Una ciudad de Alaska acaba de batir récord con temperaturas de hasta 20 °C por encima de lo normal

El verano en el Hemisferio Norte no deja de sorprender, y en algunas latitudes se alcanzan temperaturas sin precedentes.

Paisaje de Alaska
El norte de Alaska se caracteriza por su naturaleza inhóspita, combinada con infraestructuras esenciales como la autopista Dalton y el oleoducto TransAlaska.

Es bien sabido que agosto es el punto álgido del verano. Además de las vacaciones, las altas temperaturas son la seña de identidad de este mes en las zonas templadas del Hemisferio Norte. Sin embargo, el verano hace su aparición en las latitudes extremas, con temperaturas récord en las zonas polares.

Además de los trabajadores y la actividad industrial, este tipo de cambio en la temperatura promedio puede poner en peligro la rica vida silvestre de la región.

Esto es precisamente lo que ocurrió en la costa norte de Alaska a principios de semana. El martes, todo el territorio de este estado norteamericano al norte del Círculo Polar Ártico experimentó temperaturas récord. Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), fue el día en el que se registraron las temperaturas más altas jamás registradas, en cualquier punto por encima de los 70º de latitud norte, en el continente americano.

Impactos en Alaska

Una de las zonas más afectadas fue la ciudad de Deadhorse, junto a los yacimientos petrolíferos de Prudhoe Bay, que el pasado martes alcanzó unos impresionantes 31,7 °C, con lo que se batió el récord anterior, de julio de 2016, en más de 2 °C. El 13 de julio de ese año los termómetros en la región habían alcanzado los 29 °C. Curiosamente, el verano pasado los termómetros habían alcanzado cerca de los mismos 29 °C, temperatura que este año se superó ampliamente.

Para que se hagan una idea de la magnitud de esta situación, los 31,7 °C registrados están 21 °C por encima de la temperatura media esperada en esa región en esta época del año. Los impactos en esta región del globo, desde el punto de vista poblacional, son limitados ya que estamos hablando de un área que se considera un vacío humano (la densidad de población es muy baja).

Según los censos locales, Prudhoe Bay tiene 25 habitantes, pero la ciudad cuenta con una población temporal de 2.000 a 3.000 empleados de las distintas compañías petroleras.

Las principales preocupaciones están relacionadas con la seguridad de miles de trabajadores de plataformas petroleras, quienes, al realizar trabajos extremadamente físicos con equipos de seguridad pesados, necesitan consumir más agua y tomar descansos con mayor frecuencia.

Prudhoe Bay
La ciudad de Prudhoe Bay suele tener un paisaje gélido, incluso en pleno verano, cuando los pozos petrolíferos están en su apogeo.

Razones que llevaron a esta situación

Además de Deadhorse y Prudhoe Bay, toda la costa norte de Alaska, desde la frontera con Canadá hasta Point Hope, registró importantes anomalías de temperatura máxima. Según los expertos del Servicio Meteorológico Nacional, las regiones rusas situadas en la misma latitud también deben haber registrado temperaturas récord.

Estas temperaturas se produjeron por una combinación de factores, entre ellos la presencia de vientos cálidos del sur, los llamados “Chinooks”, que por su intensidad impidieron la penetración del aire frío proveniente del Ártico. Esto podría volver a suceder en un futuro próximo y cada vez con mayor frecuencia debido al cambio climático.

Los vientos Chinook son vientos cálidos y secos que viajan a lo largo de las laderas de una montaña.

Según estudios realizados por la Universidad de Alaska – Fairbanks, está comprobado que todo el territorio ha visto aumentar las temperaturas medias en las últimas décadas, sin embargo fue la vertiente Norte la que registró el mayor aumento de la temperatura media, que entre 1969 y 2018, rondaba los 3 °C. Además de los trabajadores y la actividad industrial, este tipo de cambio en la temperatura promedio puede poner en peligro la rica vida silvestre de la región.