5 descubrimientos sorprendentes de la NASA en heliofísica que no están relacionados directamente con el Sol
El monitoreo constante de nuestra estrella a través de diversas naves y sondas ha dado lugar a hallazgos inesperados en otros campos científicos. Conocemos los más interesantes.
Las misiones de heliofísica de la NASA están diseñadas para observar el Sol y entender cómo influye en el sistema solar. Sin embargo, el monitoreo constante y las perspectivas únicas de estas naves han dado lugar a hallazgos inesperados en otros campos científicos.
A continuación, te contamos 5 ejemplos de descubrimientos que van más allá de lo solar.
1- Miles de cometas descubiertos por SOHO
La misión SOHO (abreviatura de Solar and Heliospheric Observatory), desarrollada en conjunto por la NASA y la ESA, utiliza un coronógrafo para bloquear el brillo solar y estudiar la tenue atmósfera externa del Sol, conocida como corona. Sin embargo, esta herramienta también ha demostrado ser excepcional para detectar cometas rasantes al Sol, invisibles para otros telescopios.
Antes del lanzamiento de SOHO en 1995, se conocían menos de 20 cometas de este tipo. Desde entonces, la misión ha identificado más de 5000. Este vasto catálogo ha permitido a los científicos estudiar las características de estos cometas, identificar familias derivadas de fragmentos de cometas más antiguos y entender mejor su dinámica en el sistema solar.
2- El enigma del oscurecimiento de Betelgeuse
En 2019, el supergigante Betelgeuse, en la constelación de Orión, comenzó a perder brillo de forma inesperada, generando especulaciones sobre su inminente colapso en supernova.
Durante 2020, cuando su posición en el cielo la hizo inobservable desde la Tierra, el satélite STEREO de la NASA asumió el papel de observador clave. Desde una ubicación estratégica detrás de la órbita terrestre, STEREO registró un segundo episodio de atenuación entre junio y agosto de 2020.
Estos datos fueron fundamentales para que los astrónomos concluyeran que el oscurecimiento se debió a una gigantesca eyección de masa, un evento similar a las eyecciones de la corona solar, pero con 400 veces más material expulsado, que temporalmente bloqueó parte de la luz de la estrella.
3- Una nueva mirada a la superficie de Venus
La sonda Parker Solar Probe, dedicada a estudiar de cerca la corona solar, ha utilizado la gravedad de Venus para ajustar su órbita en varios sobrevuelos.
Durante su tercera aproximación en 2020, su cámara WISPR (Wide-Field Imager for Parker Solar Probe) reveló algo sorprendente: imágenes de la superficie de Venus, visibles a través de sus densas nubes.
Las observaciones mostraron un tenue resplandor infrarrojo de su superficie, destacando rasgos geográficos como montañas y planicies. Este descubrimiento se amplió con sobrevuelos posteriores, incluyendo uno en 2024, que permitió captar otras regiones del planeta.
Los científicos esperan que estos datos ayuden a comprender mejor la geología, mineralogía y evolución de Venus.
4- El estallido de rayos gamma más brillante registrado
El 9 de octubre de 2022, se detectó un evento cósmico apodado "BOAT" (Brightest Of All Time, o "el más brillante de todos los tiempos"), un estallido de rayos gamma denominado GRB 221009A.
Estos fenómenos, entre los eventos más energéticos del universo, suelen durar desde segundos hasta horas. Este en particular brilló durante 10 minutos en la constelación de Sagitta y fue 70 veces más intenso que cualquier otro previamente registrado.
La misión Wind de la NASA, aunque diseñada para estudiar el viento solar, contribuyó al análisis del evento al medir su intensidad junto con el Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi. Esto demostró que incluso misiones solares pueden jugar un papel crucial en el estudio de fenómenos astrofísicos lejanos.
5- El impacto de un volcán terrestre en el espacio
El 15 de enero de 2022, la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha‘apai envió ondas de impacto a través de la atmósfera y el espacio cercano.
Estos vientos extremos, los más intensos registrados por ICON, alteraron una corriente eléctrica conocida como el electrochorro ecuatorial, aumentando su potencia a cinco veces su nivel normal y cambiando su dirección, algo nunca antes visto excepto durante tormentas geomagnéticas inducidas por el Sol.
Estos descubrimientos resaltan cómo las misiones centradas en el estudio del Sol pueden generar aportes valiosos en una amplia gama de disciplinas, desde la astronomía estelar hasta la geología planetaria y los efectos de la Tierra en el espacio cercano.
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