Cicatrices en el bosque: los impactos de un tornado 25 años después

Especies invasoras y especies que desaparecen. Las consecuencias de un tornado persisten durante décadas y van mucho más allá de lo que se ve a simple vista, según un estudio.

Tornado
La traza del tornado de 1999 en la Reserva Natural Harris M. Benedict, en Ohio.

Impresionantes y monstruosos, los tornados están entre los fenómenos meteorológicos más espectaculares. También entre los más destructivos. Su cono de viento rotativo -que puede tener desde unos pocos metros hasta varios cientos- arrasa con todo a su paso y ya nada vuelve a ser como era antes.

Se puede saber con mucha precisión por donde pasó un tornado por la traza perfecta de los daños. Esto es así en zonas urbanas pero también más allá, en zonas suburbanas, rurales y bosques.

La profundidad de los cambios que ocasiona un tornado va mucho más allá de los árboles caídos o cortados que se ven a simple vista.

La fisonomía de los bosques y las especies que lo habitan cambian dramática y persistentemente después de su paso, según una investigación de la Universidad de Cincinnati, ciudad que sufrió un tornado que quedó para siempre en la memoria de la ciudad de Ohio.

La cicatriz del tornado

El 9 de abril de 1999 un tornado de categoría F4, con vientos superiores a los 320 km/h. arrasó con la Reserva Natural Harris M. Benedict, al norte de Cincinnati. Derribó y arrancó árboles del bosque, ocasionó la muerte de cuatro personas y la destrucción de 200 viviendas en los suburbios de Blue Ash y Montgomery.

Los investigadores, liderados por la profesora Theresa Culley, se preguntaron qué sucedió con el bosque en estos años; cómo se recuperó, y en última instancia, si volvió a ser el mismo luego de aquel tornado.

Tornado, bosques
Las áreas afectadas en el bosque tienen hoy características distintas respecto de aquellas que no sufrieron el tornado. Imagen: Universidad de Cincinnati.

Para investigarlo, analizaron durante más de quince años diferentes parcelas del bosque de la Reserva Natural. Al comparar las áreas dañadas por el tornado con otras que no fueron impactadas, descubrieron que algunas especies nativas de árboles desaparecieron, y otras, invasoras, proliferaron en la tierra arrasada.

Algunos arbustos y enredaderas nativas como el brezo verde, el viburnum de hoja de arce y el arbusto de especias, desaparecieron en las zonas afectadas, mientras que lograron persistir en el bosque intacto.

A la inversa, encontraron que el arbusto que se volvió dominante en la zona es la madreselva de Amur, procedente de China e introducido en los Estados Unidos hace más de 200 años. También encontraron grandes rodales de perales Callery, un árbol introducido por la horticultura que se ha extendido a muchos bosques silvestres, cuya venta está prohibida en Ohio.

Bosques, tornados
La profesora Theresa Culley lideró la investigación. Imagen: Universidad de Cincinnati.

Identificaron, además, que el diámetro de los árboles en las zonas afectadas es más pequeño que en las áreas por las que no pasó el tornado; y que el área basal total de los árboles es significativamente menor en los sitios dañados.

En estas zonas hay menos diversidad y menos riqueza de plántulas, y esa disminución fue progresiva con los años.

Culley integra el Comité Asesor de Plantas Invasoras del Departamento de Agricultura de Ohio, que entre sus funciones tiene la de detectar especies invasoras que representan una amenaza para Ohio, tanto en lo ambiental como en lo económico.

"Con el tiempo tendremos menos plantas, pero las que quedan son enormes y producen muchas bayas como frutos rojos silvestres", dijo Colley, que además indicó que los hallazgos de esta investigación ayudarán a los administradores de reservas naturales a comprender mejor los cambios que pueden tener los bosques en el largo plazo, luego de haber sufrido una perturbación tan importante como un tornado.

Algunos parques de Ohio están tomando medidas para erradicar plantas como la madreselva de Amur para proteger las flores nativas y las cubiertas del suelo que pueden quedar cubiertas por las no nativas.

Referencia de la noticia:

Culley, T. et al. "Long-term effects of a tornado: Impacts on woody native vegetation and invasive Amur honeysuckle (Lonicera maackii) in an urban forest". Ecology and Evolution. March 2024.