3 tours alternativos en Buenos Aires para reivindicar la cultura argentina
Arte, deporte y gastronomía toman protagonismo en ciertas experiencias que, aunque fuera del esquema tradicional para hacer turismo en Buenos Aires, podríamos considerar inolvidables.
En pleno otoño y en la antesala a la llegada del invierno, la ciudad de Buenos Aires se encuentra en una época maravillosa para visitar algunos de sus más destacados atractivos. El clima templado y los colores de la estación añaden un encanto especial convocando a descubrir tanto sus calles y parques como sus principales espacios cerrados (y por suerte bien calefaccionados).
Además de los recorridos típicos para conocer en una capital -como el Centro Histórico, los más distinguidos museos y sus monumentos que gozan de fama mundial-, en Buenos Aires se lucen algunas propuestas que están fuera del esquema tradicional para hacer turismo pero que ofrecen un enfoque original y recreativo más que atractivo. Entre ellas, actividades que vinculan el arte, el deporte y la gastronomía local.
Visitar la casa de Diego Maradona
La primera, en exclusiva y en el marco de una puesta en escena tan íntima como conmovedora: la casa que habitó Diego Maradona y su familia durante los años 1978 y 1980 en el barrio La Paternal abre al público en un tour privado para descubrir en detalle algunos de los objetos y muebles que estuvieron entre sus pertenencias.
Esta casa-museo, situada a solo unos metros del estadio Diego Armando Maradona de Argentinos Juniors, pasará a la historia como la primera propiedad de Diego Armando Maradona. El encuentro, que es posible gracias a la incorporación de esta experiencia en la plataforma de visitas guiadas y actividades de Civitatis, está estimado en tres horas de duración.
En su interior los participantes podrán apreciar cada uno de los diferentes espacios que conforman la casa: el salón, la cocina y la habitación del futbolista, además de un peculiar santuario donde los fans han depositado y podrán depositar donaciones y/o diferentes recuerdos a modo de homenaje.
Como si fuera poco, para hacer de la actividad una experiencia aún más exclusiva, este tour alternativo para descubrir la cultura argentina se completa con una cena en la terraza de la vivienda, donde se encuentra nada más y nada menos que la parrilla original donde Maradona cocinaba para su familia y amigos. ¿Sándwich de bondiola o el tradicional choripán servido con la tradicional salsa criolla? El bocado final es una elección de cada visitante.
La iniciativa, cuyo punto de encuentro es en la casa misma ubicada en el número 2257 de la calle Lascano, tiene lugar los días lunes y miércoles a las 19 horas. La actividad es arancelada y requiere inscripción previa.
Descubrir el fileteado porteño de San Telmo
El fileteado nació en Buenos Aires a partir del siglo XIX, de una manera que bien podríamos describir como “sin querer queriendo”: inmigrantes italianos que trabajaron en fábricas de carros crearon una novedosa decoración para los vehículos que luego se trasladó a diversos soportes con variedad de tamaños y formas.
A decir verdad, cuenta la leyenda popular que el fileteado porteño toma su origen como tal con la osadía de tres niños traviesos que un día se decidieron a pintar de rojo una carreta que era originalmente gris, como todas las que circulaban por la ciudad en aquel entonces.
Hoy es posible disfrutar de este ícono de la identidad porteña con un tour privado con desayuno incluido que recorre durante unas tres o cuatro horas algunos de los enclaves del barrio de San Telmo para descubrir diferentes obras de fileteado con gran valor para la ciudad al mismo tiempo que se comparten detalles sobre la vida y obra de los maestros fileteros más destacados de nuestros tiempos.
Así como el tour anterior culmina con un asado en una terraza, en el caso de esta propuesta el cierre es 100% experiencial ya que este circuito turístico concluye con una clase de fileteado dictada por un fileteador de pura cepa (y con todos los materiales incluidos). Los interesados podrán esmerarse como nunca: la obra resultante es obsequiada como souvenir de la vivencia.
La iniciativa, cuyo punto de encuentro es en Carlos Calvo y Perú, frente al bar El Federal, tiene lugar durante todo el año con día y horario a combinar con los participantes. La actividad es arancelada y requiere inscripción previa.
Caminar el Barrio Múgica: mercados, sabores y saberes
El Barrio Mugica, también conocido por diferentes denominaciones como Villa 31 y 31bis, existe desde el año 1932 gracias a la llegada de inmigrantes y obreros que comenzaron a poblar la zona aprovechando la cercanía de esta sencilla urbanización con el puerto de la ciudad de Buenos Aires.
Toma su nombre actual en conmemoración a Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe, conocido popularmente como Padre Mugica, quien fuera un sacerdote argentino fundador del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y del movimiento de Curas villeros. Por la precariedad en sus condiciones edilicias y el estado de indigencia de muchos de sus habitantes, durante mucho tiempo este barrio también fue conocido y mal llamado como “villa miseria”.
A partir de 2015, el Gobierno de la Ciudad impulsó la integración del Barrio Mugica a la totalidad del entramado urbano local, promoviendo avances en la construcción de infraestructura, viviendas, escuelas, centros de salud y la determinación de ciertas normativas barriales.
En los últimos años y gracias a la cooperación de vecinos del barrio que se propusieron construir nuevos saberes en torno a esta población mostrando la vida puertas adentro, el Barrio Mugica busca desplegar un nuevo perfil frente al turismo alternativo de la mano de recorridos gastronómicos, culturales e históricos.
Así nace “Messa Mugica”, un proyecto de vecinos que realiza recorridos gastronómicos y culturales. Según indican, como oferta turística comprende una curiosa propuesta para disfrutar de la esencia gastronómica del Barrio Múgica. Los participantes podrán experimentar 5 degustaciones de comida típica del barrio, más una introducción al contexto histórico y el agregado de la riqueza cultural de la zona mencionada.
La iniciativa, cuyo punto de encuentro es en el Arco de entrada en Calle Nueva en Retiro, tiene lugar de lunes a domingos, de 12 a 14 horas. La actividad es arancelada y requiere inscripción previa.