Captura de carbono amigable con el ambiente: el futuro de la lucha climática
La captura de carbono es una tecnología que tiene como objetivo capturar y almacenar el dióxido de carbono, pero es cara y poco amigable con el ambiente. Hasta ahora...
El CO2 es un gas de efecto invernadero que se encuentra de forma natural en la atmósfera. La humanidad, al sustentar la mayor parte su desarrollo mediante la quema de combustibles fósiles para transporte, electricidad, calefacción y muchos otros usos, ha aumentado su concentración, produciendo más CO2 que el que la naturaleza puede absorber. Así se generó la crisis climática actual, que representa una de las mayores amenazas para el futuro de nuestro planeta.
Sacar el dióxido de carbono del aire mediante su captura y almacenamiento, es una de las técnicas que podrían utilizarse para reducir la concentración de CO2 en la atmósfera, provocada por las actividades humanas. Algunas técnicas pretenden capturar el dióxido de carbono de la atmósfera y enterrarlo en el subsuelo, mientras otras buscan almacenarlo en forma comprimida. Otros, utilizarlo para, por ejemplo, darle un uso diferente como el utilizarlo para fabricar aguas carbonatadas. Estas técnicas podrían aplicarse para aquellas emisiones que provengan de grandes centrales eléctricas o plantas industriales.
Limpiando la atmósfera
La forma más fácil, económica y amigable con el ambiente de limpiar el exceso de CO2 en la atmósfera requiere de muy poca tecnología: plantar árboles. Es que los ecosistemas como humedales y bosques, absorben el carbono del aire y lo convierten en biomasa, materia orgánica que se puede utilizar como fuente de energía, y es parte del ciclo natural del carbono de la Tierra.
Pero la gravedad de la crisis climática nos obliga a pensar en formas alternativas de capturar el carbono, y es mediante la tecnología.
Una de las formas más comunes de hacerlo es en una planta industrial o una central eléctrica, donde se captura el CO2 generado antes de ser liberado a la atmósfera, separándolo de otros gases resultantes del proceso industrial. Luego se lo transporta para su almacenamiento, por lo general en forma comprimida. Y finalmente se lo almacena fuera de la atmósfera durante un largo periodo en depósitos subterráneos o marinos, o dentro de ciertos compuestos minerales.
Bueno, Bonito y Barato
En un nuevo estudio, investigadores de la Universidad Estatal de Ohio han desarrollado un método para capturar dióxido de carbono de la atmósfera, impulsado por energía geotérmica limpia y relativamente barata.
Basándose en la combinación de tecnologías de captura directa de dióxido de carbono del aire (DACC) con fuentes de energía geotérmica, los sistemas de remoción de dióxido de carbono a gran escala podrían contar con suficiente energía como para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo de manera segura bajo tierra.
Es que los métodos habituales de DACC pueden ser caros y su funcionamiento requiere de mucha energía, lo que añade más gases de efecto invernadero a la atmósfera, generando un círculo vicioso. Pero Martina Leveni, autora principal del estudio, de la Universidad Estatal de Ohio, propuso utilizar el CO2 capturado del aire para generar energía. El sistema, denominado Captura Directa de CO2 del Aire con Utilización y Almacenamiento de CO2 (DACCUS), utiliza el calor natural bajo la superficie de la Tierra dentro de acuíferos salinos profundos para producir continuamente energía renovable para sistemas DACC. El CO2 capturado circula de manera subterránea, calentándose y luego lleva el calor a la superficie, donde puede usarse directamente o convertirse en electricidad para alimentar el sistema de captura de CO2.
Impacto y Futuro de la Tecnología
Este estudio ofrece esperanza para nuestro futuro climático, enfatizando la importancia de combinar nuevas ideas y conceptos para alcanzar objetivos a largo plazo de manera más eficiente. La implementación de esta tecnología no solo podría ayudar a la sociedad a alcanzar la meta actual de limitar el calentamiento global, sino también a evitar algunas de las peores consecuencias del cambio climático. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer en cuanto a la preparación tecnológica y las políticas necesarias para hacer realidad esta investigación.
La integración de tecnologías de captura de CO2 directamente del aire con la energía geotérmica presenta una vía prometedora para abordar el desafío del cambio climático.
La innovación tecnológica y las políticas de promoción son fundamentales para alcanzar de manera eficaz los objetivos ambientales a largo plazo, ofreciendo una luz de esperanza hacia un futuro más sostenible. Aún estamos a tiempo.