La supertormenta solar de mayo provocó maniobras en masa de miles de satélites para evitar pérdidas de altitud
La tormenta solar más importante en dos décadas provocó la pérdida de altitud en muchos satélites, muchos de ellos Starlink de la compañía de Elon Musk. El problema de la no comunicación, a la hora de mitigar potenciales colisiones en la era de los satélites.
La supertormenta solar producida entre el 10 y 12 de mayo, la más intensa en dos décadas, no solamente provocó auroras en lugares inesperados del planeta, sino que tambien condujo a la mayor "migración masiva" de todos los satélites activos, según un estudio preliminar realizado por científicos estadounidenses del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), publicado en el repositorio en línea arXiv.
Los investigadores utilizaron datos de acceso abierto para analizar el comportamiento de los satélites durante el gran evento. Su estudio, que ha sido aceptado para su publicación en el Journal of Spacecraft and Rockets, encontró que muchos de ellos perdieron una altitud significativa y tuvieron que maniobrar rápidamente para volver a la posición correcta.
William Parker, investigador aeronáutico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y uno de los autores del nuevo artículo, cree que este riesgo solo aumentará con el tiempo a medida que constelaciones de satélites como Starlink de Elon Musk lancen cientos de nuevos satélites cada mes.
¿Qué encontró la investigación?
Según consigna el portal abc.net.au, antes de este nuevo trabajo de investigación, nadie había informado de ninguna colisión de satélites debido a la tormenta, pero Starlink había advertido sobre un "servicio degradado" durante el evento.
Brett Carter, investigador en física espacial y clima espacial del Real Instituto Tecnológico de Melbourne (RMIT), señala que Starlink, propiedad de SpaceX, y otras compañías de satélites comerciales no están dispuestas a revelar información confidencial sobre los satélites a los científicos.
El nuevo estudio pasó por alto a estas empresas para obtener sus datos y en su lugar utilizó información disponible públicamente y recopilada por la Fuerza Espacial de Estados Unidos, que rastrea el posicionamiento de los satélites para evitar colisiones.
Más del 85 % de los satélites activos, y casi todos los satélites nuevos, se encuentran en órbita terrestre baja, es decir, por debajo de los 2000 kilómetros sobre el nivel del mar.
Los investigadores descubrieron que un satélite llamado SATCAT 43180 perdía altitud cuatro veces más rápido de lo normal, lo que significa que el satélite perdía una media de 180 metros de altitud al día.
El documento señala que, en parte debido a que la tormenta solar fue mal pronosticada, los satélites tuvieron que "maniobrar en masa" para evitar esta caída de altitud.
Según Carter, "El hecho de que SpaceX, en particular, estuviera cuidando activamente sus satélites y maniobrándolos para intentar recuperarlos durante la tormenta; eso es totalmente positivo" Pero, “El problema… es que no está controlado, no se comunica abiertamente y no es transparente”. "Si cada uno es libre de maniobrar como quiera, ¿qué puede impedir que un objeto sea maniobrado para colisionar con otra cosa?", agregó.
La era de los satélites en el máximo del ciclo solar
Las tormentas geomagnéticas no son nada nuevo. Además de producir auroras generalizadas, esta explosión de energía y plasma puede alterar indirectamente los aviones, los sistemas de comunicaciones y GPS, los satélites e incluso las líneas eléctricas o los cables submarinos.
Ninguna de estas tormentas recientes ha causado daños generalizados a la tecnología, pero desde la última gran tormenta en 2003, el número de satélites activos en el espacio se ha multiplicado por ocho. "Se han lanzado más satélites en los últimos 5 años que en los 60 años anteriores juntos", afirmó Parker.
Este aumento de satélites se ha producido durante el mínimo solar, cuando la actividad solar es significativamente menor. Pero a medida que se acercó el máximo solar y aparecen más manchas solares, estas tormentas solares que dañan la tecnología se volvieron actualmente más probables en estos años.
La tormenta solar de mayo fue, en definitiva, una oportunidad perfecta para probar si la nueva ola de satélites puede sortear las consecuencias de eventos solares de esta magnitud.
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