Venus, el hermano gemelo de la Tierra, también pudo haber tenido placas tectónicas
Venus es considerado el hermano gemelo de la Tierra, porque son extremadamente similares. Sin embargo, Venus es un planeta inhóspito y en parte esto se explica por la ausencia de placas tectónicas. Un nuevo estudio sugiere que Venus pudo haberlas tenido en el pasado.
Es común que consideremos a Marte como un planeta similar a la Tierra. En parte, la razón fue porque era un planeta en la zona habitable y tenía un clima más similar al de la Tierra. El planeta Venus, con su atmósfera venenosa y extremadamente caliente, ni siquiera viene a la mente cuando surge el tema.
Contrariamente al sentido común, Venus es el planeta considerado gemelo de la Tierra. Tienen el mismo tamaño, órbitas e incluso presencia de volcanes. Sin embargo, Venus es un lugar hostil a la vida con el mayor efecto invernadero visto en el Sistema Solar. La temperatura del planeta puede alcanzar casi los 500 °C.
Una explicación al infierno que parece ser Venus es la falta de placas tectónicas, que desempeñan un papel en la composición de un planeta. Un estudio reciente publicado en la revista científica Nature demostró que Venus pudo haber tenido placas tectónicas en el pasado e incluso haber sido habitable en algún momento.
El planeta Venus
Venus es el segundo planeta del sistema solar desde el Sol, y es uno de los vecinos de la Tierra. Tiene muchas características similares a nuestro planeta, como el tamaño. Sin embargo, a diferencia de la Tierra, se trata de un planeta inhóspito y extremadamente caliente.
Este planeta tiene un intenso efecto invernadero y su atmósfera está formada por gases tóxicos. El planeta también tiene nubes de ácido sulfúrico. También es conocido por la cantidad de volcanes que tiene en su superficie y que posiblemente fueron los responsables de la gran cantidad de dióxido de carbono.
¿Vida en Venus?
En 2020, los investigadores anunciaron que habían encontrado fosfina en Venus. La cantidad encontrada indicó que podría provenir de un proceso biológico. Esto provocó una discusión en ese momento sobre la posibilidad de que existiera vida en una capa habitable de la atmósfera.
Posteriormente, se revisaron los datos y se encontró que había 7 veces menos fosfina de lo que se había estimado. Hasta el día de hoy, astrónomos de todo el mundo analizan datos del planeta para estudiar la región donde se encontró la fosfina. Algunos sugieren que allí podría vivir una forma de vida primitiva.
Placas tectónicas
Una cosa que los astrónomos siempre buscan en los planetas y lunas es la presencia de placas tectónicas. Son importantes para atrapar el dióxido de carbono dentro del planeta, además de permitir reacciones químicas que abandonan la atmósfera tal como la conocemos.
Venus tiene una cantidad de dióxido de carbono casi 90 veces mayor que la de la atmósfera terrestre. Esto explica el gran efecto invernadero al que se enfrenta el planeta, provocando una de las temperaturas más altas del sistema solar. Esto se atribuye a que el planeta no tiene placas tectónicas que sean capaces de hacer que Venus sea más habitable.
Evidencias de un pasado habitable
Utilizando los datos actuales del planeta junto con simulaciones por computadora, los astrónomos descubrieron que la única explicación sería que Venus tuvo placas tectónicas en el pasado. Las simulaciones sugieren que el planeta tenía estas placas hace unos 4 mil millones de años.
Otros estudios sugieren que esto podría indicar que Venus fue habitable en algún momento con presencia de agua líquida. El planeta sería un gemelo casi idéntico del planeta Tierra. Pero la pregunta que queda es: ¿qué pasó para que sea lo que conocemos?
Del paraíso al infierno
Algo debió pasarle al planeta para que haya alcanzado sus condiciones actuales. El equipo sugiere que el movimiento de las placas tectónicas posiblemente fue interrumpido por la temperatura y la composición del planeta. Esto provocó que el dióxido de carbono aumentara en la atmósfera.
Esto indicaría que el proceso de placas tectónicas es algo temporal que puede ir y venir. De ser cierto, la habitabilidad de un planeta puede variar de vez en cuando. En este caso, algo similar podría sucederle a la Tierra en el futuro.