Big Bang, ¿origen del universo? No hay unanimidad científica
La teoría del Big Bang se instaló en nuestras vidas hace cerca de un siglo, partiendo del 'átomo primigenio' de Georges Lemaitre. Es la más conocida para explicar el origen del universo, ¡pero no es la única!
En el transcurso de los siglos la humanidad se ha hecho constantemente preguntas tales como: ¿Tuvo un comienzo el universo? ¿Cuándo fue? ¿De qué forma? A resolver esos enigmas han dedicado muchas horas y esfuerzos cantidad de pensadores, filósofos y científicos de los cuales citaré a algunos de los más sobresalientes.
Ya Aristóteles, en el siglo III (a.C.), defendía la teoría de que el universo siempre había existido y que, además, se mantendría siempre con la misma estructura. San Agustín, que vivió durante el siglo IV (d.C.), nacido en lo que hoy es Argelia, aseguraba que el universo y el tiempo surgieron a la vez. Esto, muchos siglos después, fue considerado como una intuición extraordinaria que venía a estar en consonancia con la teoría de la relatividad de Einstein.
En el siglo XIV, Copérnico mantenía, como Aristóteles, que el universo estaba compuesto por esferas concéntricas, pero pensaba que su centro estaba en el Sol. En el siglo siguiente, Galileo y Kepler descartaron definitivamente la idea del universo geocéntrico, lo que corroboró después Newton, quien mantenía que el Sol era el centro del mundo. Estos cuatro científicos dieron un gran paso para desentrañar el misterio del universo.
Damos un salto en el tiempo y nos situamos en el siglo XX, cuando Einstein, consideramos por muchos como el más eminente científico de ese siglo, estableció la “teoría de la relatividad” (1915), que expone que los efectos de la gravedad dan origen a distorsiones y deformaciones de lo que se ha venido llamando espacio-tiempo. Einstein era defensor de un universo estacionario.
En 1922, el ruso Friedman expuso que las ecuaciones de la teoría de la relatividad tenían soluciones cuya característica principal era la de no ser estáticas. Pero el gran salto estaba por llegar.
En 1927, el sacerdote, físico y matemático belga Georges Lemaitre expuso la teoría del “átomo primigenio”. Un átomo cuyo peso atómico era casi la masa total del universo y que, en un momento dado, hace casi 14 millones de años, comenzó a expandirse rápidamente en átomos más pequeños que dieron lugar a miles de millones de galaxias. En una de ellas, en forma de espiral conocida como Vía Láctea, se encuentra el Planeta Tierra que orbita alrededor del Sol.
Lemaitre, pues, fue el autor de la teoría del Big Bang, aunque él no fue quien acuñó esa frase. Este destacado científico mantenía que “ciencia y religión corresponden a niveles separados del entendimiento”. Einstein, en un principio no admitía la teoría de Lemaitre pese a que este se basaba en la “teoría de la relatividad”, pero posteriormente (1934) terminó aceptándola e incluso aplaudiéndola públicamente.
Detractores del Big Bang
Aunque la teoría del origen y evolución del universo es mayoritariamente admitida por la comunidad científica hay destacados miembros dentro de la misma que no la comparten. Entre otros Fred Hoyle, astrónomo inglés que, paradójicamente, acuñó la frase “Big Bang” en un programa de la BBC cuando no compartía esa teoría. Defendía la de un universo estacionario. Entre otros premios y galardones recibió la Medalla de oro de la Real Sociedad Astronómica, el premio Crafoord y el nombramiento de Caballero del Imperio Británico.
Neil Turok, físico y cosmólogo sudafricano, Director Emérito del Instituto Perimeter de Canadá, ha establecido un modelo cíclico del universo; Roger Penrose, Profesor Emérito de la Universidad de Oxford, opina que la inflación es una teoría muy artificial. También, y por último –aunque la lista es mucho más larga-, podemos destacar al español Iván Agulló, Profesor de la Universidad de Luisiana, quien considera que es más probable que el universo no tenga un origen definido sino que más bien haya existido desde siempre.