¡Sorprendente! Esto pasó cuando un rayo cayó sobre las llamas de un incendio provocado por un rayo anterior
La oportunidad y la pericia le permitieron a un fotógrafo de eventos meteorológicos extremos, capturar un detalle único en medio de un incendio de pastizales provocado por un rayo.
En nuestro planeta se producen unos 3 millones de incendios al año, y los últimos datos sobre incendios forestales indican que se expanden cada vez más y queman casi el doble de la cobertura arbórea que hace 20 años.
Según la NASA, más de 2.000 tormentas eléctricas están activas en todo el mundo en un momento dado, produciendo del orden de 100 relámpagos por segundo. De esos, cerca de 46 impactan en la superficie terrestre cada segundo, por lo que tienen el potencial de iniciar un incendio forestal.
En el 90 % de las ocasiones, los incendios forestales son provocados por humanos, ya sea de manera voluntaria o involuntaria. Se estima que el 10 % de los incendios forestales a nivel global son generados por motivos naturales, siendo los rayos la principal causa.
Una efímero detalle
Si bien el fuego forma parte del sistema terrestre y de la comunidad humana desde hace muchos años, en ciertas regiones y como consecuencia del cambio climático, las condiciones de déficit de precipitaciones y las altas temperaturas han aumentado la preocupación sobre los rayos como fuente natural de ignición para incendios de pastizales o forestales.
Por ello, en algunos países la caída de rayos es la causa principal o la causa natural esencial de la ignición de incendios forestales, que provocan la pérdida de propiedades y de vidas humanas. Según el Servicio Forestal de los Estados Unidos, en los estados de Arizona y Nuevo México cerca del 80 % de los incendios forestales, de matorrales y de pastizales son provocados por rayos. En otros estados como Kansas, cerca del 15 % de los incendios forestales se deben a rayos.
Precisamente en Kansas, Brett Wright, un fotógrafo que desde 2010 se ha especializado en tomar instantáneas de eventos meteorológicos extremos, retrató esta particular circunstancia, donde un rayo cayó sobre un incendio de pastizales provocado por un rayo anterior. El humo del incendio hizo que el destello en la parte inferior del relámpago, se tornara de color naranja.
Todo esto sucedió en un campo de trigo en llamas al norte de Cimarron, en el estado de Kansas, en la tarde del miércoles 19 de junio.
En el momento en que Brett capturó la escena, el fuego estaba en su pico de intensidad… pero afortunadamente fue extinguido por las fuertes lluvias que acompañaron a la tormenta que generó el rayo, poco después de esta foto. Según Wright, esta ha sido una de sus fotos favoritas de rayos que haya tomado.
El color naranja en la parte inferior del relámpago se debe a que las partículas de humo permiten que los colores de longitud de onda más larga como el rojo y el naranja se filtren, pero bloqueen los colores de longitud de onda más corta, como el azul y el verde.
A este fenómeno se lo conoce como “dispersión de Rayleigh” y es el motivo por el cual vemos azul el cielo cuando el Sol está en lo alto, y de tonalidades rojizas cuando está cerca del horizonte.
Rayos, incendios forestales y cambio climático
Gran parte de la literatura científica coincide en señalar que como consecuencia de la actual crisis climática, el calentamiento que sufre el planeta podría provocar un notorio incremento del número de rayos, lo cual, a su vez, puede causar más incendios forestales en muchas partes del mundo.
Se estima que, por cada incremento de un grado en la temperatura, respecto de los valores preindustriales, los rayos pueden aumentar hasta un 12 % en su frecuencia global, siendo probable que a fin de siglo se observe hasta un 40 % más de rayos que a mediados del siglo XIX.
Esta situación aumentará el riesgo de incendios forestales causados por rayos en todo el mundo, ya que también se modifican los patrones de precipitación y de temperaturas, favoreciendo la evaporación y, en consecuencia, generando condiciones más propicias para el desarrollo de incendios forestales, de matorrales y de pastizales en todo el planeta.
Y esto puede tener un impacto de grandes dimensiones en la salud de millones de seres humanos, ya que el humo de los incendios forestales está compuesto por una mezcla de gases y partículas pequeñas que son emanados por la vegetación y otros materiales al quemarse, contaminando el aire y haciendo que cualquier persona se enferme, incluso las personas sanas si hay una cantidad suficiente de humo en el aire.