¿Por qué Venus y la Tierra son similares pero diferentes?
A pesar de tener órbita y masa similares, la razón de por qué el clima de la Tierra y de Venus son tan diferentes continúa siendo un enigma. Pero una nueva teoría sobre los impactos de rocas podría ser la respuesta.
Las pronunciadas diferencias entre la Tierra y Venus, a pesar de sus órbitas y masas similares, siempre fue uno de los mayores enigmas de nuestro sistema solar. Ambos mundos tienen aproximadamente el mismo tamaño y masa, pero la Tierra es húmeda y clemente. Y aunque Venus también se encuentra dentro de la zona habitable del Sol, donde las temperaturas permiten que el agua líquida estable en la superficie de un planeta, su atmósfera resulta en un infierno abrasador y ácido. Entonces, ¿qué hizo que los planetas sean tan diferentes?
La respuesta podría estar en la forma en que se originaron las colisiones durante la formación de estos mundos. Las simulaciones sugieren que rocas espaciales del tamaño de planetas pequeños golpearon tanto a la Tierra en sus orígenes como a Venus. Pero más los fragmentos de esas colisiones se pegaron a Venus que a la Tierra, y esto puede ser la causa de la diferencia entre los planetas.
Nueva teoría
Hasta ahora, las teorías de choques entre planetas en su nacimiento consistían en que dos objetos se rozaban entre sí y seguían su camino, o que los protoplanetas impactaban y se unían para crear uno solo más grande. Pero según el científico Erik Asphaug, de la Universidad de Arizona en Tucson, las simulaciones revelaron que se necesitan condiciones especiales para que dos planetas se fusionen, como velocidades de impacto relativamente lentas, por lo que los choques y fugas probablemente fueron mucho más comunes en el joven sistema solar.
El equipo ejecutó alrededor de 4.000 simulaciones por computadora en las que protoplanetas del tamaño de Marte se estrellaron contra una Tierra y Venus jóvenes, asumiendo que los dos planetas estaban a sus distancias actuales del Sol. Los investigadores encontraron que aproximadamente la mitad de las veces, los objetos entrantes rozaron la Tierra sin chocar directamente. Pero aproximadamente la mitad de ellos chocó contra Venus y se agregaron a su masa.
Al golpear primero la Tierra, los objetos espaciales ralentizaron su velocidad, hasta tal punto que fueron lo suficientemente lentos para permitirles adherirse a Venus más tarde, sugiere el estudio. "Existe este desequilibrio en el que las cosas que golpean la Tierra, pero que no se pegan, tienden a terminar en Venus", dice Asphaug. "Tenemos una explicación fundamental de por qué Venus terminó acrecentando masa de manera tan diferente a la Tierra".
Además, esta teoría también podría explicar la composición de los dos mundos. La Tierra habría terminado con más material del manto exterior y la corteza de los protoplanetas entrantes, mientras que Venus habría obtenido más de sus núcleos ricos en hierro. El desequilibrio en los impactos podría incluso explicar también algunos de los principales misterios de Venus, como por qué el planeta no tiene luna, por qué gira tan lentamente y por qué carece de un campo magnético, aunque "estas son conjeturas que se mueven con las manos", dice Asphaug.