¡Es posible alimentar al mundo sin destruir el planeta!
Casi la mitad de la producción actual de alimentos daña nuestro planeta: conduce a la pérdida de biodiversidad, al deterioro de los ecosistemas y al estrés hídrico. Pero, ¿puede seguir siendo así en vista de la creciente población mundial?
Un estudio dirigido por investigadores del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) propone un paquete integral de soluciones para alimentar a 10 mil millones de personas dentro de los límites ecológicos de nuestro planeta. Para satisfacer las necesidades de todas las personas de manera adecuada y saludable y, al mismo tiempo, mantener nuestra biosfera en gran parte intacta, se requiere nada menos que un cambio tecnológico y sociocultural. Esto incluye una forma de cultivo radicalmente diferente, reduciendo el desperdicio de alimentos y modificando la dieta.
"Si nos fijamos en el estado del planeta Tierra y la influencia de las prácticas agrícolas mundiales actuales en él, hay mucho de qué preocuparse, pero también motivos de esperanza, si tomamos medidas decisivas muy pronto", dice Dieter Gerten, autor principal en PIK y profesor en la Universidad Humboldt de Berlín. “Actualmente, casi la mitad de la producción mundial de alimentos se basa en superar los límites ecológicos de la Tierra. Usamos demasiada tierra para la agricultura y la ganadería, fertilizamos demasiado y regamos demasiado. Para resolver este problema frente a una población mundial en constante crecimiento, debemos repensar cómo producimos alimentos juntos. Curiosamente, nuestra investigación muestra que tales cambios permitirán proporcionar alimentos suficientes para satisfacer hasta 10 mil millones de personas”.
Hacia la agricultura sostenible
Los investigadores preguntan cuántas personas en todo el mundo podrían alimentarse respetando un estricto estándar de sostenibilidad ecológica. Estas capacidades ambientales están definidas por una serie de límites planetarios, objetivos científicamente establecidos para la máxima intervención humana permisible en los procesos que regulan el estado del planeta. El presente estudio aborda cuatro de los nueve límites más importantes para la agricultura: integridad de la biosfera (preservación de la diversidad biológica y los ecosistemas), cambios en los sistemas terrestres, uso de agua dulce y flujos de nitrógeno.
Sobre la base de un modelo sofisticado de simulación, los efectos de los alimentos sobre estos límites se examinan con un nivel de detalle espacial y procedimental que no se ha logrado previamente y, además, se agregan en todo el planeta. Este análisis muestra dónde y cuántas fronteras son violadas por la producción actual de alimentos y cómo este desarrollo podría revertirse mediante la introducción de formas de agricultura más sostenibles.
Importante: se requiere un cambio en la dieta
Es importante que también haya un esfuerzo del lado del consumidor. Para hacer la transición a un sistema alimentario sostenible, parece inevitable un cambio a gran escala en la dieta. Con respecto al creciente consumo de carne en China, por ejemplo, algunas de las proteínas animales deberían ser reemplazadas por más legumbres y otras verduras. "Tales cambios pueden ser difíciles de digerir al principio. Pero a largo plazo, un cambio en la dieta hacia una mezcla más sostenible en el plato no solo beneficiará al planeta, sino también a la salud de las personas", agrega Vera Heck de PIK. Otro factor crucial es la reducción de las pérdidas de alimentos.
Millones sufren de hambre: ¿cuánta comida se desperdicia en el mundo?
Quizás la conclusión más delicada y difícil del estudio se relacione con el suelo. "Todo lo que tiene que ver con la tierra es complejo y controvertido en la práctica porque de él dependen los medios de vida y las perspectivas de las personas. La transición hacia un uso y una gestión más sostenibles de la tierra es, por tanto, un desafío exigente para los políticos. La clave del éxito reside en el hecho que las regiones afectadas deben ver ventajas claras para su desarrollo. Entonces existe una posibilidad real de que el apoyo a nuevos caminos crezca lo suficientemente rápido como para estabilizar el sistema de la Tierra", dice Wolfgang Lucht, Copresidente de Análisis del Sistema de la Tierra en PIK y co- autor del estudio.