En un apocalipsis, ¿cuántos sobrevivientes preservarían la especie?
El escenario de un apocalipsis que pusiera en riesgo a nuestra civilización puede estar más cerca de lo que pensamos. Pero, ¿cuántos sobrevivientes serían necesarios para preservar a la especie?.
Puede parecer el argumento de una serie de catástrofe en la que el mundo roza la extinción. Nos podemos imaginar el impacto de un asteroide gigante en el momento menos pensado, o una guerra nuclear a gran escala. Como sea, imaginemos que de ese mundo distópico quedaron sobrevivientes. La gran pregunta es, cuántos sobrevivientes serían necesarios para que la especie pudiera resurgir en ese mundo oscuro y asolado como para poder seguir adelante y lograr un renacimiento.
Algunos investigadores intentaron responder esa pregunta de manera científica, y llegaron a la conclusión de que no sería necesario un gran número de sobrevivientes como para que la especie siga existiendo. Mejor suerte que la de muchos seres vivos que cayeron ante el avance del ser humano. Pero ese es otro tema.
En primer lugar debemos decir que no todas las catástrofes son iguales a los fines de responder esa pregunta. Como reza el tema de Jarabe de Palo, “depende ¿de qué depende?. De según como se mire, todo depende”. No es lo mismo una gran guerra nuclear que un asteroide, o una erupción masiva. Vemos los diferentes escenarios.
No todos los apocalipsis son iguales
Diferentes catástrofes crearían diferentes condiciones para que la población humana lograra sobrevivir. Serían puntos de partida diferentes para el puñado de sobrevivientes resultantes desde ese momento inicial. Por caso, una guerra nuclear podría desencadenar un invierno nuclear, en el que los supervivientes se enfrentarían a temperaturas muy bajas aún en verano y lógicamente una hambruna global, sumado a la exposición a grandes cantidades de radiación. Sin embargo, algunos investigadores señalaron que es probable que el número mínimo de sobrevivientes sea muy pequeño en comparación con los aproximadamente 7.800 millones de personas que viven en la actualidad.
En cierta forma se replicarían condiciones que ya existieron al inicio de la historia de los humanos sobre la Tierra. Según indica LiveScience, para Cameron Smith, profesor adjunto del Departamento de Antropología de la Universidad Estatal de Portland, en Oregón (USA), "con poblaciones de pocos centenares, probablemente se pueda sobrevivir durante muchos siglos. Y muchas poblaciones pequeñas de ese tipo han sobrevivido durante siglos y tal vez milenios".
Las investigaciones de Smith sobre las primeras civilizaciones humanas y la colonización del espacio le permiten comprender muy bien nuestras esperanzas de supervivencia en un escenario apocalíptico. Cree que las grandes ciudades serían las más vulnerables si la civilización global se desmoronara, ya que importan casi todos sus alimentos y dependen en gran medida de la electricidad. Por tanto, las poblaciones supervivientes probablemente se dispersarían para encontrar recursos.
La historia nos da algunas respuestas
Durante el Neolítico temprano (que comenzó cuando terminó la última edad de hielo, hace unos 12.000 años), cuando los humanos empezaron a cultivar, había muchas aldeas pequeñas en todo el mundo con poblaciones que iban desde unos pocos cientos hasta unos 1.000 individuos, señala Smith. "Eran poblaciones bastante independientes, pero es posible que también hayan tenido vínculos de reproducción e interconexiones matrimoniales con otros pueblos. Y en un escenario apocalíptico, es posible que ocurriese lo mismo".
Una población superviviente de sólo unos cientos de personas necesitaría una forma de mantener un sistema de reproducción, dijo Smith. La endogamia, o reproducción entre individuos estrechamente emparentados, es uno de los principales retos a los que se enfrentan las poblaciones pequeñas, un problema que puede jugar en contra. Las consecuencias de la endogamia pueden demostrarse con la caída de la dinastía española de los Habsburgo, que gobernó España durante los siglos XVI y XVII. La dinastía mantuvo regularmente el matrimonio en la familia hasta 1700, cuando la línea de sangre terminó con un rey Carlos II infértil y con deformación facial.
Un escenario similar podría ocurrirle a una población humana menguante con opciones limitadas de reproducción tras un apocalipsis, a menos que tuviera suficiente diversidad genética para evitar uniones estrechamente relacionadas. También se necesitaría un número suficiente de individuos del sexo opuesto en edad reproductiva, lo que se conoce como tamaño efectivo de la población, para que el mestizaje tuviera éxito.
Los seres humanos podrían preparar a las poblaciones para sobrevivir a un día del juicio final si lo vieran venir. Seth Baum, cofundador y director ejecutivo del Instituto de Riesgos Catastróficos Globales, un grupo de reflexión no partidista, analiza el riesgo de que se produzcan catástrofes mundiales. Él comparó este hipotético refugio con la Bóveda Global de Semillas de Svalbard (Noruega), que mantiene copias de seguridad de las semillas del mundo a salvo dentro de una montaña. "Y luego, yendo aún más lejos, sería tener algo [para los humanos] que no esté en el planeta" sostuvo Baum.
Escapando hacia el espacio
Ahora otro escenario de película. En la hipotética situación en la que los humanos consiguieran escapar a un cuerpo celeste o planeta para evitar un escenario catastrófico, ¿cuál es el número mínimo de personas necesario para sobrevivir en el espacio?. Una tripulación inicial de solo 98 personas sería suficiente para un viaje de 6.300 años en la que puedan reproducirse generaciones secuenciales, viajando en una hipotética nave espacial a velocidades posibles con la tecnología actual, a Próxima Centauri b, un exoplaneta potencialmente habitable similar a la Tierra que orbita alrededor de Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, según un estudio de 2018 publicado en el Journal of the British Interplanetary Society dirigido por Frédéric Marin, astrofísico de la Universidad de Estrasburgo (Francia) que estudia la antropología espacial.
La tripulación a Próxima Centauri b debería estar formada por 49 parejas reproductoras no emparentadas, dispuestas a transmitir sus genes. Ese escenario implica que alguien debería seleccionar a las personas, y en caso de que sean más, excluir a algunos. La población sólo se mantendría genéticamente diversa y sana a lo largo del tiempo bajo ciertas condiciones, por lo que, por ejemplo, habría que vigilar y restringir la reproducción de la tripulación.
Ahora, una tripulación inicial más numerosa, de 500 personas, sería probablemente una opción más segura, ya que tendrían más posibilidades de conservar su diversidad genética con más parejas reproductoras, según un estudio de seguimiento de Marin y sus colegas, publicado en febrero en el servidor de preimpresión arXiv.org. El problema, el espacio para transportarse.