Accidentes aéreos por meteorología: los casos más sorprendentes
Accidentes Aéreos con causas meteorológicas es el título de un interesante libro escrito por un estudiante de meteorología y profesores de una universidad de Brasil. Conocemos los casos más emblemáticos.
Estimados lectores, los accidentes aéreos es algo que me intriga mucho. Nunca tuve miedo a volar, pero hoy pienso mucho en un trágico episodio que viví con mi familia. La esposa de mi primo-hermano perdió la vida en un accidente aéreo muy conocido, el mayor accidente en la historia de la aviación en Brasil.
Era el 17 de julio de 2007 y recuerdo como si fuera hoy la desesperación de mi primo al saber que su esposa estaba en ese vuelo, JJ 3054 de TAM, que salió del aeropuerto Salgado Filho de Porto Alegre y no logró detenerse en la pista del aeropuerto de Congonhas de São Paulo, colisionando con el edificio TAM Express porque la pista estaba resbaladiza.
Desde entonces, siempre pienso en ella, doctora en Geografía Humana por la Universitat de Barcelona y profesora de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Por cierto, hoy en el Instituto de Geociencias hay un auditorio llamado Vanda Ueda.
Lo que me motivó a escribir este artículo fue esta curiosidad que tengo por la aviación y en consecuencia por los accidentes. Y cuando vi que el estudiante de Meteorología José Augusto Ferreira Neto y sus profesores David Mendes y Monica Mendes, ambos del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y del Clima de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte, escribieron un libro sobre el tema, me apresuré a leerlo.
Mencioné el accidente de TAM (actualmente Latam), pero el libro “Acidentes Aéreos con Causas Meteorológicas” de 193 páginas no, dado que el período de análisis del estudio se realizó entre 2011 y 2020.
Vuelos cada vez más seguros
Uno de los resultados importantes que concluye el libro es que la reciente década (2011 a 2020) fue la de menos accidentes aéreos, o mejor dicho, la década más segura en la aviación mundial.
Los investigadores observaron que al inicio de los análisis, el año 1970 fue el más trágico en la aviación mundial, con 346 accidentes aéreos, seguido de los años 1971, 1972, 1973 y 1977, demostrando que la década del 70 fue la peor década para los accidentes aéreos.
A menudo se informa que solo hay una causa detrás de un accidente. Esto suele ser falso, generalmente lo contrario es verdad.
Para los autores del libro, los accidentes son eventos complejos derivados de múltiples causas. Afirman que históricamente, los accidentes muchas veces han sido convenientemente anulados, considerando la causa como “error del piloto” o “error de mantenimiento” y minimizando las medidas adicionales.
Hoy todo eso cambió. Hay más investigaciones y en este libro los autores se centran en los accidentes provocados puntualmente por fenómenos meteorológicos.
Varios fenómenos atmosféricos contribuyen a los accidentes con causas meteorológicas y los investigadores separaron los accidentes según estas causas: fuertes lluvias, engelamiento, relámpagos, tormentas, turbulencia/viento cruzado, baja visibilidad y cortante del viento/corrientes descendentes.
Lluvias fuertes
El 4 de abril de 1977, el accidente aéreo del que ahora informo se debió a una tormenta con fuertes lluvias y granizo. El resultado fueron 72 muertos y solo 22 sobrevivientes. El avión era un avión bimotor McDonnell Douglas DC-9 destinado al transporte civil de pasajeros.
El vuelo era regional y estaba programado entre Alabama y Atlanta. El piloto trató de esquivar una tormenta, ya estaban experimentando fuertes lluvias y granizo. En el camino, el controlador de Atlanta preguntó si todo estaba bien y la respuesta fue sí, pero poco después la torre se puso en contacto y no obtuvo respuesta. Hubo regreso y pérdida de comunicación por un buen tiempo y cuando el avión casi estaba llegando a destino, la tripulación intentó hacer un aterrizaje de emergencia. El silencio, entre ellos y la torre, fue la respuesta a la tragedia.
Conclusión: pérdida total de los dos motores de la aeronave por gran ingesta de agua y granizo cuando entraban en la fuerte tormenta. Otro motivo fue que la tripulación no transmitió información meteorológica severa en la ruta de vuelo y tenían información errónea del radar de la aeronave.
Engelamiento
Sin sobrevivientes, 256 muertes. El accidente tuvo lugar el jueves 12 de diciembre de 1985, en un vuelo chárter internacional para transportar tropas americanas y equipamiento desde El Cairo, Egipto, hasta la base de Fort Campbell (EE.UU.).
El vuelo inició el 11 de diciembre y la aeronave siguió la ruta programada pasando por Colonia, Alemania y finalmente Gander, Canadá. Se informó que Gander estaba bajo la influencia de un fuerte sistema de baja presión casi estacionario ubicado aproximadamente a 400 km de Groenlandia. Estas condiciones severas hicieron que el cielo estuviera muy nublado y con nevadas. Conclusión: parte de la aeronave se congeló.
En los momentos iniciales del despegue, se observó que la aeronave ganó poca altura y descendió hasta quedar totalmente destruida por el impacto, y también, a consecuencia de un incendio, ya que hubo presencia de combustible de aeronave,
Rayos
Quiero contarles un último ejemplo, que también está en el libro, entre muchos otros. Este accidente fue investigado durante 1 año y 3 meses, determinándose que la causa fue una explosión en el ala izquierda de la aeronave a causa de un rayo.
El examen de los restos reveló varias evidencias de daños causados por rayos e incendios después de la desintegración de la aeronave.
Fue en la mañana del 8 de diciembre de 1963 que el Boeing 707-121 de Pan Am partió de Filadelfia (Estados Unidos) con destino a San Juan (Puerto Rico) con escala en Baltimore (Estados Unidos). Los 81 ocupantes murieron.
Bajo porcentaje meteorológico
El libro en cuestión muestra los detalles de cada accidente, así que si estás interesado, ¡descargatelo en este link!. Es gratis, y vale la pena.
Un libro como este es muy importante para meteorólogos y pilotos. Cada vez es más conocido, y es reforzado por investigadores de la UFRN, que si la tripulación es informada con más anticipación y rapidez sobre las condiciones del vuelo, se puede evitar algunas tragedias. Es decir, la educación, los libros, los maestros, la ciencia, son esenciales.
Hoy en día se investigan en profundidad las causas de un accidente, buscando la causa raíz del motivo. Y así ha disminuido el mito de que el error es del piloto y ha aumentado la percepción de que hay fallas en todo el sistema.
¡Nuevos tiempos! ¡Saludos meteorológicos!