.

La importancia del sol es innegable. Se cree que los inventores del reloj de sol, un mecanismo que sirve para conocer la hora del día tomando como referencia la posición del Sol, fueron los egipcios, ya que el reloj de sol más antiguo, hallado por los arqueólogos en obeliscos, es egipcio y data del año 3500 a.C. Los relojes de sombra (1500 a.C.) utilizados por los astrónomos babilonios también figuran entre los más antiguos jamás encontrados.

La importancia ineludible del calor y la luz que ofrece el Sol para la agricultura y para el estado psicológico y emocional del ser humano, percibida desde los albores de la humanidad por nuestros antepasados, llevó a los pueblos antiguos a creer en las energías especiales que emanan durante los solsticios, asociadas a los campos y las cosechas en flor.

A mediados del siglo X, en Europa, la Iglesia decidió cristianizar las celebraciones, estableciendo días en honor de los santos populares los días 13, 24 y 29, respectivamente, San Antonio, San Juan y San Pedro, extendiendo la connotación festiva de la época.

La civilización maya o pueblos como los celtas, egipcios y romanos crearon rituales paganos de homenaje a la naturaleza, en previsión de la prosperidad deseada para los meses siguientes, con innumerables días de fiesta, baile, música, alegría y comida abundante.