Así se está adaptando el mundo a la nueva realidad climática
Millones de personas a nivel global ya experimentan los impactos del cambio climático. Les contamos cómo el planeta se está protegiendo de los peligros de vivir en un mundo más cálido.
El calentamiento global antropogénico, está derivando en el actual cambio climático, evento que se diferencia de cualquier otro cambio climático en el planeta por dos principales motivos:
- El período actual de calentamiento global está ocurriendo más rápido que cualquier otro evento registrado en el pasado (variaciones de temperatura media global de 3 a 4 °C ocurrían en miles de años, ahora están ocurriendo en un par de siglos).
- Este calentamiento global no es consecuencia de un evento natural, sino que es causado por una especie que habita el planeta: la humanidad.
Hay solo dos maneras de enfrentar este cambio climático, y eso es mediante la mitigación, es decir, actuar sobre las causas al reducir las emisiones de los GEI o Gases de Efecto Invernadero (mediante la eficiencia energética, el uso de energías limpias, tratamiento de residuos, etc.), o secuestrándolo de la atmósfera y devolverlo a las profundidades de la tierra; o la adaptación, que es prepararse para enfrentar las consecuencias resultantes de un planeta más cálido (aumento de nivel del mar, precipitaciones más intensas, disminución de glaciares, etc.) mediante medidas estructurales (obras de infraestructuras como defensas contra las inundaciones, represas, sistemas de riego, etc.), o no estructurales (sistemas de alerta temprana, educación, etc.).
Hay que actuar de manera decidida sobre la mitigación, ya que aún estamos a tiempo de disminuir las chances de enfrentar las peores consecuencias del cambio climático. Pero si fallamos en ello, la adaptación puede ser la forma de que la humanidad pueda sobrellevar la crisis climática que se está desarrollando, y que cambiará la forma de vida de las próximas generaciones.
Un estudio global
Un equipo internacional de 126 investigadores se propuso evaluar el progreso global en materia de adaptación humana al cambio climático. Si bien hay abundante literatura al respecto, poco se conoce sobre el alcance real de estas medidas.
Para ello examinaron más de 48.000 artículos en diferentes idiomas, que mencionan el cambio climático y la adaptación. Tras dos años de análisis, utilizando métodos de aprendizaje automático y codificación manual, determinaron que sólo 1.682 artículos revisados por pares y publicados entre 2013 y 2019 presentaban un balance global sistemático y completo de la adaptación humana implementada al cambio climático. El restante 95 % de los artículos, proporcionaron discusiones “conceptuales o teóricas sobre adaptación climática, o planes para futuras medidas de adaptación.
El trabajo, llamado “A systematic global stocktake of evidence on human adaptation to climate change”, fue publicado en 2021 en la revista científica Nature Climate Change.
¿A qué peligros se está adaptando el planeta?
Los autores clasificaron los artículos según el tipo de peligro al que responden, y un solo artículo puede asignarse a múltiples tipos de peligros. Casi 1.000 artículos se clasificaron bajo “impactos climáticos generales”, lo que significa que no se identificó ningún peligro específico.
Los cambios en el ciclo del agua (sequía, variabilidad de las precipitaciones y precipitaciones extremas e inundaciones), fueron los mayores impulsores de artículos de adaptación, y más de la mitad de los artículos de la base de datos estaban relacionados con la sequía.
La variabilidad de las precipitaciones estaba vinculada a más del 40 % de los artículos hallados, siendo los motivadores más importantes para los trabajos de adaptación en África y América Central y del Sur, a través de la adopción de nuevas formas de agricultura, sistemas alimentarios y el suministro de agua a nivel doméstico en las ciudades, como ejemplos destacados.
Las precipitaciones extremas y las inundaciones se destacaron como peligros en más del 40 % de los artículos de la base de datos. Las inundaciones y el aumento del nivel del mar impulsan con mayor frecuencia las respuestas en los pequeños estados insulares.
Casi 500 artículos (un 28 %) enumeraron los extremos de calor como un peligro. Y un número similar indicó su peligro como “otros”. Estos incluyen una amplia gama de peligros, como plagas y enfermedades en los cultivos, incendios forestales, huracanes, erosión del suelo e intrusión de salinidad.
Diferentes regiones también se centran en diferentes “sectores”. Por ejemplo, la investigación sobre “respuestas relacionadas con la pobreza y los medios de vida” fue particularmente frecuente en África, Asia y América del Norte, mientras que en Europa y América del Norte se prestó especial atención a las “ciudades, los asentamientos y la infraestructura”.
Adaptarse o sufrir
El país con más proyectos de adaptación documentados es Estados Unidos, con un total de 139 proyectos entre 2013 y 2019. Entre ellos figuran la instalación de "tejados enfriadores" reflectantes en California, la mejora de la resistencia al blanqueamiento de los corales en Hawái y los programas gubernamentales de apoyo a las comunidades pesqueras en declive de Alaska, afectadas por el aumento de las temperaturas del mar.
Asia es una de las regiones con más proyectos: 609, prácticamente un tercio del total. El sur de Asia es la región de mayor interés, con estudios sobre la siembra de cultivos resistentes a la sequía en el sur de la India, la emigración desde zonas propensas a las inundaciones en Bangladesh y la respuesta de las clínicas comunitarias a los problemas de salud relacionados con el clima en Vietnam.
Otro tercio de los documentos (571) detallan las respuestas de adaptación en África, concentradas en África meridional y oriental, como la ampliación de la recolección de agua de lluvia en el Sahel, los cambios en las prácticas agrícolas tradicionales de los masai keniatas y las intervenciones del gobierno local para evitar inundaciones en un asentamiento informal de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.
El estudio encontró lagunas en las pruebas de adaptación en muchas regiones del Sur global. Por ejemplo, en Oriente Medio y el Norte de África vive alrededor del 6 % de la población mundial, pero sólo el 3.5 % de los artículos de este estudio los evalúan.
Como pocos estudios intentaron medir si los esfuerzos de adaptación eran eficaces o no, algunas de las respuestas pueden ser, de hecho, ejemplos de "mala adaptación", indican los autores, quienes destacan que las futuras evaluaciones de la eficacia de la adaptación -que incluyen desde el rendimiento de las cosechas hasta los resultados sanitarios- son una "prioridad clave" para los investigadores que trabajan en este campo. Las adaptaciones documentadas fueron en gran medida fragmentarias, locales e incrementales, con escasas pruebas de adaptación transformacional y pruebas insignificantes de resultados de reducción de riesgos.
Las adaptaciones documentadas fueron en gran medida fragmentarias, locales e incrementales, con escasas pruebas de adaptación transformacional y pruebas insignificantes de resultados de reducción de riesgos.