Tsunamis: la necesidad de entenderlos

Los tsunamis, al igual que los terremotos que los provocan, no son posibles de predecir. Es por esto que se debe trabajar en la dirección de disminuir la exposición a estos eventos extremos en las costas desde una mirada de la mitigación del riesgo de desastres.

Ruta de evacuación
Identificación de una ruta de evacuación para alerta de tsunami.

El 5 de noviembre se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre Tsunamis (World Tsunami Awareness Day) el cual busca mejorar el desarrollo de las comunidades para avanzar en estrategias de reducción de desastres y salvar vidas durante la ocurrencia de estos eventos. La conmemoración este año llegó a pocos días del terremoto y tsunami ocurridos en Grecia y Turquía en el Mar Egeo (Mar Mediterráneo).

Pero primero definamos bien qué es un tsunami. La palabra tiene origen japonés, donde “tsu” significa puerto y “nami” ola. Si bien en idioma español tenemos la palabra “maremoto” para referirnos al mismo evento, tsunami se ha extendido a nivel mundial y en todos los ámbitos del conocimiento. En definitiva, los dos términos se refieren a una ola o grupo de olas de gran magnitud generadas en el océano que, al llegar a la costa, avanzan hacia tierra provocando graves daños. Estas olas tardan entre 5 y 60 minutos en llegar a tierra, donde la primera de ellas no tiene por qué ser la más grande.

Causas de un tsunami

Si bien los tsunamis pueden ser provocados por varios fenómenos, como deslizamientos de tierra al mar, erupciones volcánicas o incluso impactos de meteoritos, la causa principal de generación es la actividad sísmica, la cual debe presentar ciertas condiciones específicas, como son:

  • Terremoto de gran magnitud, sobre 6.5 en la escala Richter.
  • Debe ocurrir bajo el océano.
  • La ruptura causada por el terremoto debe ser superficial.
  • El terremoto debe causar movimiento vertical del fondo marino, que se traduzca en movimiento de la superficie del océano.
No todos los terremotos generan tsunamis, pero sí la mayoría de los tsunamis están generados por terremotos.

La mayoría de los grandes terremotos ocurren en zonas de subducción, es decir, en zonas donde una placa oceánica, más liviana, se desliza bajo una placa continental, y esa es la situación que dio origen a la cordillera de los Andes. Estas características hacen que Chile tenga una de las mayores recurrencias tanto de terremotos como de tsunamis, así como tener el récord del mayor terremoto registrado de la historia de la Tierra ocurrido en Valdivia en el año 1960.

Si bien existen numerosos eventos extremos a lo largo del planeta, los tsunamis tienen una particularidad especial, y es que, independiente de donde se generen, puede alcanzar largas distancias dejando sentir sus efectos en una cuenca oceánica completa. Es por esto que un tsunami que ocurre en Chile pueden alcanzar las costas de Japón en menos tiempo del que tardaríamos en viajar en avión entre ambos países. Es obvio, que la magnitud de los potenciales daños son mayores cuanto más cerca se haya generado la onda de tsunami.

En el contexto de la conmemoración de esta semana, el lema de la reducción del riesgo de desastre está muy presente. Ya se sabe de la importancia de los sistemas costeros naturales en su rol de protección de las costas, por esto es muy importante avanzar en la regulación de estas áreas a través de una Ley de Costas que reconozca el dinamismo y la fragilidad de estos ecosistemas, a la vez que revele su potencial protector de las comunidades costeras.