Científicos advierten: cada vez más especies cruzan de un lado al otro del Canal de Panamá y alteran los ecosistemas

Un nuevo estudio señala que la expansión del Canal de Panamá ha facilitado la migración de peces entre el Atlántico y el Pacífico, con impactos aún impredecibles en la región.

Canal de Panamá
Científicos advierten que el tráfico biológico a través del canal está alterando la biodiversidad local y afectando actividades como la pesca.

Desde su inauguración en 1914, el Canal de Panamá es una ruta clave para el comercio global. Pero su impacto va más allá del tránsito de buques. A través de sus aguas, cada vez más especies del Atlántico y el Pacífico cruzan de un lado a otro del canal, lo que puede alterar dramáticamente los ecosistemas marinos y de agua dulce de la región.

Así lo advierte un estudio publicado la semana pasada en Current Biology, que documenta el aumento en la migración de peces entre ambos océanos, un fenómeno impulsado por la ampliación del canal en 2016.

Según sostienen los autores, el aumento de tránsito de especies a través del canal puede traer consecuencias profundas y afectar la biodiversidad, los ecosistemas y las actividades económicas humanas, como la pesca y el turismo.

La naturaleza se abre paso

A diferencia del Canal de Suez, que es un flujo de agua con pocas variaciones de nivel a lo largo de su extensión, el Canal de Panamá tiene un sistema de esclusas en ambos extremos y, en el centro, el Lago Gatún, un embalse de agua dulce a 26 metros sobre el nivel del mar. Desde el inicio, esta compleja estructura funcionó como una barrera natural que limitaba el cruce de especies e impedía que peces marinos atravesaran con facilidad de un océano a otro.

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La ingeniería del canal protegió por décadas sus aguas dulces, pero la nueva infraestructura ha permitido la invasión de especies marinas.

Ya en la década de 1970 algunas investigaciones habían detectado casos de cruce de especies entre ambos océanos. Pero este tránsito se ha visto muy favorecido a partir de la ampliación del Canal, en 2016.

El ecólogo marino Gustavo Castellanos-Galindo, que lideró el estudio reciente, confirma que la última expansión del canal ha potenciado este fenómeno. “Las nuevas esclusas, de mayor tamaño facilitan, el tránsito de peces, y además evitan el Lago de Miraflores, que antes era otra barrera adicional”, explicó Castellanos-Galindo a El País.

Uno de los cambios más preocupantes se ha dado en el Lago Gatún, que antes estaba dominado por peces de agua dulce, muchos de ellos introducidos. Entre los más notables estaban el tucunaré, originario de Sudamérica, y la tilapia del Nilo, introducida como recurso pesquero.

La ingeniería del canal protegió por décadas sus aguas dulces, pero la nueva infraestructura ha permitido la invasión de especies marinas.

La investigación de Castellanos-Galindo revela que desde la ampliación del canal, las especies marinas han ganado terreno: “Antes de la ampliación, los peces marinos representaban el 26 % de la biomasa del lago; ahora alcanzan el 76 %”, detalla el ecólogo.

El estudio detectó que 11 nuevas especies de peces marinos han ingresado al lago desde 2016, y hoy suman un total de 29. Entre ellos se encuentran grandes depredadores como el tarpón y el róbalo, que pueden alterar las redes tróficas del ecosistema. Además, otro factor alarmante es el aumento en la salinidad del lago, que se ha quintuplicado en los últimos años, favoreciendo la permanencia de estas especies marinas.

“Los peces no están simplemente de paso, sino que parecen estar adaptándose al agua dulce y permaneciendo en el sistema”, advirtió Castellanos-Galindo a El País. Esto podría tener consecuencias impredecibles para la biodiversidad local y la pesca, actividad de la que dependen muchas comunidades en la región.

La migración lessepsiana: el preocupante caso del Canal de Suez

Los canales artificiales siempre han facilitado la dispersión de especies, un proceso conocido como migración lessepsiana. El término hace referencia a Ferdinand de Lesseps, el diplomático francés detrás de la construcción del canal de Suez, que une el mar Rojo con el Mediterráneo.

Desde su inauguración en 1869, se han registrado cientos de especies originarias del mar Rojo en aguas del Mediterráneo, favorecidas por el flujo natural del agua debido a la diferencia de nivel entre ambos mares.

La ampliación del Canal de Panamá en 2016 ha facilitado el paso de especies marinas, reduciendo la protección natural del Lago Gatún.

Mientras el Canal de Panamá enfrenta una creciente migración de peces, el Canal de Suez presenta un problema diferente, pero igual de alarmante: la proliferación de especies invasoras tóxicas que afectan la salud pública y la economía local.

Uno de los casos más resonantes es el del pez globo plateado, que ha migrado desde el mar Rojo al Mediterráneo a través del canal. Esta especie es portadora de tetrodotoxina (TTX), una neurotoxina letal que ha causado varias muertes en los últimos años. En Libia, tres pescadores murieron en 2023 tras ingerir carne de pez globo, y numerosos casos de intoxicación han sido reportados en países como Turquía y Egipto.

El canal se ha convertido en una cinta transportadora de especies venenosas”, señaló a El País la bióloga marina Bella Galil, especialista en invasiones biológicas en el Mediterráneo. Además del pez globo, otras especies invasoras como la medusa Rhopilema nomadica han causado problemas de salud y económicos al afectar el turismo y la pesca en la región.

Los expertos coinciden en que, ante estos fenómenos, es necesario implementar estrategias de monitoreo y control para mitigar los impactos ecológicos y económicos. Tanto en Panamá como en Suez, las vías de navegación han facilitado el comercio global, pero también han abierto la puerta a invasiones de consecuencias difíciles de predecir.

Referencias de la noticia:

New fish migrations into the Panama Canal increase likelihood of interoceanic invasions in the Americas, Current Biology, 2025. Gustavo A. Castellanos-Galindo, Diana M.T. Sharpe, D. Ross Robertson, Victor Bravo, Jonathan M. Jeschke, Mark E. Torchin,