Brillantina: la propuesta de los científicos para hacer de Marte un planeta habitable
Este nuevo enfoque es 5.000 veces más eficiente que las ideas anteriores y puede hacer que el planeta rojo albergue vida en pocas décadas.
Desde que nos enteramos que la superficie del planeta Marte es fría y hostil, la ciencia se ha preguntado si hay alguna manera de hacerla más amigable para la vida. Y hasta ahora no hubo grandes avances en esta dirección.
Pero en un estudio muy interesante publicado el 7 de agosto en Science Advances, investigadores de la Universidad de Chicago, la Universidad Northwestern y la Universidad de Florida Central propusieron un nuevo enfoque para transformar Marte: dispersar brillantina en el aire compuesta de nanopartículas de metal.
Más específicamente, proponen sembrar en la superficie millones de toneladas de nanobarras metálicas que sean puestas en suspensión por el viento implacable del planeta rojo. Estas partículas están diseñadas para atrapar el calor que se escapa y dispersar la luz solar hacia la superficie, lo que mejora el efecto invernadero natural de Marte.
La idea está inspirada en los gases de efecto invernadero que tenemos en la Tierra, que producen el calentamiento de la atmósfera. Pero las nanopartículas no son un gas, sino pequeñas porciones de níquel y aluminio que abundan en el polvo de la superficie marciana.
Lo que distingue a este enfoque son dos cosas. Por un lado utiliza recursos fácilmente disponibles en Marte, lo que lo hace mucho más factible que propuestas anteriores que dependían de la importación de materiales de la Tierra o de la extracción de recursos marcianos raros. Por el otro, esta técnica es 5 mil veces más eficiente que cualquier otra idea hasta el momento.
Una idea no tan descabellada
Los expertos hicieron varios cálculos que los convencieron de que era una idea viable. Las nanopartículas reflectantes deben tener una dimensión de aproximadamente 9 micrómetros de longitud y serían fabricadas con materiales propios del planeta rojo in situ.
Según sus estimaciones, la liberación de depósitos de nanobarras a la atmósfera a un ritmo de 30 litros por segundo ( los aspersores comunes de jardín lo hacen a 1 l/s ) comenzaría a calentar notablemente Marte en cuestión de meses y eventualmente elevaría las temperaturas promedio más de 30 grados.
“La liberación inicial (después de la fabricación) podría ser desde una tubería que se extiende de 10 a 100 m por encima de la superficie, ya que las corrientes ascendentes turbulentas de Marte se fortalecen con la distancia desde la superficie”, dice el estudio. También aclaran que el calentamiento sería reversible y se detendría en unos pocos años si se detuviera la liberación.
Además, los investigadores sostienen que la mejora futura del diseño de la brillantina podría hacer más eficiente la suspensión o los reflejos de las nanopartículas para calentar el aire con cantidades menores del producto.
Cuestiones por resolver
A esta propuesta le quedan varios puntos por resolver. Si bien aumentar la temperatura más de 30 grados parece mucho, Marte es un mundo helado cuya temperatura promedia los -60 °C, por lo que todavía sería muy frío para la vida humana.
Sin embargo, esos valores ya permitirían el desarrollo de microorganismos y posiblemente para el cultivo de ciertos alimentos. Y lo más importante, podrían sobrevivir algas, que generan gran cantidad de oxígeno y es un limitante fuerte para la vida en otros planetas.
Además, este leve calentamiento favorece que el CO2 congelado debajo de la superficie marciana se evapore y aumente aún más el efecto invernadero. Los expertos también descubrieron que se producirían cambios en la presión atmosférica creando un ambiente más óptimo para la presencia de agua.
Pero también quedan algunas dudas por resolver. No saben exactamente a qué velocidad se reciclarán las partículas generadas artificialmente. Marte tiene agua y nubes y, a medida que el planeta se calienta, es posible que el agua comience a condensarse cada vez más alrededor del metal y vuelva a caer a la superficie en forma de lluvia.
Los investigadores enfatizan que el estudio se centró en encontrar maneras de calentar Marte a temperaturas adecuadas para la vida microbiana y posiblemente para el cultivo de alimentos, no en crear una atmósfera respirable para los humanos.
Lo positivo es que este descubrimiento podría haber reducido considerablemente el tiempo necesario para terraformar Marte, y nos permite soñar con un “futuro brillante” en el planeta rojo.
Referencia de la noticia:
Samaneh Ansari et al., Feasibility of keeping Mars warm with nanoparticles.Sci. Adv.10,eadn 4650(2024). DOI:10.1126/sciadv.adn4650