Un gran iceberg se mueve sobre aguas del Pasaje de Drake

En octubre pasado, un claro poco común entre las nubes dejó ver un enorme y geométrico trozo de hielo flotando en el Pasaje de Drake. Se trata del iceberg antártico A-76A, el trozo más grande que queda de lo que fue el mayor iceberg flotante en los océanos del mundo. La imagen satelital que encabeza la nota fue lograda específicamente el 31 de octubre.

De acuerdo a lo relevado por Earth Observatory, la imagen satelital que deja ver al A76A se consiguió con el espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) del satélite Terra de la NASA. La larga forma tabular del iceberg se distingue del hielo marino situado más al sur en el Océano Austral.

Es importante destacar que los icebergs no son hielo marino, sino que son fragmentos flotantes de glaciares o plataformas de hielo. Por su parte, el hielo marino es agua de mar congelada que flota en la superficie del océano. El iceberg original fue el A-76 que se desprendió de la plataforma de hielo Ronne de la Antártida en mayo de 2021, sobre el que te contamos oportunamente en Meteored.

El resto del mayor iceberg del planeta

En sus primeros momentos A-76 resultó ser el mayor iceberg del planeta. Al cabo de un mes, el iceberg ya perdió esa condición al romperse en tres trozos con nombre propio. El mayor de esos trozos, el Iceberg A-76A es el que ahora se encuentra ahora a la deriva a casi 2.000 kilómetros en aguas del Pasaje de Drake. El pasaje es una masa de agua turbulenta entre el Cabo de Hornos y las antárticas Shetland del Sur de la Antártida, incluida también la Isla Elefante, visible en la misma imagen satelital.

A pesar del largo viaje, el tamaño del iceberg se mantiene notablemente inalterado. En junio de 2021, el Centro Nacional de Hielo de Estados Unidos (USNIC) informó que el A-76A medía 135 kilómetros de largo y 26 kilómetros de ancho, una superficie total equivalente al doble del tamaño de Londres. En octubre de 2022, el USNIC informó de que el iceberg mantenía las mismas dimensiones.

Queda por ver hacia dónde se desplaza el A-76A. Ya se encuentra a más de 500 kilómetros al norte de su posición en julio de 2022, cuando el satélite Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea mostró a la masa de hielo pasando por la Península Antártica. Los satélites Sentinel-1 llevan instrumentos de radar de apertura sintética, que pueden observar las superficies incluso en la oscuridad del invierno austral.

Acercándose a aguas más cálidas

A medida que siguen derivando hacia el norte, los icebergs suelen ser empujados hacia el este por la poderosa Corriente Circumpolar Antártica que se canaliza a través del Pasaje de Drake. Desde ese punto, los icebergs suelen moverse hacia el norte, hacia latitudes menores, y se funden rápidamente en las aguas más cálidas de la zona. Las plataformas de hielo de la Antártida son famosas por desprender algunos icebergs gigantescos.

Los más grandes suelen ser icebergs tabulares, llamados así por su forma de mesa con lados escarpados y cimas grandes y planas. El iceberg A-76 representó un iceberg tabular clásico, pero, los científicos demostraron que no era perfectamente plano. Durante 21 años, desde la última vez que un iceberg se desprendió de la plataforma de hielo de Ronne, el derretimiento ha hecho mella en el borde frontal expuesto.

Su parte inferior ha sido probablemente erosionada por el agua de mar que la ha esculpido desde abajo durante miles de ciclos de mareas. Cuando se desprendió A-76, tenía un borde sobre el nivel del mar de unos 35 metros. Eso significa que el iceberg tuvo en ese momento unos 280 metros de grosor, incluyendo la mayor parte del iceberg que existe bajo la línea de agua y fuera de la vista.