Tornados mortales en EE.UU.
El “Callejón de los Tornados” permanece muy activo esta temporada, en la estación primavera las tormentas severas siempre son noticia en el país del norte. Durante los últimos días los tornados castigaron el medio oeste y las llanuras de los Estados Unidos destruyendo todo a su paso.
Ohio fue unos de los estados más castigados por el tiempo extremo en la noche del lunes pasado, una importante cantidad de tormentas severas recorrieron la región, varias de ellas con potencial suficiente como para ser capaces de desarrollar tornados, y así se dieron. Por ejemplo, el área metropolitana de Dayton fue azotada cerca de medianoche por dos violentos tornados, según reportó el Servicio Nacional de Meteorología local. El primer tornado barrió la ruta I-75 al norte, treinta minutos después y a menos de 5 kilómetros de distancia, un segundo tornado cruzó el camino arrasando con la zona.
Según el Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), el tiempo severo entre la noche de lunes y madrugada de martes dejó 52 tornados en ocho estados, la mayoría de ellos son los responsables de un escenario desolador sobre todo en: Iowa, Minnesota, Indiana, Colorado e Illinois
El servicio de alertas con sus sirenas emitió decenas de avisos esa noche, para que los ciudadanos puedan protegerse a tiempo de estos violentos fenómenos. Entre una cortina de agua que generó inundaciones repentinas, por ejemplo en los suburbios de Chicago, hasta violentas ráfagas de viento y granizo de gran tamaño en distintos estados del centro, las tormentas no descansaban esa dura noche.
Las consecuencias de estos múltiples tornados incluyen: importantes daños materiales con techos volados, escombros encharcados y esparcidos por las calles, árboles arrancados de raíz, casas totalmente arrasadas, cortes de energía que dejaron sin luz y agua a unos cinco millones de personas en Ohio. Además el saldo negativo incluye decenas de heridos de gravedad y al menos una persona mayor muerta.
La localidad de Celina de New Madison, Laura y Laurelville también se suman a la zona de mayores destrozos. En la localidad de Beavercreek se registraron ráfagas superiores a los 225 km/h, dentro de la escala Fujita mejorada sería un tornado categoría EF3, generador de daños potencialmente graves.
Zonas de acción
El mayor potencial de tornados del lunes por la tarde y noche se dio en tres zonas bien delimitadas. Por un lado el norte de los estados de Illinois, Indiana y Ohio inmersos dentro de una zona frontal cálida; a su vez se vio favorecido el desarrollo de poderosas superceldas generando otra zona de riesgo entre el sudeste de Wyoming, noreste de Colorado y extremo oeste de Nebraska. Un poco más al sur la tercera zona de riesgo sobre una línea seca se encontraba sobre el sudoeste de Kansas, y una porción de la zona limítrofe entre Texas y Oklahoma.
La pesadilla continuó ayer martes, la zona de riesgo por tormentas llegó a Wichita (en Kansas), Lincoln (en Nebraska), Tulsa (en Oklahoma) y Kansas City (en Missouri). Desde la tarde del martes el tiempo severo se extendió hasta Nueva Jersey, se emitieron alertas por vigilancia de tornado en algunos condados del Estado Pennsylvania. La ciudad de Nueva York recibió poderosa actividad eléctrica, ráfagas fuertes y granizo, sin llegar al extremo de monitorear posibles tornados, pero sí bajo la acción de tormentas muy activas.
Durante las últimas horas se continuaron registrando diversos avisos y alertas por tornados. Particularmente en el sur de Lawrence, Kansas se desarrolló un imponente tornado, que según datos preliminares podría tratarse de un EF4 o EF5.
Temor por el Río Arkansas
En varias zonas del estado de Oklahoma el caudal del Río Arkansas está causando problemas por fuertes inundaciones desde Tulsa hasta Arkansas. Se espera que este río llegue a valores de 1.2m por sobre los registros, generando inundaciones récord y catastróficas en las ciudades de Van Buren y Fort Smith, por ejemplo. Por este motivo, varias familias que habitan las zonas cercanas y más bajas comenzaron a autoevacuarse desde el fin de semana pasado.