¿Qué debo tener en cuenta para elegir el equipo de aire acondicionado adecuado para mi hogar?
Con la llegada del verano, muchos se ven en la necesidad de lograr confort haciendo bajar las temperaturas en el hogar. Veamos cuál es la forma más eficiente (y menos costosa) de hacerlo.
A medida que la temperatura media global siga aumentando, se estima que la dependencia de los sistemas de aire acondicionado se triplique antes del 2050. Lamentablemente hasta el día de hoy, acondicionar una casa o un edificio requiere mucha electricidad, la que mayoritariamente proviene de combustibles fósiles para funcionar eficientemente. Adicionalmente, los sistemas de refrigeración también liberan a la atmósfera cierto tipo de gases de efecto invernadero, los llamados gases fluorados, cerrando un círculo vicioso.
Los gases fluorados tienen un Potencial de Calentamiento Global (GWP) muy elevado en relación con otros gases de efecto invernadero; muchos se usan como como sustitutos de los clorofluorocarbonos (CFC), conocidos por destruir el ozono. Algunos de estos gases además tienen gran persistencia en la atmósfera (hasta miles de años), y sólo son eliminados por la atmósfera cuando los destruye la luz solar en la capa más alta de la atmósfera. En general, los gases fluorados son el tipo más potente y persistente de gases de efecto invernadero emitidos por actividades del ser humano.
Te contamos como elegir el equipo adecuado para cambiar el clima de tu hogar.
Climatización Aire – Aire
Son los sistemas de climatización hogareña más utilizados.
Los sistemas de climatización aire-aire o por expansión directa, disponen de un fluido refrigerante (los gases fluorados del párrafo anterior) que absorben el calor del aire de la vivienda y lo expulsan al exterior, recogiendo a su vez el frío del aire exterior necesario para llevarlo al interior.
Se lo denomina aire-aire porque consiste en extraer la energía calorífica del aire de un lugar para transportarla al aire de otra ubicación.
Los sistemas de climatización aire-aire más comunes son:
- Acondicionador de aire Split
Este tipo de aire acondicionado es el más común, por su sencillez de funcionamiento y facilidad de instalación. Consta de dos partes, una unidad interior que recoge el aire caliente para enfriarlo, y otra exterior que lo expulsa a la calle.
- Acondicionador de aire Multisplit
El Multisplit es una variante donde hay varias unidades en el interior de la casa, pero un único sistema en el exterior.
- Acondicionador de aire portátil
Este equipo tiene el tamaño de una estufa, y puede ser llevado a diferentes ambientes sin necesidad de una instalación fija. La desventaja es que, para poder expulsar el aire caliente a la calle, dispone de una manguera flexible que se acopla a una ventana. Son menos potentes y eficientes que un Split, además de ocupar lugar y ser más ruidosos.
Aire acondicionado invertir
El sistema inverter no es un tipo de aire acondicionado, sino una tecnología que regula el mecanismo de funcionamiento del compresor de un sistema de aire acondicionado donde, en lugar de arrancar y parar frecuentemente, el compresor gira de forma continua, lo que ayuda a mantener constante la temperatura de la sala.
Estos equipos son los más amigables con el ambiente, ya que con ese funcionamiento se asegura un gasto energético directamente proporcional a la capacidad de refrigeración requerida, evitando así consumos innecesarios y prolongando la vida del compresor.
¿Cómo calcular las frigorías?
Es la pregunta más frecuente que nos hacemos al momento de comprar un equipo de aire acondicionado. ¿Cómo sé de cuántas frigorías es el equipo que preciso para un ambiente en particular?
Uno pensaría que para un ambiente chico se necesita un equipo chico, y que sólo basta con conocer las dimensiones de este. Pero si pese a ser un ambiente chico, tiene grandes ventanales de vidrio y está orientado al norte, donde el sol da de lleno todo el día, y ese ambiente tiene de manera permanente a varias personas, es claro que un equipo pequeño no será suficiente.
Es que la capacidad de refrigeración que necesitamos no depende de las medidas del ambiente, sino de la ganancia de calorías que tenga, ya sea por infiltración, por radiación solar a través de las ventanas o por transmisión a través de las paredes vidrios o demás, además de considerar todo aquello que emita calorías dentro del mismo, como personas.
SI bien hay sitios donde analizan al detalle, desde la orientación del ambiente, su uso, si tiene un techo limpio encima o hay otro piso, la cantidad de personas, la iluminación y la cantidad de equipos electrónicos que alberga, hay una forma sencilla de tener una idea aproximada de la cantidad de frigorías que necesitaremos para un ambiente convencional.
La fórmula para el cálculo de frigorías entonces es la siguiente:
LARGO (metros) X ANCHO (metros) X ALTO (metros) X 50 = Frigorías /hr.
Este cálculo es un aproximado y para ambientes que no tengan grandes grandes superficies vidriadas, gran cantidad de artefactos electrónicos o personas.
Si queremos hacerlo un poco más preciso, podemos sumar personas y computadoras, televisores o cocinas que son artefactos comunes en una casa: por cada persona agregamos 150 Frigorías, mientras que para los artefactos comprobamos en consumo en watts, y lo multiplicaremos por 0,86, con lo que obtendremos las frigorías adicionales que necesitaremos para compensar el calor aportado por cada artefacto.
Ventiladores de techo
Los ventiladores de techo son una opción muy práctica para contar con aire fresco en verano sin la necesidad de hacer una gran inversión. Su fácil instalación, es otro plus, ya que hasta puede ser hecha sin necesidad de conocimientos o materiales específicos. Se caracterizan por ser de bajo consumo y pueden refrescar tanto ambientes internos como externos (galerías).
La mayoría cuenta con función verano e invierno, muy útil para mejorar la eficiencia de la calefacción en invierno. Al invertir el giro de las aspas, éstas consiguen mover hacia abajo el aire caliente acumulado en el techo.