Tragedia aérea en Brasil: la meteorología, uno de los factores involucrados como probable causa del desastre

Uno de los primeros conceptos que se adquieren al capacitarse en accidentología, es que un accidente no ocurre por una única causa.

Un accidente aéreo es el resultado no deseado de una cadena de errores o eventos desafortunados. Estas acciones suelen derivarse de fallas mecánicas, factores externos o, como mayoritariamente ocurre ya que es el último eslabón de esa cadena, están relacionadas con el factor humano, en particular con la toma de decisiones en situaciones críticas. El factor humano termina siendo siempre el que hace la diferencia entre el éxito y el desastre.

El peor accidente en la historia de la aviación es un excelente ejemplo de un accidente en el que se puede identificar una cadena de eventos y errores que conducen al accidente. Ocurrió en Tenerife, el 27 de marzo de 1977, debido a una serie de sucesos relacionados con problemas de comunicación, una densa niebla, la congestión del aeródromo debido a una amenaza de bomba y una explosión en otro aeropuerto, los que sumados al error cometido por un experimentado piloto, contribuyeron a esta catástrofe que costó 583 vidas.

Y también una acertada decisión del piloto puede evitar una tragedia, como ocurrió con el llamado “milagro en el Hudson”, el vuelo 1549 de US Airways. El profesionalismo tanto del piloto como del copiloto, les permitió tomar las decisiones correctas luego de que las turbinas ingestaran aves, lo que causó la pérdida de la propulsión, realizando un “logro heroico y único en la historia de la aviación” al amerizar en el Río Hudson y salvar la vida de los 150 pasajeros y 5 tripulantes.

Accidente del Voepass 2283

Voepass Linhas Aéreas es una aerolínea regional de Brasil, que opera principalmente con aeronaves ATR 72, bimotores especialmente diseñados para viajes regionales y trayectos de corta duración construidos por el consorcio franco italiano ATR.

El viernes 8, un ATR-72-500 de 14 años de antigüedad, matrícula PS-VPB, despegó desde el Aeropuerto de Cascavel, Paraná, a las 14:58 UTC (11:58 hora local) con destino al Aeropuerto Internacional de São Paulo-Guarulhos, y a las 15:22 UTC (24 minutos más tarde), la aeronave volaba a una altitud crucero de 17.000 pies (5.200 m). A las 16:21 UTC, cuando los datos ADS-B (datos que señalan la posición de la aeronave en todo momento) indicaron una breve pérdida de altitud, seguida de una breve ganancia de altitud, y luego un descenso pronunciado y terminal. La tasa de descenso más alta reportada fue de 24.064 pies por minuto (7.498 m por minuto) a las 16:22:08 UTC.

No hubo alarmas ni pedidos de auxilio por los pilotos.

Sesenta y una personas perdieron la vida en el accidente, al estrellarse en una zona residencial cerca de Vinhedo en el estado de São Paulo, Brasil, a 76 km de la capital del estado.

Este ha ido el peor accidente aéreo en el mundo desde enero de 2023, cuando 72 personas murieron a bordo de un avión de Yeti Airlines en Nepal que entró en pérdida y se estrelló mientras realizaba su aproximación de aterrizaje. Esa aeronave también era un ATR 72, y la investigación oficial atribuyó el accidente a un error del piloto

Lo que sabemos hasta ahora

Pese a que el avión cayó en una zona residencial, las autoridades locales informaron que no hubo heridos en tierra. Inmediatamente el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (CENIPA) inició las tareas de investigación, y ha recuperado las cajas negras del avión.

Al momento del accidente, un frente de aire frío acompañado por abundante nubosidad y precipitaciones se encontraba sobre el estado de San Pablo, con temperaturas muy bajas en todo el sur del Brasil. Los servicios de meteorología para la aviación, prestados por la Oficina de Meteorología de la Fuerza Aérea de Brasil (FAB), habían emitido un reporte SIGMET de formación severa de hielo en vuelo en una amplia región, donde volaría la aeronave siniestrada.

Si bien la formación severa de hielo es una condición que puede afectar a la seguridad aérea y de hecho, ha sido la responsable de numerosos accidentes de aviación al causar pérdida de sustentación y/o lecturas erróneas del instrumental. Por ello, las condiciones meteorológicas existentes al momento del accidente serán evaluadas con mayor atención.

En la actualidad, la gran mayoría de las aeronaves poseen mecanismos anti-engelamiento, que pueden prevenir o mitigar la formación de hielo en vuelo. El ATR 72, uno de los aviones biturbohélice más utilizados en el mundo (más de 1000 aviones fabricados), cuenta con ellos.

Engelamiento en vuelo

Volar bajo condiciones de formación de hielo es uno de los escenarios más serios a las que se puede enfrentar cualquier aeronave, ya que puede aumentar su peso, trabar sus partes móviles o reducir su sustentación. Y esto no excluye a los vuelos en países tropicales, como en el caso de Brasil, ya que dependerá del nivel de vuelo de la aeronave.

En el caso de los aviones turbopropulsados como el ATR, estos vuelan en altitudes donde las condiciones de formación de hielo son más probables. Pero también los aviones a reacción, que suelen volar a mayor altitud, también pueden sufrir los efectos de la formación de hielo.

El 10 de octubre de 1997, el vuelo 2553 de Austral Líneas Aéreas sufrió un accidente por un error humano inducido por el congelamiento de los tubos Pitot, que son los sensores de la velocidad en los aviones. Un error de instrumental, la ausencia de una alarma recomendada, y la falta de entrenamiento apropiado fueron los eventos que llevaron al piloto a tomar una decisión que finalizó en el mayor desastre aéreo sucedido en territorio del Uruguay, y el mayor accidente aéreo de la historia aeronáutica argentina.

En 1994, un ATR 72 operado por American Eagle se estrelló en Indiana, tras una pérdida total de control, matando a las 68 personas que iban a bordo. Una investigación federal reprochó al fabricante no haber informado suficientemente sobre la vulnerabilidad del avión al hielo. Como consecuencia, ATR añadió más equipos de eliminación de hielo a la aeronave, y estableció procedimientos claros para evitar este tipo de incidentes.

Sin embargo, en 2010 otro ATR 72, operado por Aero Caribbean, se estrelló en Cuba por la misma causa: engelamiento. Y ambos fueron, con 68 muertes, los peores accidentes sufridos por un ATR 72, hasta el de Yeti Airlines en 2023.

¿Lecturas erróneas, pérdida de sustentación, error humano?

Aún es muy pronto para saber cuál fue la secuencia de eventos que resultaron en el accidente del vuelo 2283. Sólo la investigación puede dar una respuesta clara a todos los interrogantes, y sugerir procedimientos para evitar que estas tragedias se repitan en el futuro.